Hace ya cinco años que Ridley Scott volvió al universo de Alien con su precuela Prometheus. Y yo defendí una película que fue vilipendiada en el momento de su estreno. Vuelta a ver cinco años después, es cierto que el guión de Jon Spaiths y Damon Lindelof necesitaba de un par o tres de reescrituras para que la interesante premisa no fuera disminuida por un desarrollo y construcción de personajes deficiente que lastraban el producto final.
Pero lo que no se puede negar es que Prometheus abría un nuevo camino a una fórmula que ya se había desgastado y donde el mismo Scott y James Cameron habían dicho todo lo que se podía decir en el género de la "cacería de bichos" con dos obras maestras e imperecederas de la ciencia ficción como fueron Alien y Aliens.
Prometheus no solo tenía una premisa atractiva -nuestro origen como especie- sino que nos desvelaba quiénes eran esos Space Jockeys que nos dejaron intrigados a los seguidores de la cinta original, diseñados por el gran H.R.Giger. Prometheus nos revelaba que eran una raza denominada Los Ingenieros y que eran los creadores de la raza humana, que por motivos desconocidos estaban decepcionados con su creación y crearon un virus que serviría para crear una criatura, todavía un protoxenomorfo, que nos extinguiría.
Covenant, secuela de Prometheus y de nuevo precuela del Alien original, nos revelaría quiénes eran esta raza, porqué nos odia y enfrentaría a los protagonistas supervivientes de la anterior entrega, Elizabeth Shaw y David, el fantástico androide interpretado por un magnífico Michael Fassbender, con los Ingenieros y su planeta natal.
Pero el mal recibimiento por parte de los fans y la crítica de Prometheus -una cinta que con sus errores era muy superior a Alien 3 o Alien Resurrection- creo que hizo que Scott intentara un híbrido que devolviera la predominancia de la criatura que demandaban unos fans reacios al cambio de la fórmula y poder continuar la historia planteada en Prometheus.
El problema, que la obra resultante es uno de los trabajos menos inspirados de Scott. Lo que continua la denostada precuela tiene los mejores momentos de la cinta con un soberbio Fassbender en un doble papel que da como resultado inteligentes escenas sobre lo que nos hace humanos y que emparenta la película con el Blade Runner del mismo Scott. En cambio, el tema de los Ingenieros y Elizabeth Shaw se despacha de manera brusca y las "revelaciones" de este nuevo filme son redundantes y quedan suficientemente explicadas para aquel que quiera ver con un mínimo de inteligencia el corto "Alien Covenant: The Crossing" que publicó Scott a escasas semanas del estreno de la cinta. El resto, redundancia.
Y entonces, ¿que le queda a la cinta?. Una nueva tripulación, la de la nave Covenant, que hace buena a la de Prometheus. Un grupo de personajes estereotipados, poco inteligentes y de escaso carisma que únicamente sirven para ir cayendo como moscas -en situaciones que supuestamente deberían provocarte un escalofrío y que te provocan la risa- a manos de unos xenomorfos, nuevos y vintage que ya no provocan la misma sensación de desasosiego.
Pero diréis, bueno, las obras de Scott, sobre todo las relacionadas con la saga Alien, por lo menos son un festín visual de primer orden. Pues no, porque este Covenant nos entrega al Scott menos inspirado, un Scott que sigue siendo elegante en la puesta en escena, pero que aquí no nos aporta nada que nos deje con la boca abierta, que nos maraville, sin ninguna idea original como si tenía Prometheus que te podía hacer perdonar algunas de las torpezas de guión.
En definitiva, una cinta torpe, repetitiva y vulgar, que intenta aunar sin éxito a dos tipos de público enfrentado que da como resultado una obra repleta de tópicos, previsible y que a medida que va avanzando va de más a menos, demostrando que la dictadura del fandom da como resultado híbridos indigestos y vulgares como este Covenant que nos ocupa.
"Carisma" es masculino. "Carisma" es masculino. "Carisma" es masculino.
ResponderEliminarGracias Marcos. Corregido, que se me había pasado. También había puesto "premisa atractivo".
EliminarPues es una lástima, porque tenía ganas de verla. Prometheus no me gustó nada, no por el cambio de rumbo sino por la inconsistencia del guión. Pero en algo estoy de acuerdo: tras las dos primeras películas, nuestro ácido amigo debía haberse perdido en el espacio.
ResponderEliminarSaludos!