Las nuevas Secret Wars ya están aquí, 30 años después de que las originales sacudieran el universo Marvel y a sus aficionados y el mundo de los cómics y sus megaeventos se convertirían en algo normal y no especial. A partir de ahí, casi no pasó un año en el que no hubiera una gran historia que no fuera a romper los cimientos de la editorial. El único momento de tranquilidad para los lectores fueron los primeros años de la época Quesada/Jemas, hasta que Brian Michael Bendis y su Dinastía de M, devolvieran el brillo a algo que parecía del pasado.
A partir de ahí, Marvel nos ha entregado anualmente y a veces incluso menos, evento tras evento supuestamente trascendente que nos ha llevado a donde estamos ahora. De Dinastía de M, pasamos a las Civil War y de ahí a eventos con mayor o menor lustre como Secret Invasion, Miedo Encarnado, La Era de Ultrón o el más reciente, Axis. ¿Entonces porqué estas Secret Wars han sido recibidas con tanto revuelo?
El primer motivo es la nostalgia de unos aficionados que como yo teníamos 10 años cuando los leímos por primera vez y ahora nos acercamos con 40 años a este megaevento recordando unos tiempos más sencillos. Pero el más importante es el artífice del mismo, Jonathan Hickman, guionista amada y odiado a partes iguales, incluso por un mismo aficionado, que lleva construyendo el camino a esta historia desde hace ya 5 años.
Porque esta historia río comenzó con sus 4 Fantásticos allá por 2009-2010. Y el guionista recogió el relevo a muchos años de historias intrascendentes y autores que nunca habían llegado a los niveles de excelencia de Stan Lee y Jack Kirby o John Byrne. E inmediatamente supo dar con las claves del éxito de los personajes más representativos del Universo Marvel: Grandes historias, grandes caracterizaciones de personajes, conceptos más grandes que la vida y una historia que no le permitía un respiro al lector y una atención que pocos tebeos de superhéroes pretenden.
Porque el entramado de Hickman era complejo, repleto de pistas y conceptos que necesitaban de repetidas lecturas para comprender el alcance de lo que nos estaba contando. Gracias a él, volvimos a creer en la Primera Familia del Universo Marvek, hizo madurar a Johny Storm, supo sacar partido a Franklin Richards y sobre todo a su hermana Valeria, devolvió al Doctor Muerte al panteón de los grandes personajes Marvel. Y comenzó a plantear el concepto de Multiverso con el cónclave de Reed Richards del Multiverso.
No contento con eso y tras realizar también en paralelo Guerreros Secretos y la inconclusa Shield, tomó el relevo de Bendis en las series Vengadoras. Y el cambio fue radicalmente distinto. De los entornos urbanos a la galaxia y el multiverso como límites. De las conversaciones de bar y los héroes más terrenales a los mitos y las leyendas.
Muchos han criticado a Hickman, (yo mismo lo he hecho), por sus ínfulas filosóficas y pseudo-intelectuales, por lo complejo de sus tramas y por la frialdad de sus personajes. Pero eso solo es lo que aparenta en un primer vistazo. Porque Hickman también sabe mostrar la humanidad de los mismos, solo hay que ver el magnífico tratamiento de familia de los 4F o la relación de los niños de la Fundación Futuro.
Y no olvidemos el gran conflicto de su etapa Vengadora, la muerte de la amistad de dos iconos como Steve Rogers y Tony Stark, representados como Vida y Muerte en ese inicio de etapa. Una relación ya dañada otras veces, la más cercana en Civil War, pero que aquí Hickman sabe tratar de una manera más compleja e interesante que lo hizo Millar. El motivo, que aquí no hay buenos y malos, sino hombres con ideales y principios que se encuentran en una situación límite.
Y esa situación límite es la muerte del Universo, un descubrimiento que solo saben los Iluminati y que convierten a estos personajes en las mayores víctimas de una trama que les convierte en verdugos a su pesar y donde tienen que tirar por el suelo todas sus convicciones morales a costa del bien común.
Y ahí encontramos los mejores momentos de la etapa Hickman, centrados en el título Nuevos Vengadores, y donde vemos como lleva a los integrantes de este grupo secreto hasta el límite y más allá, con especial atención a Namor y Pantera Negra, en un conflicto súmamente interesante y que es de lo mejor que nos ofrece esta etapa.
Y Hickman llega a lo que es el gran prólogo de Secret Wars, en la saga "El Tiempo se Acaba", una historia con un ritmo endiablado donde todas las tramas se juntan, (casi) todos los enigmas y secretos salen a la luz y el clima de fatalidad que se cierne sobre toda la etapa llega a su climax.
Un clímax que ocurre en el primer número de Secret Wars, perfecto prólogo a las Secret Wars y epílogo de esa etapa Vengadora, donde el destino del universo Marvel y el universo Ultimate llega a un trágico final, el destino de muchos personajes queda en el limbo y como dicen los titulares, "El Universo Marvel nunca volverá a ser el mismo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario