El 12 de Junio del pasado año la comunidad LGBT sufrió un duro golpe con el irracional asesinato de 49 personas en el club The Pulse en Orlando, Miami. La sombra de la intolerancia, el fanatismo y la barbarie volvió a asomar en este mundo enfermo donde una parte de la sociedad, cerrada de miras y fanatizada no entiende o no quiere entender que el amor no entiende de barreras de sexo o raza.
Marc Andreyko, al que desde aquí doy las gracias, tras el dolor de la noticia, decidió a través de un post de su muro personal de Facebook, invitar y reunir a todo autor de cómic que quisiera a desarrollar una antología cuyos ingresos íntegros irían dirigidos a ayudar a los supervivientes de la tragedia y a las familias de los fallecidos, a través de Equality Florida, una organización que lucha por los derechos y las libertades del colectivo LGBT en Florida.
La respuesta a la propuesta de Andreyko fue abrumadora y cada vez más autores se iban uniendo a la iniciativa, mientras IDW junto a DC Comics decidieron apoyarla editándola y distribuyéndola.
El resultado, una obra de amor, donde el dolor se mezcla con la esperanza y todos los autores implicados, sean guionistas, dibujantes, entintadores o coloristas, transmiten su dolor pero también su agradecimiento a todos aquellos que ayudaron y apoyaron a los supervivientes de la tragedia y a una comunidad que siempre ha tenido sus puertas abiertas y que las tragedias provocadas por bárbaros intolerantes y cobardes, cada vez les hacen más fuertes.
A través de relatos de entre una y dos páginas de extensión, nos encontramos con relatos que muchos arrancarán un halo de optimismo, otros te removerán por dentro, pero todos ellos te harán comprender y entender mejor la lucha que aun hoy continua de un colectivo que lucha por lo más importante del mundo, aquello que amas.
Poco más puedo decir. Que lo compréis, que lo leáis, que lo compartáis, que lo regaléis, porque no solo estaréis leyendo/regalando/comprando una magnífica obra, sino que estaréis ayudando a unas personas y un colectivo cuyo mayor pecado el día de la Masacre era divertirse y amar. Ojalá todos los pecados de este mundo irracional fueran esos.
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