Una de las mejores obras que salieron de los últimos estertores de la castigada línea Nuevos 52 de DC Comics fue la Batgirl del equipo creativo formado por Cameron Stewart y Brendan Fletcher como guionistas y Babs Tarr como dibujante, donde a lo largo de casi 20 entregas, redefinieron a un personaje ahogado en la pesadumbre de los años 80 desde entonces y que aquí se acercaba más a los preceptos del Scott Pilgrim de Bryan Lee O'Malley que a los góticos callejones de Gotham City.
Con la llegada del Renacimiento DC, el equipo creativo de las nuevas aventuras de Barbara Gordon se fueron a Image Comics a probar fortuna, pero por el camino dejaron trabajos tan recomendables como la miniserie de doce números protagonizada por Canario Negro o la única serie que sigue en circulación, la deliciosa Gotham Academy.
Pero Barbara se había ganado el corazón de toda una nueva legión de lectores y la editorial no iba a abandonar la oportunidad de hacer caja, duplicando las apariciones de la hija del Comisario Gordon en dos títulos, Batgirl y Batgirls and The Birds of Prey.
La primera de ellas, Batgirl, está formada por un equipo creativo de auténtico lujo. Por una parte, Hope Larson, la escritora y dibujante independiente que aquí solo hace las labores de escritura y en el apartado artístico Rafael Albuquerque, uno de los mayores talentos del panorama actual que lamentablemente solo nos acompaña en los primeros cinco ejemplares de la colección.
Por ello, al apartado artístico no se le puede poner ninguna pega. Albuquerque borda su trabajo entregando arte secuencial en estado puro, sabiendo aportar dinamismo y recursos estilísticos únicos a las escenas de acción pero sin olvidar los momentos más tranquilos y reposados.
En cambio, el guión de Larson es cumplidor pero no brilla en conjunto, entregando una aventura a lo largo y ancho de Asia, con toques de cine oriental que se deja leer con agrado pero que se queda muy por detrás de lo que consiguió el equipo creativo anterior. Habrá que ver en los próximos meses como se le da la vuelta de Barbara a Burnside, hogar de la etapa Stewart/Fletcher.
Por otra parte tenemos el team-up formado por Batgirl, Canario Negro y La Cazadora, salidas las dos primeras de su resurgimiento en las homónimas etapas de Stewart y Fletcher y Helena Bertinelli rescatada por Tim Seely en la aplaudida Grayson. Las artífices de este Renacimiento son Julie y Shawna Benson como escritoras, siendo el dibujante principal de la colección Claire Roe.
El resultado, un tebeo con buenas intenciones, centrado en la aparición de una nueva Oráculo que está manchando la imagen de la anterior encarnación de Barbara y que patina en su intento frenético de acción non-stop que convierte una historia sencilla y que debería ser dinámica, en farragosa y escasa de interés.
El dibujo de Claire Roe no ayuda a poner fácil las cosas al lector. Con su mezcla de cartoon y realismo superheróico no consigue definirse por ninguna de las dos partes, además de que su diseño de página con multitud de viñetas e intentos de virtuosismo narrativo le hace flaco favor al irregular guión de las Benson.
En definitiva, dos títulos centrados en la figura de Barbara Gordon que no consiguen hacer sombra a la impecable etapa anterior, donde el título de Larson y Albuquerque gana por goleada al de las hermanas Benson, pero que todavía le queda un largo trecho para convertirse en un título indispensable como el entregado por Fletcher y Stewart.
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