El universo arácnido ha cambiado mucho en los últimos dos años. De la preponderancia de un Peter Parker que era capaz de tener el don de la ubicuidad y aparecer en innumerables series regulares al unísono, a dar paso a una legión de héroes y heroínas arácnidos con mayor o menor fortuna, pero que ha hecho crecer la cosmogonía de Peter Parker y abrir su universo más allá de Forest Hills.
En esta ocasión me toca hablar del primer crossover que une a dos nuevas y una antigua conocida arácnida. La última de ellas es Jessica Drew, rescatada por Bendis en sus Nuevos Vengadores y que ahora vive una segunda juventud gracias al trabajo de Dennis Hopeless y Javier Rodríguez en su nueva y flamante serie regular. Las dos nuevas adquisiciones a la mitología arácnida han sido Seda y Spider-Gwen, la primera sacada de un nuevo ejercicio de retro-continuidad que le sirvió a Dan Slott para arrancar la resurrección de Peter Parker tras su incidente con Octopus y la segunda es Spider-Gwen, un personaje que bien podría haber sido una anécdota curiosa y que se ha convertido en un personaje con entidad propia gracias al buen hacer de Jason Latour.
Esta reunión de superheroínas se basa en esa Tierra 615 de la que proviene Spider-Gwen y que da pie a una aventura entretenida pero intrascendente, que se deja leer con gusto y donde el equipo de guionistas (los habituales de sus series regulares) y un puñado de dibujantes más cercanos al cómic independiente le dan un toque diferente y original al resultado final.
Las tres heroínas tienen su lugar y sus momentos en la aventura. El tebeo se deja leer con agrado, aunque es cierto que la primera mitad es más sugerente que la resolución final y que esta aventura no va a revolucionar el medio ni el género. Pero en conjunto es un tebeo desarrollado por buenos artesanos y está protagonizado por tres de los personajes más atractivos e interesantes que te puedas encontrar en el universo Marvel. ¿Qué más se puede pedir?
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