Cuando comenzó el crossover entre mutantes e inhumanos, decidí, como con casi todos los eventos que desarrolla Marvel, hacer un seguimiento mensual, tanto de los ejemplares de la serie central, como de los tie-ins que fueran apareciendo en paralelo. Lo conseguí hacer dos meses, el tiempo suficiente, para darme cuenta que era una pérdida de tiempo.
Y era una pérdida de tiempo, porque este evento, que comenzó medianamente interesante -también porque no esperaba nada de él- no ha sido más que un apaño malo para quitarse y quitarnos de en medio a esa nueva iteración de Los Inhumanos que se había sacado de la manga Marvel en la última década y que no le interesaba a nadie.
Pero más importante aún, el devolver a la primera línea de batalla a un universo, el mutante, que había sido piedra fundamental de la editorial y su historia, pero que había sido relegado por una editorial más pendiente de su universo cinematográfico que de sus personajes en papel.
Ahora, Marvel intenta enmendar la plana, con una vuelta a las raíces, sin darse cuenta que las tres series centrales que estaban publicando en la actualidad -Extraordinaria, Imposibles y Nueva Patrulla X- eran unas series más que correctas, cuyos autores implicados estaban desarrollando conceptos interesantes y que tenían un largo camino si les dejaban hacer.
Pero como parece que ya no se estila lo de que un equipo creativo esté más de un año y medio en una colección -con las consecuencias que eso conlleva- Marvel se sacó de la manga un evento que convierte en obra fundamental y maestra a Civil War II -en esta por lo menos pudimos disfrutar del fantástico arte de David Márquez- para, en el proceso, cargarse la evolución de un personaje tan importante e interesante como Emma Frost, convirtiéndola de nuevo en una villana sin remordimientos y completamente desquiciada, tirando por la borda todo el trabajo que se lleva haciendo con ella hace más de 20 años, por autores como Scott Lobdell en Generación X, Grant Morrison en Nuevos X-Men o Joss Whedon en Astonishing X-Men, por mencionar unos pocos.
Y si lo de Frost no es de juzgado de guardia y deja en muy mal lugar a uno de los personajes femeninos más redondos de la franquicia, lo del cambio de opinión de Medusa, la reina de los Inhumanos, ya entra en los anales del humor absurdo, cuando toma una decisión radical, basada en un planteamiento que parece de última hora, pero que ya sabía desde el arranque de la historia ¿¿¿???
En definitiva, que IVX es una de las peores historias que se han escrito con la Patrulla X, a la altura de la infausta etapa de Chuck Austen, o ese regreso del gran Claremont en el año 2000 y que no entendió ni el patriarca mutante. Pero corramos un tupido velo y miremos al futuro, a ese Resurrxion que pretende devolver el encanto original Claremontiano a los personajes.
Por el momento, podemos ver hacia donde van los tiros con el número especial con el que nos plantean el tono y estilo de los títulos principales de la nueva línea editorial, comandados por Marc Guggenheim, Cullen Bunn y Greg Pak. Tres autores correctos, pero ninguno destacable como han sido en años anteriores Jeff Lemire, Brian Michael Bendis, Matt Fraction o Grant Morrison. Corrección sin brillantez.
Y lo que este especial nos pretende convencer es que esta es la Patrulla X que siempre has amado y querido, que se había enfangado en un pozo de pesimismo y oscuridad, dejando de lado su heroísmo, en pos de la amargura. De nuevo tenemos a una Kitty Pryde que nunca debió marcharse, de nuevo tenemos un equipo oro y un equipo azul, al estilo de las alineaciones de principios de los 90 -algo que no debe ser tomado como bueno, porque esos tebeos fueron de lo peor de la historia de la franquicia- y algo que si me alegra, la vuelta del Rondador Nocturno alegre y jovial, destruido en las dos últimas décadas por gente como Chuck Austen o Bryan Singer.
Poco más se puede decir con un especial que es más un afiche publicitario que un tebeo como dios manda. Habrá que esperar a ver que ocurre en las series regulares, de las cuales, las que mejor pinta tienen son las dedicadas a Jean Grey, escrita por Dennis Hopeless y dibujada por Victor Ibañez y Cable, del gran James Robinson y el también grande Carlos Pacheco. Seguiremos informando.
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