Los seguidores de las dos grandes editoriales somos un poco masoquistas. No paramos de quejarnos de los grandes eventos editoriales, de las muertes a corto plazo de personajes y los ya cada vez más habituales reinicios. Pero mes a mes, como el adicto que necesita su dosis diaria, peregrinamos a nuestra librería favorita para comprar nuestro sustento...y luego ponerlo a caer de un burro.
Y mes a mes, vemos los listados de ventas y nos damos cuenta que aquellos tebeos que más odiamos y más criticamos, aquellos de los que más bilis soltamos, se aupan al top ten de tebeos más vendidos. Los ejemplos son muchos, desde la Justice League de Johns y Lee, a eventos de ambas editoriales como Forever Evil de DC o Avengers vs. X-men, Age of Ultron o este Axis que nos ocupa ahora mismo. Eso sin contar nuestra repudia pública hacia guionistas o dibujantes como Johns,Bendis, Lee, etc.... que siguen sin ningún problema en lo más alto de las listas de ventas. Si tanto los odiamos, ¿por qué los consumimos?
Eso se deben plantear las grandes editoriales, porque por poner un ejemplo, Marvel lleva unos 10 eventos gigantescos en los últimos diez años de la editorial, empezando con Dinastía de M y terminando con este Axis que nos ocupa. Entre medias, Civil War, Invasión Secreta, Asedio, Miedo Encarnado, La Era de Ultron, Infinito y Pecado Original). Y estos solo como eventos globales, porque cada familia de personajes han tenido en paralelo los suyos propios: Planeta Hulk, Guerra Mundial Hulk, Vengadores Desunidos, Reinado Oscuro, Tierra de Sombras, Complejo de Mesias, X-Men: Cisma, X-Men: La Batalla del Átomo, Universo Spiderman, etc..... La lista es interminable. Y todas ellas han prometido a los aficionados un derrumbe de los cimientos de nuestros personajes, un cambio de status quo que hará dar un paso más a unos personajes en su gran mayoría que tienen más de 50 años. ¿Cuántos lo han cumplido? Y lo más importante, ¿cuántos han gustado?
La respuesta es muy sencilla. En su momento no han gustado ninguno, caso de Dinastía de M, Invasión Secreta o Los Vengadores Desunidos. Pero casualmente, todos ellos han aparecido en el listado de las mejores 75 historias del universo Marvel votado por los aficionados el pasado verano. Vengadores Desunidos en el puesto 53, Dinastía de M en el puesto 26 e Invasión Secreta en el puesto 20. Tebeos que superan en votos a obras maestras Marvel como la miniserie de Lobezno de Claremont y Miller, La Guerra Kree Skrull de Thomas y Adams, o el Nick Furia de Steranko, por poner unos pocos ejemplos. ¿Estamos locos?
Puede que si y puede que no. Puede que los que voten en su mayoría sean nuevos aficionados que solo han leído los últimos diez años Marvel, pero esto es algo extraño, ya que el relevo generacional en el cómic de superhéroes hace tiempo que se ha estancado. ¿O es posible que como aficionados ya viejos en esto de los superhéroes nos ponemos una coraza a lo Carlos Boyero de que no nos la van a dar con queso y que preferimos buscar todos los defectos que podamos en el tebeo de moda del momento y luego el paso del tiempo nos demuestra que tampoco era para tanto el odio irracional que profesábamos? Al igual que el factor nostalgia de un tebeo que ya tiene diez años y se considera ya canon también nos hace verlo con mejores ojos de lo que realmente es.
También es cierto que las dos grandes editoriales han entrado en la vorágine del solapamiento de eventos, no dejándolos respirar y provocando que los cambios y sorpresas que nos hayan planteado (otro debate sería lo que duran dichos cambios y sorpresas) quedan olvidados o sepultados por las nuevas revelaciones del nuevo evento que ha salido un mes después del que acabamos de terminar, como lleva ocurriendo en Marvel desde Miedo Encarnado, dinamitandose entre ellos su propia trascendencia.
Y así llegamos al último y denostado evento del universo Marvel, Axis, que llega de la mano de uno de los mejores guionistas de la actualidad, Rick Remender, capaz de lidiar en las grandes editoriales con tebeos tan magistrales como Uncanny X-Force o Uncanny Avengers y realizar proyectos personales tan apasionantes como Black Science o Deadly Class para Image Comics. Un autor de probada y testada calidad.
¿Entonces es un mal tebeo Axis y Remender lo ha realizado para llegar a fin de mes? Lo dudo mucho, cuando este evento es el culmen de su trabajo en las anteriormente mencionadas X-Force y Uncanny Avengers, sobre todo esta última, que tras la finalización de Axis y lo ocurrido en la misma, ha cambiado el status quo del grupo y la situación de muchos de sus integrantes.
Si que es cierto, que la necesidad de Marvel y DC de inundar el mercado con títulos que ahoguen al lector y a la competencia (4 títulos de Batman, 10 de su universo compartido, lo mismo para Los Vengadores y los X-Men) obligan a publicar tres números al mes, para competir con los eventos semanales con los que DC ha inundado el mercado. Y esto provoca que las cosas se hagan deprisa y afecte al resultado final, sobre todo en su parte gráfica donde el lector si que sufre al ver a dibujantes tan competentes como Adam Kubert o Jimmy Cheung, esbozados y desdibujados por un escuadrón de 10 entintadores que convierten su arte en réplicas baratas de los autores originales.
Pero Remender es un tío listo y sabe en que arenas se mueve. Y lo que entrega es un entretenimiento autoconsciente de lo que es, usando un montón de elementos de los malogrados años 90 (Onslaught, Matanza, los superhéroes violentos y fuera de personaje, Apocalipsis, etc...) con la inteligencia de un autor que lleva al extremo los absurdos inherentes a estos macro-eventos, dotándolo de un humor metalinguistico muy de agradecer y consciente de que este evento, como todos los que le precedieron y los que vendrán (que se prepare Hickman y sus próximas Secret Wars) no son más que blockbusters veraniegos que se disfrutan mejor con la mente de un niño y una buena coca cola fresquita como acompañamiento. Repetid conmigo, solo es un tebeo, nada más. Y recordad que la vanagloriada Secret Wars original no era ni mejor ni peor que el evento que acabáis de leer. Lo que pasa es que la nostalgia nos lo hace ver mejor de lo que es.
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