5 de septiembre de 2013

Black Kiss 2 de Howard Chaykin


25 años han pasado desde que Howard Chaykin revolucionara el pacato mercado norteamericano con la publicación en 1988 de su magistral y polémica Black Kiss, quizás su obra maestra. Los años 80 fueron los años dorados del enfant terrible del cómic americano, ya que tras el éxito independiente de American Flagg, bajo el sello First Comics,  y uno de los tebeos más influyentes del panorama del cómic americano, realizó con éxito tanto de crítica como de público para DC Comics, sus muy personales reinterpretaciones de dos personajes tan clásicos de la edad dorada como fueron La Sombra y Blackhawk.


En ambas, Chaykin demostraba que sus intereses eran muy claros y concretos: una visión muy negra de la historia americana, personajes amorales y mujeres fatales, además de un uso de la violencia y el sexo que no tenía contrapartida dentro de sus contemporáneos. Pero fuera de las grandes editoriales, y a través del sello Vortex, Chaykin publicó la que quizás sea su obra más conocida, Black Kiss, un tebeo donde la serie negra, el terror y el sexo más explícito, se daban la mano para demostrar que Chaykin sabía como provocar sin olvidarse de contar una historia adictiva, con un ritmo endiablado y unos diálogos que desearía el propio Quentin Tarantino.

La publicación del tebeo no estuvo exenta de polémica, desde la propia Vortex que en principio no quería editar el material, a la furibunda reacción de libreros que no querían tener en sus estantes la obra del famoso autor. Podían parecer otros tiempos, pero la actualidad ha demostrado que no hemos avanzado mucho.


El verano pasado, bajo el sello Image Comics, editorial donde se están refugiando los mejores talentos del cómic americano, apareció la secuela del clásico de Chaykin, como una miniserie de 6 números que tuvo problemas desde el momento de su lanzamiento, ya que la distribuidora Diamond Comics no pudo distribuir el tebeo en Inglaterra y Canada, rechazado este por sus excesos de sexo y violencia. Este mismo año, el gigante Apple se ha negado a venderlo para sus dispositivos móviles.

¿Y es para tanto la polémica alrededor de esta secuela? Por supuesto que no es un tebeo para todos los públicos y que muchas de las imágenes que contiene (y que no voy a reproducir en esta entrada, por si Google me cierra el chiringuito) pueden herir las sensibilidades de según que lectores, pero da lo que promete y con creces, dejando incluso en un tebeo para todos los públicos el título original.


Pero lo más importante, quitando el sexo y la violencia que desprenden cada página del cómic, es si es un buen tebeo. Y la respuesta es un rotundo sí, siendo el mejor tebeo que Chaykin ha publicado desde el original. Tenemos de vuelta al Chaykin de los mejores tiempos, fuera de los trabajos alimenticios que ha estado realizando últimamente para Marvel Comics, siendo cada página una delicia para los fans del autor. Y la historia no se queda atrás, siendo una precuela y secuela a la vez del original, y donde todos los misterios y aquellas cosas que no se contaban en la primera parte o se explicaban de pasada, quedan resueltas y bien resueltas, además de ser una crítica ácida y muy inteligente de la historia americana del siglo XX,  pareciendo además, y este es el mayor cumplido que se le puede dar a esta obra, es que parece que no han pasado los 25 años que existen entre la primera y la segunda parte, como si Chaykin las hubiera realizado del tirón.

Recientemente publicada en un tomo recopilatorio, en grandioso blanco y negro, es un tebeo que recomiendo sin ningún tipo de tapujos, a todo mayor de edad, aficionado a Chaykin y al género negro más hard boiled. Por supuesto abstenerse personas fácilmente impresionables, lo que es una pena, ya que se estarían perdiendo la oportunidad de ver la madurez creativa de uno de los mejores autores de la historia del cómic y el que para el que aquí suscribe, el tebeo más importante de este año. Aventuraos a probarlo si os atrevéis.

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