Aunque el mercado español esté revolucionado actualmente por la aparición de las exitosas y polémicas colecciones del nuevo universo DC llamado "Los Nuevos 52", ECC Ediciones no se ha olvidado del rico pasado de la editorial, centrado sobre todo en éxitos y clásicos de los años 80 y 90 (el mercado no está para arriesgar actualmente) como los que vienen a continuación.
El primero de ellos es el que ha aparecido más recientemente en nuestro país, en concreto el pasado mes de Septiembre y es ni más ni menos que el primer volumen del Superman de John Byrne, quizás el mayor éxito de DC Comics en los años 80, con perdón del Dark Knight de Miller y Watchmen de Moore y Gibbons.
El primer volumen del que esperemos sea el primero de muchos, contiene la miniserie original que Byrne realizó en 1986, llamada "El Hombre de Acero" y el primer número de la nueva colección regular del personaje que se llamó escuetamente Superman.
Una reinterpretación que ha quedado en los anales de la historia como el Superman definitivo y que hace palidecer al actual Superman de Grant Morrison (un patinazo en toda regla, más doloroso si cabe, cuando el escocés lo bordó en su All Star Superman junto a Frank Quitely).
Y es un Superman definitivo, porque Byrne sacó lo mejor del héroe primigenio y lo renovó para las audiencias de los años 80. En los primeros seis números, Byrne nos revela un nuevo Krypton, más frío e inhumano y que visualmente parece sacado de las pesadillas de Guido Crepax, nos introduce a la adolescencia de Clark Kent, nos presenta Metrópolis, a Lois Lane, a un Lex Luthor que nunca volvería a ser el mismo (menos para Bryan Singer) y revela nuevas versiones de villanos tan emblemáticos como Bizarro. Sin olvidar la introducción de Lana Lang o la kriptonita, que tendrá su relevancia en los siguientes ejemplares de la etapa, como podemos ver ya en este volumen, que también incluye el primer número de la serie regular Superman.
Pero lo que más destacó del Superman de Byrne fue su acercamiento a la humanidad, algo necesario para una época en la que los personajes más famosos del cómic eran falibles. Byrne deja a un lado las raíces kriptonianas del personaje y le acerca más a la tierra, sobre todo al sentimiento americano (es lo que tiene ser publicado en la época Reagan). Un tebeo que proviene de una manera de hacer tebeos que ya no se estila (el primer número de la miniserie habría ocupado mínimo seis números de la serie regular realizada por autores actuales) pero que sigue manteniendo su magia 25 años después de su publicación. Un tebeo imprescindible para aficionados de Superman, de DC Comics y de los buenos tebeos en general.
Y de un clásico con mayúsculas, pasamos a otro. Y no es para menos, porque estamos hablando de "El Universo DC de Alan Moore" un recopilatorio con una fastuosa portada de Brian Bolland, donde se recopila todo el trabajo del inglés durante los años 80 para DC Comics, exceptuando por supuesto su etapa en La Cosa del Pantano.
Un volumen donde vemos todos los personajes en los que Alan Moore ha dejado su impronta. Desde clásicos absolutos como el annual 11 de Superman llamado "Para el Hombre que lo tiene todo" junto a Dave Gibbons, su "¿Qué fue del Hombre del Mañana?", la última historia del Superman pre-Crisis y quizás el mejor relato del Hombre de Acero jamás escrito o la magistral "Batman: La Broma Asesina" con el origen definitivo del Joker y cuyo único pero es que se reedite en este volumen con el nuevo color que realizó Bolland para la edición aniversario del 2008, inferior bajo mi criterio a la del original de Higgins.
También hay pequeñas joyas del inglés, como ese original retrato de Clayface, uno de los villanos clásicos del Hombre Murciélago, perteneciente al anual 11 de Batman o el crossover entre Superman y su Cosa del Pantano. Sin olvidar los relatos que ampliaban el universo de los Green Lantern, realizados junto a Kevin O'Neill, su media naranja en La Liga de los Hombres Extraordinarios y que luego a usado y abusado de ellos Geoff Johns en su ya eterna etapa al frente de Green Lantern en la actualidad.
Para terminar, el volumen también incluye historias que no veían la luz en nuestro país desde que la editorial Zinco las editara en los años 80, como los dos números de la serie Vigilante, sus relatos para Omega Men o la historia de complemento de Green Arrow y Canario Negro que apareció en Detective Comics (esta última creo que no la editó ni Zinco), sin olvidar su polémico origen del Phantom Stranger, con implicaciones católicas de por medio.
Un tomo que satisfará a aquellos que ya tenemos las historias en diversos formatos y que ahora lo podemos recopilar en un bonito volumen e imprescindible para todos aquellos que quieran adentrarse en la obra de un genio como Alan Moore.
Para finalizar, un tebeo más actual, aunque ya tiene la friolera de 13 años. Una obra cuya publicación es irónica junto al nuevo universo DC, porque es un magnífico ejemplo contemporáneo de como utilizar la larga historia de una editorial, consiguiendo atraer a nuevos lectores.
Porque la reintroducción del clásico grupo de justicieros de la Golden Age para las audiencias del siglo XXI es un perfecto tebeo que sabe aunar tradición con modernidad sin perder sus señas de identidad por el camino. Sus autores son verdaderas enciclopedias del universo DC y fans por encima de todas las cosas. Desde un James Robinson recién salido de su magistral Starman a dos nuevos talentos como Goyer y Johns que comenzarían a despuntar a partir de aquí. Un primer volumen que recopila los 9 primeros números de la serie regular y el especial JSA: Secret Files que lo inició todo en un formato perfectamente ajustado en calidad y precio y que como se dice habitualmente, es solo el principio de uno de los mejores tebeos DC de su larga historia.
Mucho material antiguo pero leve apuesta por series nuevas, más de lo mismo, igual que con Planeta.... distinto collar, pero el mismo perro.
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