Que difícil es hablar y opinar sobre un tebeo que fue un antes y un después para ti. Un tebeo que te abrió las puertas a un universo de fantasía que has seguido a lo largo de más de 30 años y que a día de hoy te da por igual alegrías y tristezas. Ese tebeo para mi es Secret Wars, el tebeo que abrió definitivamente las puertas del universo Marvel a un niño de 9 años.
Un niño que por aquel entonces era fiel lector del Conan el Bárbaro de Roy Thomas y John Buscema y que picoteaba de vez en cuando a los 4 Fantásticos y Spiderman gracias a las ediciones de Forum y Bruguera, además de a los sempiternos Batman y Superman. Pero la aparición en junio de 1985 en España del primer ejemplar de Secret Wars fue un hito en su corta vida hasta entonces, un tebeo que le atrapó y que le dio pie a comenzar a seguir al resto de personajes de un universo Marvel que por primera vez se editaba con algo de cuidado y respeto gracias a comics Forum.
Por eso es difícil 30 años después leer y opinar sobre un tebeo que fue tan importante para él. Un tebeo que siguió religiosamente mes a mes y que cuando volvió a clase tras el verano, vio como otros compañeros suyos que se convertirían en grandes amigos hasta la actualidad, también lo estaban siguiendo y disfrutando como algo nunca visto. Mes a mes, los tres acudían como un ritual a comprar el nuevo ejemplar de una colección y lo devoraban y comentaban una y otra vez en la hora del comedor, aderezado y complementado por las aventuras que desarrollaban en el recreo con las figuras de acción de Mattel, verdadero objeto de coleccionismo en aquella época.
Tras Secret Wars llegaron muchos más tebeos y alegrías, descubriendo a la Patrulla X de Chris Claremont, el Spiderman de Roger Stern, Tom de Falco y Bill Mantlo, el Iron Man de Micheline y Layton, el Capitán América de Stern y Byrne o Los Vengadores de Shooter. Y Secret Wars lo comenzó todo. Luego llegarían las Crisis de Wolfman y Perez, el Batman de Miller, el Superman de Byrne o la JLI de Giffen y DeMatteis pero esa es otra historia.
Y ahora ese niño se encuentra en la tesitura de valorar con el paso del tiempo de manera objetiva si ese tebeo que era algo como nunca se había visto hace 3 décadas ha sobrevivido al paso del tiempo y lo más importante, si en el fondo es un buen tebeo. Y la respuesta trístemente es que no.
Leída de nuevo, las Secret Wars originales, demostración fehaciente del cada vez mayor ego del editor Jim Shooter, no pasan casi ni el aprobado raspado. Cierto es que los primeros tres ejemplares de la colección son lo más redondo del conjunto, sobre todo porque Mike Zeck entrega un trabajo casi espléndido. Pero el problema es que aunque simples, estas Secret Wars se le acabaron atragantando narrativamente a Shooter.
Por supuesto, si eres un lector casi neófito como lo era yo en el año 1985, no lo notas. Pero si has leído las series regulares que aparecían por aquel entonces, puedes observar como todos y cada uno de los personajes están completamente fuera de personaje. El caso más flagrante es la Patrulla X, empezando por un Lobezno que deja fuera toda la complejidad y dramatismo que Claremont le había imbuído al personaje, convertido casi en un Ronin atormentado e involucionado por Shooter en un macarra sanguinario y poco amigable. Lo mismo decir de Magneto, el mejor villano del universo Marvel, completamente desaprovechado en esta colección. Y que decir de Jim Rhodes, un Iron Man novato repleto de dudas, inseguridades y rencores que brillaban por su ausencia en la serie regular de Micheline y Luke McDonnell.
Lo mismo para el desaprovechado plantel de supervillanos que están para hacer bulto, exceptuando al Hombre Molecular y por supuesto el Doctor Muerte, verdadero protagonista de la historia y quizás el único punto de interés de toda la colección.
Porque el resto es un reparto de hostias como panes y una excusa argumental traída por los pelos, donde héroes y villanos Marvel han sido raptados a una dimensión desconocida para que se zurren y supuestamente conseguir un premio de un ser llamado el Todopoderoso. Pero tras una primera mitad bastante correcta, aunque con los problemas de caracterización ya comentados, donde los diálogos y las situaciones que les ocurren a cada uno de los personajes podrían ser cambiados aleatoriamente por otros y no notaríamos la diferencia, la segunda mitad de la serie cae en picado, redundando en los temas ya plasmados anteriormente y mostrando una dejadez en el acabado final bastante lamentable.
Por supuesto que al niño de 9 años que fui esos detalles pasaron inadvertidos en su momento y la disfruté nunca mejor dicho como un enano. Pero otras obras contemporáneas a estas Secret Wars como los 4F de Byrne o el Spiderman de Stern siguen siendo actualmente unos pedazo de tebeos que puedes leer una y otra vez sin cansarte.
Y ese es el problema de esta colección. Un hito porque fue el primero de los mil y un eventos que la editorial comenzó a sacar anualmente y que siguen en plena forma en la actualidad, pero un tebeo con un guión muy pero que muy flojo y un arte más que correcto en los primeros ejemplares, pero que va cuesta abajo y sin frenos en su segunda mitad.
En definitiva, un tebeo que tiene más fama y reconocimiento por lo que significó para una generación de lectores, que por el tebeo en si mismo. Y gracias a ello, Panini ha publicado este mismo mes una reedición integral que solo puede calificarse de excelente. Color restaurado que es un antes y un después si lo comparas con las ediciones anteriores y una colección de extras muy completos, donde destaco por su valor sentimental el dedicado a mis añoradas figuras de Mattel y sobre todo por esas páginas originales a lápiz del primer ejemplar, donde podemos observar el caos y descoordinación que reinó en la edición de este clásico con pies de barro.
Fue un hito para mí también. Una experiencia atada a la nostalgia. Evaluarla de forma objetiva es imposible para mí. Es un hijo: puede ser feo y malo, pero no puedes dejar de quererlo. Y no, no es tan feo ni tan malo :)
ResponderEliminarPor supuesto que es un tebeo que nos marcó a nuestra generación. Pero poniéndolo en comparación con otras obras de la época, 4f de Byrne, Patrulla X de Claremont, Los Nuevos Titanes o las Crisis en Tierras Infinitas, le cuesta equipararse. Los otros tebeos mencionados me marcaron tanto como estas Secret Wars, pero actualmente los sigo disfrutando. Pero aunque algo feo y malo, siempre le tendré en un rincón de mi corazón.
Eliminar