Como todo buen evento que se precie, Vengadores Vs. Patrulla X se diversifica a lo largo y ancho del cosmos mutante y vengador, a la manera de todos y cada uno de los eventos que Marvel lleva entregando con mejor o peor fortuna desde la ya lejana Civil War, es decir, los lectores que quieran leer únicamente la serie principal no tendrán que dejarse los cuartos en todas las series regulares que corren en paralelo a la miniserie principal, pero todas ellas complementarán y profundizarán en aspectos que no tienen cabida en la historia principal por falta de espacio.
Y si en este primer mes hemos visto en la miniserie como las posturas enfrentadas de Cíclope y el Capitán América han llevado al enfrentamiento a los dos supergrupos, en las series regulares de ambas alineaciones veremos las razones y el porqué de la elección de bandos, exceptuando Vengadores Secretos que ocurre posteriormente a los acontecimientos de los dos primeros números de la serie central.
En ella, vemos como el nuevo guionista Rick Remender tiene a su cargo al grupo espacial que ha formado Steve Rogers para contener a la fuerza Fénix antes de su llegada a la tierra y donde este nuevo talento saca oro de la interacción entre personajes a los que les da una nueva vuelta de tuerca, y donde a su vez tendrá que lidiar con el nuevo intento de resurrección de un personaje muerto hace tiempo y que no se yo si será bien recibido por el fandom. A los lápices le ha tocado lidiar con el temible Renato Guedes, aunque el toque indie que le ha dado a su trabajo en esta etapa de la colección mejora el trabajo entregado en otras colecciones como el Lobezno de Aaron.
Y de dibujante a dibujante llegamos a la serie principal de Los Vengadores, donde Bendis forma equipo con una auténtica leyenda del comic-book americano, Walter Simonson, que demuestra estar en plena forma. En este ejemplar lidiaremos con un Capitán América que en el peor momento de su carrera se encuentra con la difícil situación de la llegada de la fuerza Fénix y el enfrentamiento con la raza mutante. Mientras tanto, en Nuevos Vengadores, que este mes disfrutamos de número doble, Bendis remata la trama del regreso de Osborn, y el nuevo status quo en la relación de Luke Cage y Jessica Jones, además de salirse por la tangente y revelar la relación que existe entre el Puño de Hierro y sus ancestros y su enfrentamiento eterno con la fuerza Fénix. Veremos que saca Bendis de ese nuevo ejercicio de retrocontinuidad.
En cuanto a las series mutantes, el enfrentamiento definitivo del universo Marvel se seguirá en las dos cabeceras principales de la franquicia, es decir, en las colecciones de Aaron y Guillen. Aaron, muy bien acompañado de Bachalo, se centra en la difícil decisión que Lobezno tiene que tomar al ponerse del lado de Los Vengadores y enfrentarse a su raza, familia y amigos. En la serie de Gillen al contrario, es decir, tenemos el punto de vista de los aliados de Cíclope, en concreto Namor y aunque este número es el más dependiente de la serie principal del evento, repitiendo en demasía lo ya expuesto en esta, vale su peso en oro solo por la incendiaria carta-manifiesto que envía Cíclope a la humanidad, demostrando que cada vez está más cerca del sueño de Magneto y no del de Xavier.
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