8 de julio de 2016

DKR The Last Crusade de Miller, Azzarello y Romita Jr.: De la Revolución al Convencionalismo




 Tras un retraso de cuatro meses, llega por fin a las librerías la precuela del Dark Knight original de Frank Miller. Durante treinta años, los lectores de tan influyente obra debatieron por el destino final de Jason Todd, el segundo adolescente que llevó el manto de Robin. Y Miller, junto a su nuevo socio creativo Brian Azzarello y con la ayuda a los lápices de John Romita Jr. han entregado a los lectores aquello que tanto autores como editorial creen que sus bolsillos y el público necesita.



En lo primero no están desencaminados. Al final por curiosidad enfermiza, por coleccionismo desatado o porque a todos aquellos que quedamos marcados por la publicación de la obra original, todos leeremos y compraremos el tebeo. Aunque lo pongamos a caer de un burro. Pero lo compraremos, aunque realmente no lo necesitamos.

Y no lo necesitamos, porque aunque el tebeo como ente individual es un tebeo correcto de superhéroes, con el mejor trabajo gráfico de Romita Jr. de los últimos años, a lo que ayuda mucho el trabajo de Peter Steigerwald a las tintas y al color y un guión solvente, sin estridencias de Miller y Azzarello, el tebeo en su totalidad no aporta nada que no sospecháramos o imagináramos. Es intrascendente.



Intrascendente, porque DC Comics en su afán enfermizo de recuperar una época revolucionaria y ya pasada, sigue intentando sacar petroleo de unos tebeos (Dark Knight y Watchmen) que han sido explotados hasta la extenuación con sus múltiples precuelas, secuelas y spin-offs y que además sentaron las bases para influir en toda una generación de autores que mejor o peor han convertido lo que fue algo especial y nunca visto, en algo rutinario y convencional.



Antes de Dark Knight y Watchmen, los lectores de tebeos mainstream nunca habían visto a superhéroes con debilidades en una atmósfera realista y negrísima y que servía de reflejo distorsionado de unos años ochenta ciertamente temibles. Los superhéroes hasta entonces no tenían defectos, eran seres intachables, su sexualidad ni se la suponía y luchaban por la verdad, la justicia y el modo de vida americano.... si tal cosa existe.



Pero a partir de ahí, ¿cuántos héroes hemos visto caer al fango de la realidad? ¿cuántos tebeos de vigilantes torturados son necesarios para lo que fue radical se convierta en seña de identidad de una industria? Si Stan Lee y Kirby fueron los modeladores del género a partir de los 60 hasta mediados de los 80, Miller y Moore lo han sido, para lo bueno y para lo malo, los últimos 30 años.



Porque si la reinterpretación del Joker como un psicópata despiadado fue impactante en el Dark Kinight original, ya no lo es, tras treinta años de Heath Ledger, Jared Leto, tebeos de Snyder y cientos de autores que han convertido a un personaje unidimensional, excepto Morrison, el único que entiende que los superhéroes deben saber oscilar entre el realismo y la fantasía, entre la madurez y la inocencia.



¿Qué sorpresa puede suponer encontrarnos a Selina y Bruce en la cama, si es algo que ya hemos visto hasta la extenuación en diversos tebeos e incluso en el cine a lo largo de treinta años? ¿Qué efecto puede transmitir la fría y despiadada muerte de Jason Todd, si ya nos lo contó Jim Starlin y Jim Aparo en "Una Muerte en la Familia". O que te puede remover el ser conscientes de que Jason es un psicópata sin empatía, una máquina de matar sin escrúpulos, si hemos tenido a Damian, la saga de Capucha Roja de Judd Winick o las mil y una obras que nos han dicho por activa y por pasiva, que ser superhéroes es estar un poco muy loco.



En definitiva, una obra de auto-onanismo, tanto para un autor que ha olvidado y dejado de lado su radicalismo, sus ganas de provocar, y que intenta evocar los éxitos del pasado sin la frescura de los mismos, como para una parte de la industria y el público que se quedaron congelados cual Steve Rogers en los magníficos tebeos de finales de los 80, unas obras fundamentales de dicho periodo, un punto de inflexión que es necesario dejar ya de lado, para que los lectores actuales podamos de nuevo sentir esa sensación que nos entregaron aquellas obras ya tan lejanas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...