El mes de septiembre ha sido el mes elegido por Panini, para desembarcar el último macro-evento de la Casa de las Ideas en nuestro país. Y para no perder el margen de cuatro meses de diferencia con la edición original americana, el desembarco ha sido brutal, con los tres primeros ejemplares de la miniserie central del evento, dos ejemplares con dos y tres ejemplares originales en cada uno de ellos de la serie central del Capitán América y unos cuantos tie-ins que realmente me interesan más bien poco.
Los que sigáis mi blog con asiduidad, sabréis que la actual etapa del Capitán América de Nick Spencer ha sido mi tebeo de referencia de la Marvel actual, tanto la historia del Capi Hydraizado como la de Sam Wilson con el escudo. Ha sido un tebeo que ha sabido aunar el entretenimiento propio del género superheróico, con una capa de realismo social y contemporáneo que a veces me provocaba escalofríos al ver lo cercano a la realidad que ha sido el trabajo de Nick Spencer, incluso en algunos momentos visionario.
El colofón a la trama del Capi Hydra tuvo lugar el pasado mes con el número 0 de Imperio Secreto. Un tebeo redondo, perfecto punto y aparte de lo que llevaba contándonos Spencer y que involucraba ya si, a todo el universo Marvel, un universo Marvel tocado, tanto en la ficción como en la realidad. Ahora quedaba ver como continuaba dicha historia.
La ligera decepción viene al leer los tres primeros ejemplares del evento. No es que sean malos tebeos, ni mucho menos, pero no han estado a la altura de la inteligencia y originalidad que venía plasmando hasta el momento Spencer. Nos encontramos con un escenario distópico, donde nos han escamoteado partes para mi muy interesantes entre el final del número 0 y el principio del número 1, dejándonos un Hombre del Castillo K. Dickiano, que aunque mantiene dilemas morales en este Capitán América rectamente torcido, es dilapidado con la revelación aparecida en la última página del segundo ejemplar.
Spencer se centra en mostrarnos unos Estados Unidos tomados por el nazismo, algo tópico en su presentación, dejándonos a un pequeño reducto de héroes como típica resistencia y desarrollando escasamente los escenarios apocalípticos que quedaron en cliffhanger al final del número 0.
Y aunque el descenso a los infiernos de la Viuda Negra y las chocantes escenas con las que finalizan el primer y tercer ejemplar, hacen que siga interesado en ver como se desarrollarán los acontecimientos, el uso y abuso de conceptos que llevan sin funcionar muchos años en Marvel, como por ejemplo los Inhumanos y el excesivo peso que recae de nuevo sobre Los Campeones, además de un desarrollo que por el momento es excesivamente previsible, me deja un regusto agridulce, sobre todo pensando que el camino hacia Imperio Secreto había sido muy inteligente, original y sobre todo, nada previsible.
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