El relato de venganza es una constante en el género criminal y noir. Y la pareja de jóvenes criminales, tan deseosos de la adrenalina de la violencia como de la del sexo, es también una convención dentro de un género que vuelve a vivir una segunda juventud en el noveno arte. Títulos como las excelsas colaboraciones entre Brubaker y Philips (Criminal, Fatale, The Fade Out o Kill or be Killed, Moonshine de Azzarello y Risso o los menos conocidos The Last Days of American Crime de Remender y Tocchini o Blue Estate de Victor Kalvachek son buena prueba de ello. Pero si ha habido un autor que ha sabido aunar el aroma clásico del cine de los 60 y 70, entre Peckinpah y Melville ha sido Victor Santos y su gráficamente fastuosa Polar.
En colaboración con el guionista Frank J. Barbiere y de la mano de Image Comics, ambos autores ofrecen a todos los seguidores del noir un nuevo trabajo llamado Violent Love. Una historia en diez partes que sigue la ya conocida historia de dos jóvenes criminales, Daisy Jane y Rock Bradley, repleta de muerte, sexo y violencia. Pero con un twist. Y ese twist es tanto argumental como formal. En primer lugar, porque un relato una y mil veces visto es aquí retorcido a través de sus estereotipos para mantener la tensión y el interés del lector hasta la última página del relato. No contentos con esto, el relato de venganza se convierte en una historia de redención y perdón, donde aquellos lugares comunes que cualquier aficionado al género puede telegrafiar, son transformados para entregar una experiencia tan similar como diferente.
En cuanto a su apartado formal, Victor Santos supera los enormes aciertos de su ya mencionado Polar, con un trabajo que de nuevo sigue siendo una mezcla perfecta de autores tan dispares como Bruce Timm y Frank Miller, junto a toques de Steranko y Alex Toth. Pero con todas esas influencias, Santos en ningún momento pierde su personalidad, ya que sabe sacar partido de cada una de sus influencias, entregando composiciones arriesgadas y diferentes página tras página. Desde splash pages que rinden tributo a composiciones con un pie en los 60, a páginas completas que introducen al lector en el ambiente y el tono de cada sección del relato, gracias también a una paleta cromática que da lugar al tono del relato en cada momento. Sin olvidar que la composición de página nunca se vuelve monótona, adelantando la acción, e incluso introduciendo capas de significado en viñetas superpuestas sobre la acción principal, para ofrecer el máximo de información y significado en cada una de las páginas sin perder el ritmo o la comprensión narrativa.
Resumiendo, Violent Love es un tebeo de género negro de primera categoría, tan convencional en su aparentes tópicos, como original en la manera de plasmarlo y contarlo, con un efectivo y certero guión de Barbiere y un impresionante uso de todos y cada uno de los recursos gráficos de la historieta, de la mano de uno de los mejores narradores visuales del cómic contemporáneo.
Estaré atento a esta obra por si cae por alguna biblioteca.
ResponderEliminarUn saludo