Desde que en 1941 apareciera el primer número de World’s Best Comics, cambiado a partir del segundo número por el más reconocible título de World’s Finest Comics, Batman y Superman han tenido, a lo largo de casi 80 años, siempre un título en el que ambos justicieros, tan parecidos en su lucha, como distintos en su aproximación a la misma, han unido fuerzas, casi siempre con resultados poco memorables.
La razón, que los sucesos que en dichas series en las que han compartido cabecera, desde la primigenia World’s Finest a las más recientes Batman/Superman o Superman/Batman, nunca han sido memorables, ya sea por la escasa capacidad de los autores que han estado involucrados, o porque los acontecimientos memorables de ambos personajes se narraban y se narran en sus propias series regulares.
Cierto es que existen etapas o especiales que rompen dicha norma, como la fabulosa miniserie de tres ejemplares Prestige aparecida en 1990, realizada por Dave Gibbons y el gran y nunca suficientemente laureado Steve Rude, o algunas de las historias que Jeph Loeb, junto a EdMcGuinness o Carlos Pacheco, realizara en la serie regular Batman/Superman aparecida en 2003.
La última intentona de hacer relevante dicha cabecera fue en el año 2013, en la infausta etapa conocida como Los Nuevos 52. Los autores a cargo de la misma fueron el competente Greg Pak y el atmosférico Jae Lee. Pero Lee abandono pronto el barco y la serie, como los volúmenes anteriores fue languideciendo en las estanterías de las librerías especializadas.
¿Cómo volver a recuperar el espíritu de World’s Finest y hacerlo relevante y atractivo para las nuevas generaciones? Peter Tomasi, el guionista que ha conseguido triunfar con su revisitación del mejor Superman desde los tiempos de John Byrne, tiene la respuesta: Jon Kent y Damian Wayne.
Tomasi, junto al dibujante Patrick Gleason, tomó el relevo de la serie Batman y Robin, tras la marcha de Morrison de las series del murciélago y abrazó a Damian, creación de Morrison, convirtiéndolo en un memorable personaje, tanto junto a Dick Grayson, como junto a su padre, Bruce Wayne.
Lo mismo ha conseguido dicha pareja creativa con Jonathan Kent y su padre Clark, entregando otro memorable personaje que está en el mismo camino de aprendizaje que Damian. Y como sus padres tienen bastante de lo que preocuparse en sus series regulares centrales, el paso lógico era entregarles una serie para ellos solos, donde pudieran aprender, equivocarse y convertirse en los nuevos Batman y Superman.
Y eso hace Tomasi junto al dibujante Jorge Jiménez. Aventuras ligeras, que no intrascendentes, donde el guionista sigue construyendo grapas de 20 páginas que se leen con verdadero disfrute y donde el protagonismo de los dos jóvenes héroes queda perfectamente repartido, aunque Damian destaca sobremanera, convertido en esa réplica paródica de su propio padre, con guiños al Batman de la Lego Película.
Jorge Jiménez remata una colección que devuelve el sentido de la maravilla y el optimismo al universo DC, con un perfecto equilibrio entre humor, acción y sentimientos, demostrando que a estos nuevos iconos de DC, les queda mucho camino por recorrer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario