La llegada de Paul Jenkins a la colección de Hellblazer no debió ser una tarea fácil, sobre todo tras la etapa de Garth Ennis, un referente de como se debe escribir a John Constantine. Más difícil todavía si nos encontramos con un autor casi novel en las labores de escritor, que debía herederar el trabajo de tres autores como Alan Moore, Jamie Delano y el ya mencionado Garth Ennis.
Jenkins tomó el camino del medio: emuló el tono más espiritual y abstracto de los últimos ejemplares de la etapa de Delano, mezclado con el costumbrismo de Ennis. Por supuesto, el escritor le aportó un elemento que el personaje todavía no tenía como atributo: una mayor humanidad y sensibilidad, además de una melancolía que esta etapa transmite por todos sus poros.
Y el autor, tras unos primeros ejemplares para acondicionarse, quizás los menos interesantes, donde Constantine se hace uno con el planeta tierra, acelera y se enfrenta a la que quizás sea la saga más interesante de este primer tramo con el personaje: Masa Crítica.
En esta historia en cinco partes, Jenkins resuelve el conflicto con el que Ennis comenzó y finalizó su etapa, el pacto diabólico de Constantine para librarse de un cáncer de pulmón terminal, donde los fantasmas del pasado no dejan de perseguirle y Constantine debe abandonar todo aquello que le está lastrando en un giro argumental ingenioso e inesperado y que se encuentra entre lo mejor que ha escrito Jenkins.
Esta historia tiene su continuación en el número 100 de la colección, donde como epílogo, Constantine debe enfrentarse con Satanás y el fantasma de su padre, sirviendo esto al autor para dar a conocer a los lectores una parte del pasado del personaje no conocida hasta el momento y que le convierte en un personaje con muchas más capas de humanidad.
Sean Philips, uno de los dibujantes más importantes e interesantes de la actualidad acompaña y refuerza los guiones de Jenkins en el que quizás fue su primer gran trabajo relevante, entregando un grafismo que explotaría cuando se fusionó como pareja creativa de Ed Brubaker.
El problema de esta primera mitad de etapa es que aunque tiene sus aciertos, nunca llegan a cuajar del todo los guiones de un Jenkins primerizo que bebe de los autores anteriormente mencionados y de la estrella del momento, Neil Gaiman, pero sin dotar a sus historias de una personalidad definida, algo que le ha arrastrado a lo largo de toda su carrera.
Pero eso no quita que además de la saga anteriormente mencionadas, Jenkins brille ocasionalmente en historias autoconclusivas y más pequeñas como En la Línea de Fuego, una historia nostálgica y bella de amor espectral o El Fútbol es Así, una visión del fanatismo del fútbol que seguro no dejará a nadie indiferente.
En definitiva, una etapa curiosa pero no fundamental, con aciertos aislados, pero que no posee la fuerza definitoria de otras etapas del personaje como la de Ennis, Delano o la polémica pero impactante etapa de Brian Azzarello, que gana puntos sobre todo por el extraordinario trabajo de Sean Philips a los lápices.
Buena reseña, estoy ahora con el primer tomo de Ennis de ECC y me está encantando, pero he visto el segundo tomo y el dibujo me parece feisimo, me recomiendas que sigas después del primer tomo? O con el primero me hago una idea y paso a Azzarello o mas adelante con Delano??
ResponderEliminarUn saludo y gracias
A mi personalmente me gusta mucho más el dibujo de los tomos 2 y 3, de la mano de Steve Dillon, que los del primer volumen, obra de Will Simpson. Creo que Steve Dillon es la mejor pareja artística que ha tenido Ennis, tanto en Hellblazer como en Predicador. Continúa con los dos tomos que te faltan de Ennis, porque me parece lo mejor que se ha escrito del personaje. Luego la etapa de Azzarello es diferente pero muy interesante y atrevida. Y Delano se ha quedado algo viejo con el paso del tiempo. El comienzo de la etapa está muy bien, pero en sus últimos números se pierde algo en su falsa trascendencia y sus viajes espirituales. Pero todo depende de que te guste más. Gracias por escribir!!
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