2 de noviembre de 2017

Thor Ragnarok: Simonson y Kirby, pasados por el filtro de Giffen y DeMatteis






















Mucho se ha criticado el exceso de ligereza que las películas de Marvel Studios han implantado en la traslación a carne, hueso y digital de las fantasías en cuatricomía del longevo universo de Marvel Comics. Pero, ¿es lógico pedirle a unas adaptaciones de unos tebeos para todos los públicos que tengan la gravitas de una obra realista?



Creo no equivocarme, cuando digo que la fascinación por los tebeos de superhéroes nace en la infancia. Eso no quita para que, aún peinando canas, puedas seguir disfrutándolos en mayor o menor medida. Pero nadie, o casi nadie, abraza los tebeos de superhéroes por primera vez, una vez llegado a la edad adulta.



El motivo, que lo que te llama poderosamente la atención cuando eres un tierno infante son esos colores chillones, esos uniformes llamativos, esos decorados artificiales más allá de la realidad, o esas batallas más grandes que la vida amplificadas por sonoras onomatopeyas que en tus oídos de infante resuenan como el mejor DTS-HD. Es por ello, que el intento incansable en muchas ocasiones de intentar darles un álito de realismo a unos personajes que destacan por sus excesos, es una operación, que aunque en algunos casos a dado lugar a obras memorables, la mayoría de las ocasiones ha provocado una deshidratación del género.



Otra cosa muy diferente es la razonable crítica al sistema de manufacturación de unas cuantas películas que han salido de la factoría de Marvel Studios. Películas no más o menos ligeras, sino películas de una factura técnica impecable, pero que carecen de alma, de vida, de un toque de distinción, que las hace a muchas de ellas indistinguibles las unas de las otras y que dejan una sensación ni de frío ni de calor, que con el paso de los días, meses y años se van evaporando y quedando en el olvido.



Ese no es el caso de este Thor Ragnarok que nos ocupa, dirigido con estilo, pericia y destreza por el neozelandés Taika Waititi. Un trabajo, donde desde un prólogo excesivo, disparatado y también épico, desvela sus cartas para que nadie se lleve a engaño con lo que vendrá a continuación.



Muchos han criticado el exceso de humor y la falta de supuesta épica, argumentando que los tebeos de Thor no pueden ser así, que deben ser operísticos, épicos y dramáticos, cuando se olvidan, invocando a un Walter Simonson al que a lo mejor han leído de refilón, que uno de los picos de su larga y definitoria etapa al frente del personaje, fue cuando Thor fue convertido en rana.



Waititi aúna la épica de un Kirby y un Simonson, con un sentido del humor irreverente pero tremendamente respetuoso con el material de partida, al igual que consiguieron Keith Giffen y J.M. De Matteis en su laureada Liga de la Justicia Internacional, convirtiendo en objeto de burla, algunas de las convenciones del género superheróico, sin dejar de demostrar el cariño y amor que se tiene por la esencia de los personajes.



Quizás es cierto que las supuestas némesis de la película, Surtur y sobre todo una excelente Cate Blanchett en el papel de Hela, la Diosa de la Muerte, quedan algo desplazados en el interés del espectador, en pos de un exilio espacial que remeda con mucho más acierto, la famosa pero muy aburrida Planet Hulk de Greg Pak, en una trama donde encontramos los mejores momentos de la cinta, ya sea la interacción entre un Thor y un Hulk fuera de su habitat habitual, o un diseño de producción que parece el hijo ilegitimo de Kirby y Moebius, imbuido del entrañable cartón piedra del Flash Gordon del productor Dino de Laurentiis.



Y es ese tono distendido al estilo de las producciones De Laurentiis lo que consigue que la película sea un entretenimiento fresco y que la obra respire para que sus dos horas de metraje sean para el espectador un disfrute constante con una dirección de Waititi que brilla sobre todo cuando se deja llevar y a la que solo le faltan unas buenas onomatopeyas King Size para que la sensación de estar inmerso dentro de un tebeo ya sea total.



Así que ya sabéis, si amáis pero no creéis que tus personajes y universos favoritos son compartimentos estancos donde cualquier cambio, por mínimo que sea te provoque urticaria y creéis, como yo, que estos personajes y universos son maleables y que el tono no es lo importante sino el resultado, os encontraréis con un blockbuster hollywodiense que dentro de los estrechos márgenes en los que se mueve, consigue convertirse en una bocanada de aire fresco y demostrar que Marvel Studios, rodeada de autores originales y competentes, todavía puede conseguir sorprender al espectador, tras 17 películas de su universo cinemático.

1 comentario:

  1. no,la pelicula es una verdadera bosta, posiblemete lo peor de marvel a la fecha, el guion es insoportable, lleno e chistes idiotas uno tras otro incluso en situaciones dramaticas "desruyeron asgard, murieron miles, el resto debe exiliarse y perdi un ojo, pero no puedo parar de decir bromas estupidas y reir como un bobo, cuando mas bien corresponderia deprimirme y llorar desconsoladamete, pues tu vida y los hechos son una verdadera desgracia catastrofica y atroz" y asi sigue el plan, al punto de que los personajes resultan desubicados de la historia que viven, como locos alienados que se rien en medio de la devastación. Irritantes y forzados, una pena que tanto esfuerzo de produccion quede sepultado por ese guion de mierda. Basta de hablar bien de esto, que es una mierda, que rectifiquen el camino. que por aqui no es.

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