El universo y el sello Wildstorm -creado por Jim Lee tras su marcha de Marvel Comics en el año 1991- fue uno de los sellos que integró una primigenia Image Comics, junto a otros top artist de la década como Todd McFarlane, Rob Liefeld, Erik Larsen o Marc Silvestri. Para hacer honor a la verdad, el sello Wildstorm no se llamó así en los inicios del mismo, sino Homage Studios, donde Jim Lee y Marc Silvestri compartían estudio e incluso interacciones entre series y artistas. Pasado el tiempo, Silvestri y Lee se separarían, fundando Silvestri Top Cow y Jim Lee el sello Wildstorm.
Pero más allá de condiciones editoriales -como que en 1999 Jim Lee abandonaría Image y se llevaría su sello a DC Comics, lugar donde el sello publicaría sus mejores trabajos- lo importante es desentrañar la importancia de esta línea editorial. Y el paso del tiempo ha demostrado que lo fue, y mucho, para la evolución del tebeo de superhéroes mainstream americano. Esto es lo que celebra este volumen recopilatorio de más de 200 páginas, donde se hace un repaso somero de lo que significó dicho sello.
El volumen incluye de manera aleatoria en su estructura, pero lineal en su cronología, algunos de los hitos más importantes de la editorial, a través de ilustraciones y pin-ups donde se recogen los títulos y personajes fundamentales de Wildstorm, junto a reediciones lógicas en una antología, pero caprichosas en su presentación -el valor del primer número de Wildcats en blanco y negro es muy discutible- con otros contenidos de sumo valor para el aficionado al sello, como los dos primeros ejemplares de la etapa de Mark Millar y Frank Quitely en The Authority, sin la censura que le impuso DC Comics para publicarlos y que se reduce, comparando ambas versiones, a la eliminación de detalles que refuerzan la parodia a Los Vengadores -pero que sin ellos sigue siendo evidente- o detalles más escabrosos y explícitos de ultraviolencia.
Aún más interesante es la reedición del primer Wildcats de Grant Morrison y Jim Lee, un reinicio que no llegó a despegar del universo Wildstorm en 2006 y del que solo salió su primer y prometedor ejemplar. La inclusión por primera vez del guión del segundo ejemplar, hace intuir que la escena de sexo entre Voodoo y dos mujeres, quizá fue demasiado para la pacata editorial. Además, el volumen incluye la propuesta global de Morrison, que leída, hace soñar con el que podía haber sido uno de los tebeos definitorios de la primera década del nuevo siglo.
A su vez, la antología también incluye breves relatos realizados para la ocasión, de algunos de los personajes y series más emblemáticos de la historia de la editorial. Para mayor alegría del aficionado, los autores originales vuelven a acercarse a sus creaciones y así, podemos leer de nuevo un breve relato de los añorados Gen 13 por un Scott Campbell que dejó de prodigarse en el mundo del cómic para dedicarse únicamente a cobrar por portadas, a Warren Ellis y Bryan Hitch volver a introducirse en The Authority, a Jim Lee y su Deathblow o en menor medida a Brett Booth y su Backlash.
Por supuesto, este volumen tendrá interés para todos aquellos que fueron seguidores del sello y sus series a partir de los años 90. Pero también puede ser interesante para estudiar la evolución de una manera de entender los cómics de superhéroes, que comenzaron siendo el arranque irresponsable pero repleto de ilusión de un joven autor y que a medida que fue madurando, el sello lo hizo con él, convirtiendo lo que no fue en sus orígenes más que un remedo de lo que venía del pretérito, a convertirse en generadores de influencia y maneras de entender un género, que quizá sin Wildstorm y los autores que se pusieron a disposición del mismo, quizá habría languidecido antes de que hubiera terminado el siglo pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario