Cada vez que aparece una obra de Matt Wagner en el mercado es motivo de alegría para mi. El motivo, que desde que le descubrí con "Faces", el relato de Dos Caras que apareció en Legends of The Dark Knight 28-30 en el año 91, no he podido resistirme a cada nueva obra de este autor que irrumpió en el panorama editorial a mediados de los años 80.
E irrumpió con Grendel, un personaje de creación propia, editado por el sello independiente Comico y que le granjeó una pequeña pero fiel legión de seguidores. El problema, que en España Grendel nunca ha conseguido llamar la atención y los pequeños intentos de traer algo de material del personaje como hicieron Astiberri y creo que Dolmen a principios del siglo XXI nunca llegó a cuajar.
Las únicas veces que en nuestro país el personaje llamó más la atención, fue en dos miniseries en las que se cruzaba con Batman, aparte de la saga mencionada de LOTDK y dos miniseries aparecidas en 2005 y 2006, también del personaje de Batman y que reinventaba el primer año del Batman de Bob Kane que respiraban ese aroma pulp y años 30 que le venían que ni pintado al personaje. La pena, que la trilogía propuesta se quedó incompleta con una tercera miniserie que nunca vio la luz.
Y ahora, gracias a que Wagner ha revitalizado a La Sombra bajo el sello Dynamite, este realiza una coproducción entre Dark Horse y Dynamite para juntar a su personaje más querido con el vigilante que ha inspirado a todos los vigilantes posteriores, incluido Batman.
El resultado, un tebeo altamente disfrutable, cuyas páginas se leen con ese miedo que muy pocas veces ocurre, de no querer que las páginas de un tebeo se termine. El motivo, la habilidad de Wagner de trasladarnos a una época, los años30, donde el lector puede respirar y sentir el ambiente, casi como si lo estuviera experimentando y lo hubiera vivido.
A través de un viaje en el tiempo, Grendel, un criminal del futuro y perfecto antihéroe llega al Nueva York de los años 30, donde La Sombra defiende a la ciudad de los criminales que la aterrorizan. Wagner fusiona a ese héroe que es casi un villano, La Sombra, frío, inhumano y manipulador, con el antihéroe carismático que es Grendel, egoista y caprichoso, tremendamente inteligente, pero muy humano en el aspecto sentimental.
Estos dos antagonistas, cada uno con sus debilidades, sirve a Wagner para volver a trasladar al lector gracias a su arte sencillo pero a su vez tremendamente detallado a una época mágica y glamourosa que trístemente cada vez es menos utilizada por los autores y menos valorada por el público actual, donde las sombras, la violencia, la arquitectura art decó y las mujeres fatales se dan la mano.
Unas mujeres que son los puntos débiles de nuestros protagonistas, que deben lidiar con su condición de mitos y leyendas, a la vez que con unos sentimientos que se convierten en puntos débiles de ambos antagonistas, más cercanos el uno al otro de lo que creen.
En definitiva, aprovechad la próxima publicación en Septiembre de este tebeo por parte de Planeta Cómic y dejaros arrastrar por el estilo, el tono y el ambiente de unos años 30 y un género, el pulp, cada vez más lejanos y a los que cada vez se les echa más de menos. La suerte, que tenemos todavía autores como Matt Wagner para traérnoslos de vuelta.
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