Como bien dice Bruno Orive en el artículo presentación de este primer volumen de las nuevas aventuras de Howard el Pato, los años 70 de Marvel fueron la época de la experimentación, de la presentación de personajes que se salían de la norma del género de superhéroes y Howard el Pato fue una de sus creaciones más memorables.
Un personaje que le sirvió a Steve Gerber para hablar y criticar todo aquello que ocurría en los convulsos años 70. Y la Marvel actual también quiere diversificar y entregar títulos que se salgan de los límites de un género que necesita reinventarse para sobrevivir a un mercado sobresaturado de títulos. Este nuevo Howard se acerca al estilo de tebeos Marvel tan memorables como Ms. Marvel, Hulka de Charles Soule, Estela Plateada de Slott y Allred o el Ojo de Halcón de Fraction y Aja. Tebeos que llevan un paso más allá los preceptos del género y que intentan acercarse a aquellos lectores que quizá son fans del noveno arte pero no especialmente de los superhéroes.
Los autores responsables de este regreso de Howard a la primera división, propiciado por su aparición fugaz tras los créditos de la exitosa adaptación cinematográfica de Los Guardianes de la Galaxia son Chip Zdarsky, famoso por ser el dibujante de uno de los tebeos más frescos y atrevidos de la actualidad, Sex Criminals, junto al guionista Matt Fraction y el dibujante Joe Quinones.
El resultado, un tebeo ligero y divertido, muy cercano al tono de la Hulka de Soule y repleto de invitados estrella (lo más divertido son los cameos de un neurótico Peter Parker/Spiderman trastornado por las muertes que le rodean) que ironiza con los tebeos Marvel desde una perspectiva inocente. Pierde en esta nueva interpretación, la mala baba del original de Gerber.
Historias casi autoconclusivas entre número y número, pero engarzadas por una trama principal colocada de manera sutil, Howard El Pato no es un tebeo que cambiará el medio o la editorial, pero es un buen ejemplo de esta nueva ola de tebeos Marvel menos pendientes de la continua y forzada sorpresa para mantener el interés y las ventas, quizás no tan brillante como los tebeos mencionados anteriormente, pero un buen entretenimiento al fin y al cabo.
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