Si en la primera quincena de Junio aparecieron los dos primeros y decepcionantes títulos de Before Watchmen, en esta segunda quincena de junio han visto la luz los dos siguientes títulos de este nuevo proyecto de DC Comics. Y esta vez si que han estado a la altura de las expectativas, sobre todo el Comediante de Azzarello y Jones.
Si Darwyn Cooke y Amanda Conner estaban asustados del reto propuesto y no sabían como hacer algo original sin salirse de las líneas maestras creadas por Moore y Gibbons, no es ese el caso de Azzarello. Y no os dejéis engañar por la provocadora portada de su primer número, que parece un tebeo de los malos de Mark Millar. Esto no es un festival estúpido de sangre y tripas para deleitar a la masa adolescente. El Comediante es un relato de la decepción y del fin del sueño. Una obra con un ojo puesto en las novelas de James Ellroy y donde vemos a un Eddie Blake desconocido.
Su relación con los Kennedy, con Jackie, la aparición de los hombres de Hoover. Este no es el Eddie Blake desencantado que conocimos de sus flashbacks en Vietnam o en el principio de Watchmen. Aquí conoceremos las causas, en un título que si que sabe alejarse del original, ya que tiene su entidad propia y gráficamente se aleja de la composición de Dave Gibbons, para que J.G. Jones haga uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. Un tebeo impecable que además le da una patada en los huevos a la versión de Zack Snyder en relación con el asesinato de Kennedy. La versión Azzarello es mucho más impredecible por lo que conocíamos del personaje, pero mucho más inteligente para su evolución.
Y llegamos al Nite Owl del temible Straczynski. Y no saca mala nota. En el tebeo nos encontramos dos partes diferenciadas tanto temáticamente como de calidad. La primera mitad, centrada en un Danny pre-Búho Nocturno es la más interesante. Conocemos a su abusador padre y las razones de su retraimiento y su caballerosidad y nobleza con las mujeres.
La segunda mitad es la más fan fatal. Su primer encuentro con Roscharch, con Silk Spectre y la primera reunión de los Crimebusters, que ya vimos en el número 2 de la serie original. Y esos son los momentos más prescindibles del ejemplar, porque es algo ya visto y a lo que Straczynski no le aporta nada nuevo. Pero en definitiva es un tebeo interesante y bien hecho, dibujado de manera clásica y elegante por el dúo hijo y padre formado por Andy y Joe Kubert.
Por supuesto, el complemento de dos páginas centrado en la historia de los piratas es aburrido, intrascendente y una demostración de que muchos no entendieron la razón de su inclusión en la obra original. Pero si después de más de 25 años no lo han entendido, no me voy a poner yo a explicárselo.
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