Tras pasar por múltiples y prestigiosas cabeceras de los últimos 10 años del universo Marvel -Jóvenes Vengadores de Heinsberg y Cheung u Ojo de Halcón de Fraction y Aja- Kate Bishop recoge el manto de un Clint Barton que lleva unos cuantos años sin levantar cabeza. Kate Bishop es una mujer empoderada, con capacidad de llevar por si misma el peso de un título bajo sus espaldas.
Y de las calles de Nueva York, Bishop aterriza en la soleada California, en concreto Venice Beach y la ciudad de Los Ángeles, lugar donde el género noir americano nació y que tanto influencia a este nuevo serial. No es casual que aparte de arquera, Kate Bishop haya decidido emular a la detective con mayúsculas del universo Marvel, Jessica Jones, y montar su propia agencia de detectives en el particular barrio de Venice.
Kate Bishop, la serie y el personaje, vive también del inevitable y necesario surgir de las mujeres como protagonistas absolutas de universos superheróicos que hasta la fecha eran predominantemente masculinos. Así, Kelly Thompson, la guionista de estas nuevas aventuras de Bishop, toma el relevo de otros trabajos fundamentales para entender el cómic de la última década -Ms Marvel de Wilson, Batgirl de Stewart y Tarr o el propio Ojo de Halcón de Fraction y Aja- para denunciar el abuso a las mujeres en un relato donde las mujeres pasan a convertirse de víctimas a heroínas. Todo ello envuelto en una búsqueda de los orígenes y la difícil relación paterno-filial, en un entorno de serie negra autoconsciente, plasmado gráficamente por dos autores de desigual interés, Leonardo Romero y Michael Walsh, influenciados por las tendencias del cómic alternativo que ha tomado la industria del cómic superheróico, igualmente con desigual resultado.
El problema de esta nueva Kate Bishop, es que no aporta nada nuevo a este panorama del cómic femenino con aroma indie que si que ha representado tan bien tebeos como los ya mencionados Ms Marvel o la última encarnación de Batgirl. El tebeo se deja leer con interés relativo, más por el carisma que desprende Kate Bishop que por el relato que se plantea al lector. El volumen incluye un primer arco argumental que se divide en dos partes bien diferenciadas y donde si en el primer relato, Thompson fuerza la introducción del reparto de secundarios de la colección, en el segundo, la aparición estelar de la gran Jessica Jones de Bendis, sube puntos de interés al tebeo, gracias a la magnífica química que transmiten las escenas entre las dos detectives privadas.
En definitiva, un tebeo que se deja leer con agrado, pero que no aporta nada nuevo a esta tendencia actual del tebeo de superhéroes. Leonardo Romero hace un estimable trabajo, mientras que Michael Walsh no consigue cuajar del todo, exceptuando algunas páginas brillantes como ese homenaje a Sunset Boulevard de Billy Wilder. Veremos que le depara el destino a la carismática Kate Bishop ahora que viaja sin la sombra de Clint Barton.
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