
Querido James;
He seguido y disfrutado de tu obra desde la tierna edad de 11 años, cuando una tarde en compañía de mi padre vi el trailer de una película llamada Terminator en uno de tantos vídeos alquilados en aquellos lejanos y mágicos años 80 de mi infancia. La película que venía después de dicho trailer ni la recuerdo, pero si recuerdo ese trailer que me provocó una mezcla de miedo y ansia irrefrenable de ver dicha película. Miré a mi padre, (dudo que él lo recuerde) y fue una de esas miradas de “HAY QUE VERLA”. Posteriormente la alquilé y no solo no me defraudó, sino que me entusiasmó. Un par de años más tarde, más o menos, vi “Aliens”, que me hizo disfrutar aún más, y me hizo reafirmarme en el dicho que segundas partes podían no ser solo buenas sino mejores que el material original del que partían. Tuvimos un pequeño bache con “Abyss”, que me pareció un tostón intragable, pero bueno, nadie es perfecto, aunque dicha película ya apuntaba hacia donde iba a dirigirse tu carrera y se empezaba a atisbar esa megalomanía que te ha llevado a la situación en la que estás ahora.
Llegamos a la década de los 90 con tu secuela de aquella película que me hizo conocerte “Terminator 2: El Juicio Final”. He de decirte que en su momento me encantó y que fue un antes y un después en materia de efectos visuales, y que te coronó como el maestro del cine de acción que eres con unas escenas de acción magistralmente planificadas y montadas que te dejaban con la boca abierta. He de decir también que el mayor defecto de esta, era lo endeble de su guión (en el fondo un remake de la primera entrega más grande y con más metraje, otro de tus grandes defectos), con unos personajes bastante unidimensionales, unas interpretaciones “correctas” siendo benévolos, y que además el tiempo no ha pasado tan bien por ella como debería, pero que reescribió las reglas del blockbuster de los años 90, al igual que en la década de los 70 y principios de los 80 hicieron Lucas y Spielberg. Luego vino “True Lies”, que no deja de ser una película menor en tu carrera, pero un gran entretenimiento sin ningún tipo de pretensiones, lo cual la hace más entrañable....Pero llegamos al año 1997, lo que sería en términos artísticos (no económicos) para tu carrera el primer clavo de tu ataud, “Titanic”.
Esta obra que te reportó no solo millones y millones de dolares, sino también millones y millones de premios (en mi humilde opinión desmesurados), demostró ya tus debilidades esparcidas por el resto de tu obra anterior, multiplicadas por mil: Desmesurada atención sobre los aspectos técnicos de tu obra, por encima de los aspectos narrativos, desmesura en el metraje lo que hace acrecentar aún más las debilidades de tus guiones, ya bastante limitados de por sí, y una megalomanía y grandilocuencia que molestan.
Y llegamos al año 2009, el año en el que nos cuentas que vas a “REVOLUCIONAR” el cine con tu nueva obra “AVATAR”, y si te soy sincero James, espero que esto no sea el futuro del cine, porque me daría mucha pena, pero empecemos por lo que es su único punto fuerte, con matices, los efectos digitales. Técnicamente son irreprochables, y los chicos de Weta deben ser alabados porque nunca hemos visto nada igual en una pantalla de cine, pero el problema es que es perfecto que la tecnología evolucione para ayudar a contar las historias, pero el gran problema de Avatar es que detrás de esa orgía visual que es (que llega a ser excesiva, reforzado por unas 3D que no me llegan a convencer del todo excepto en una serie de planos contados con los dedos de la mano, ya que no aportan un plus adicional a la película) no hay nada. Y con no hay nada, me refiero a que la historia que nos cuenta no es nada original ATENCIÓN SPOILERS(ejército malo con mucha tecnología ataca a poblado que vive en armonía con la naturaleza y envía a uno de los suyos para infiltrarse se enamora de chica del poblado y de su cultura se rebela contra ellos se enfrenta a sus antiguos compañeros que son muy malos y con palos y piedras les vencen FIN)FIN DE SPOILERS, pero eso no sería un problema si nos metieras algo un poco original, algún giro argumental, algo de tensión (en ningún momento sentimos peligro por el protagonista ni por su entorno), ninguna conexión con unos personajes que de estereotipados rozan lo ridículo, y ese mensaje “new age” no te funcionó en Abyss y no te ha funcionado en esta.

La batalla final es eterna y sin nada de emoción, porque la emoción no se logra con unos efectos visuales de primer orden y con cientos de naves y pájaros alados enfrentándose en el cielo con hermosas puestas de sol, sino que se consiguen con algo que no requiere de alta tecnología y de dinero, sino de algo que es más importante, de PERSONAJES que te importen, que te encariñes con ellos, que quieras saber más de ellos, de su pasado, de su futuro, que sufras con lo que les ocurre, que rías con ellos, en resumen, que te importen.
No hay un solo plano en esta película que se te quede en la retina, ningún personaje perdurable, ninguna escena que vaya a pasar a la historia del cine, lo único que hay es un despliegue tecnológico de primer orden pero que como todo despliegue tecnológico sorprende hoy y mañana es superado por uno mejor. Las películas que perduran son las que tienen una historia detrás, un algo de lo que tu película carece.
En definitiva James, puedes ser el “rey del mundo”, como te autoproclamaste hace ya 12 años en la ceremonia de los Oscars, en un acto nauseabundo de egolatría y de falta de respeto hacia el resto de compañeros de profesión que aspiraban a la estatuilla y que algunos se merecían más que tú (¿alguien ha dicho Curtis Hanson por la maravillosa L.A. Confidential?)de la tecnología, porque del cine no, y si sigues por este camino de prevalecer la técnica sobre la narración nunca lo serás por mucho que a tu ego le duela.
Espero que esta carta no te siente mal, pero creo que debía decírtelo porque me duele que un buen director de cine con el que tanto he disfrutado durante toda mi vida esté perdiendo el norte debido a que está tan pagado de si mismo que cree que todo lo que hace está tocado por la mano de dios.
Un abrazo.
Felipe.
P.D. James, no uses planos en ralentí para remarcar supuestas escenas dramáticas, que queda muy cutre, muy rancio y muy hortera. No le quedan bien a Peter Jackson, rey del plano al ralentí para alargar innecesariamente sus películas, y a ti tampoco.