Tras una odisea equiparable a la de Batman y Flash viajando entre universos y realidades paralelas, he conseguido tener en mi poder las cuatro partes que forman este nuevo evento (cosas del Previews y la distribuidora Diamond) que continúan lo planteado en el fantástico especial escrito por Geoff Johns y con el que arrancó este Renacimiento del Universo DC.
Si recordáis dicho especial aparecido hace ya un año en su edición original -y si no lo recordáis es muy recomendable que lo desenpolvéis y lo leáis de nuevo- Batman encontraba la famosa chapa con el rostro del Smiley con su correspondiente mancha de sangre que todo fan de Watchmen sabemos que pertenecía a El Comediante y que arrancaba la historia de un tebeo que más de 30 años después sigue influyendo y dando que hablar.
Los responsables de continuar dicha investigación son los guionistas Tom King y Joshua Williamson, responsables ambos de los títulos principales de Batman y Flash. Y la historia comienza como un rayo, en un primer ejemplar con la famosa composición de página del Watchmen de Moore y Gibbons para adentrarnos en una historia en los límites de la realidad y el tiempo en cuatro partes, que sirven a los guionistas para continuar lo planteado por Johns en dicho especial y que guarda paralelismos con el otro gran evento que ha removido los cimientos del nuevo universo DC, El Superman Reborn de Tomasi y Jurgens.
King y Williamson equilibran perfectamente en cuatro ejemplares que se devoran a la velocidad del rayo, el protagonismo, la importancia y las consecuencias para ambos héroes, sabiendo enmendar posibles desatinos editoriales como Flashpoint y dándole el protagonismo a los dos personajes más interesantes salidos del mismo, como son el Flash Reverso y el Batman encarnado por Thomas Wayne.
A su vez y apoyados por el inmejorable arte de Jason Fabok, que no hace más que mejorar y el más estilizado y fluído arte del veterano Howard Porter, los guionistas aportan respuestas a algunos de los enigmas planteados por Johns en el especial Renacimiento y multiplicando a su vez los nuevos, para dejar al lector deseoso de saber más, en una historia que ha abrazado la polémica por la decisión de introducir a los personajes de Watchmen dentro del universo DC, pero que si se hace tan bien como en este The Button, puede que acabe callando muchas bocas.
La saga es rematada por todo lo alto con el regreso de un legendario y viejo conocido de la Golden Age, cuyo futuro es incierto y con un epílogo que abre el apetito para lo que será el evento DC de la década, ese Doomsday Clock escrito por Geoff Johns y dibujado por Gary Frank que ansioso estoy de tener en mi poder. Habrá que esperar hasta noviembre de este año, pero mientras tanto, podremos teorizar y soñar con lo que viene a continuación. Y os pregunto, ¿hace cuánto que los tebeos de las dos grandes conseguían eso?.
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