Es curioso como surgen algunos conceptos de éxito. DC Comics Bombshells no es un proyecto original salido de las páginas en cuatricomía de los comic books, sino que surgió a partir de una línea de figuras y estatuas perteneciente a la línea DC Collectibles que a su vez provienen de unos diseños originales fan fiction -basados en propiedades de DC Comics- realizados por la artista Ant Lucía. Dichos diseños, que reinterpretaban a las heroínas DC como iconos pin-ups, fueron descubiertos por DC Comics, que decidieron, a partir de dichos conceptos, encargar al escultor Tim Miller que desarrollara la mencionada línea.
Visto el éxito de estas nuevas interpretaciones del panteón, tanto clásico como moderno, de heroínas de la editorial, DC decidió publicar una serie regular -aparecida primero como capítulos de 10 páginas de manera digital y luego reproducidas al poco tiempo en comic-books- en la que estos conceptos que no pasaban de la mera interpretación, se convirtieran en protagonistas de una nueva versión Elseworlds del universo DC. Un universo DC donde la aparición de seres superpoderosos se dio en los albores de la segunda guerra mundial y donde solo existen figuras femeninas en el panteón superheróico.
Ya que este nueva versión alternativa de la historia de DC Comics se planteaba desde una perspectiva femenina y feminista, es lógico que la persona encargada de llevarlo a cabo fuera mujer, en concreto la guionista Marguerite Bennet. Junto a ella, un escuadrón de algunas de las artistas femeninas más prestigiosas de la actualidad, encabezadas por Marguerite Sauvage, plantearían un escenario que aunaría una visión divergente tanto del origen del universo DC como de los acontecimientos ocurridos en la segunda guerra mundial.
El resultado: un inteligente e interesante what if que demuestra que las versiones alternativas de DC sigue siendo un caldo de cultivo excelente para desarrollar la creatividad. Bennet, apoyada en un formato seriado limitado a 10 páginas por capítulo, ofrece un amplio escenario que va desde la Nueva York de principios de los 40 a la Rusia comunista, pasando por Themyscira, la isla de las amazonas, para redefinir iconos y personajes femeninos tan usados y conocidos como Supergirl, Wonder Woman, la reciente Batwoman o Batgirl y Harley Quinn, de una manera fresca e inteligente, sin perder en el proceso aquellos elementos esenciales que las hacen seguir siendo tan contemporáneas como en el momento de su creación. Bennet arropa a estos modelos de empoderamiento femenino de un background y un escenario donde la historia del mundo real se fusiona con maestría con las múltiples capas, tonos y escenarios del ingente universo de la editorial. Si a eso le sumamos una calidad gráfica media-alta tenemos como resultado uno de los tebeos más originales y creativos de los últimos años de la editorial y ejemplo de que las buenas historias y los buenos tebeos pueden aparecer desde los lugares más insospechados.
interesante además de que los dibujos pin up eran geniales.... saludos..
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