¿Cuánto tiempo hace que no había una Gran Historia en el mundo de los tebeos de superhéroes que te hiciera vibrar de emoción, que te hiciera preocuparte de cómo iban a salir tus héroes favoritos del entuerto en el que habían caído?¿Cuánto tiempo que unas némesis eran tan infernales y peligrosas, que un escalofrío te recorría la espalda ante su sola presencia? Es difícil recordarlo, porque hace mucho que esto no ocurría. Pero Scott Snyder ha obrado el milagro con Metal, su colofón a muchos años de carrera al frente de la franquicia del Hombre Murciélago, pero que sin que lo supiéramos, unía puentes con obras tan míticas y fundamentales como Crisis en Tierras Infinitas.
Cierto es, que sabemos que las aguas volverán a su cauce y que el daño realizado a nuestros queridos héroes de ficción será subsanado en el clímax del serial, pero este tercer ejemplar es una buena muestra de ese gusto masoquista de ver sufrir a unos héroes que se han equivocado y van a pagar duramente el error. Snyder, apoyado por un cada vez más suelto y resolutivo Greg Capullo, mete el dedo en la llaga, iniciando el tercer ejemplar de este Metal, con una idílica reunión campestre entre la trinidad de DC y sus amigos y familiares más allegados, para mostrarnos dos páginas más tarde, que esa bella estampa es un caramelo envenenado para que la caída en las fauces del infierno del universo DC, y que la temeridad de Batman ha provocado, sea más dolorosa para los lectores.
Snyder nos da un respiro en esa reunión de héroes en un punto intedeterminado del espacio-tiempo, consiguiendo aquello que parecía ya imposible en las subcompartimentadas franquicias en las que se había convertido el universo DC, reuniendo a personajes tan olvidados y dispares como Doctor Fate, Plastic Man, junto a los más exitosos e icónicos Superman, Wonder Woman o Green Arrow. Y lo consigue sin que chirríen, dándoles a todos su momento de gloria, sin que ninguno de ellos sobresalga por encima del resto. Pero esta reunión superheróica que da al lector una sensación de falsa seguridad, se quiebra en un tercer acto donde el infierno se desata, el mal vence y deja una sensacional sensación de fatalidad y desesperanza, en unas páginas finales que dejan al lector tan tocado como maravillado, ante el fatal destino que se cierne sobre sus héroes.
Pero si este tercer número no es suficiente para devolver la fé a un género y a una industria que muchos dan y a veces dábamos por muerta, la fiesta continúa con el muy especial tie-in que Snyder, acompañado en la escritura por James Tynion y Joshua Williamson nos tenían preparados a los fans del Hombre Murciélago. Este regalo es el especial Batman Lost, una historia que redefine, reinventa y reúne tres momentos clave de la historia del personaje, en un ejercicio metalinguistico, reforzado por tres grande artistas como Doug Manhke, Yanick Paquette y Jorge Jiménez, donde se da un repaso reunificador a la historia del personaje, comenzando con la seminal "El Caso del Sindicato Químico", revalorizando y poniendo en contexto una historia tan olvidada como magistral.Una serie en tres partes aparecida en la serie regular de Batman, entre los números 452 y 454, llamada "Dark Night, Dark City", donde Peter Milligan y Kwieron Dwyer, entregaban una atmosférica historia donde le daban un background sobrenatural y terrorífico al pasado de Gotham y redefinían de manera brillante y aterradora al Riddler, terminando en la miniserie "The Return of Bruce Wayne" de Grant Morrison. Una miniserie central dentro de la extensa historia que comenzó Morrison hace una década aproximadamente y que se ha convertido, al igual que el tebeo de Milligan, en base fundamental del trabajo de Snyder en Batman y Metal.
Mucho queda aún para que este Metal termine. Es posible que Snyder, como le ocurre en muchas ocasiones, derrape en los últimos acordes de su relato y se nos salga por la tangente, desvirtuando todo aquello que había construido con tanto mimo. Espero que no sea así, porque creedme cuando os digo, que este Dark Nights Metal es uno de los tebeos de superhéroes más emocionantes e interesantes de la historia de DC en mucho tiempo y que si no se estropea en los próximos meses, se acabará convirtiendo en uno de esos "must-have" de la historia de la editorial, eterno e imperecedero.
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