Tras siete meses y ocho comic-books termina Civil War 2, donde Bendis ha vuelto ha demostrar que se le dan mucho mejor las series con personajes unitarios que las series grupales. Y este final ha demostrado que aunque el punto de partida podía ser interesante, el desarrollo del mismo, más allá de momentos impactantes, no ha conseguido epatar al aficionado.
En el último ejemplar de la serie principal, nos encontramos con un espectacular enfrentamiento entre Carol y Tony, a mayor gloria de David Márquez que entrega página tras página espectacular. Pero como a lo largo de toda la serie, la sensación de estirar el chicle sigue presente en un número de mayor longitud que sirve únicamente como previo publicitario de lo que está por venir en la Casa de las Ideas en la próxima temporada, sin olvidar que el destino de Ulysses nos importa tanto como el propio personaje, un McGuffin sin mucha chicha y poco interés para el futuro del universo Marvel. Un detalle interesante, que la visión del Capitolio con el Capi y Miles sigue presente en las visiones futuras...¿alguien ha dicho Imperio Secreto?
Lo que si es interesante y promete mucho a no ser que de nuevo tengamos un megaevento en nueve meses que de al traste lo que ahora se plantea, son las series regulares que son consecuencia de lo ocurrido en esta miniserie. La primera de ellas y una de mis favoritas desde ya, es el nuevo volumen del Invencible Iron Man con Riri Williams como cabeza visible y que desde ya se convierte en uno de mis personajes favoritos de la nueva Marvel, junto a Kamala Khan y Miles Morales. Bendis entrega un número de origen modélico, a la altura de sus mejores trabajos y Stefano Caselli entrega unas páginas absolutamente asombrosas, muy lejos de ese dibujante acartonado que empezó a llamar la atención en Guerreros Secretos junto a Jonathan Hickman.
El otro título relacionado con el Vengador Dorado es Victor Von Muerte Iron Man, donde Bendis junto a Alex Maleev, siguen desgranando el arduo camino de Victor hacia el heroísmo, o por lo menos su particular visión del mismo. Si ya en el anterior volumen de la colección protagonizada hasta el momento por Tony Stark, Muerte era uno de sus mayores reclamos, ahora lo tenemos como protagonista principal, donde Bendis promete mezclar ocultismo y alta tecnología con brillantez.
De las cenizas de la nueva Guerra Civil, nos encontramos con otra de las grandes sorpresas de este nuevo reinicio, Los Campeones de Waid y Ramos. Un tebeo que trae de vuelta ese sabor a tebeo de adolescentes bien hecho, al estilo de los Gen 13 de Campbell o Generación X de Bachalo, donde Waid en solo dos números nos hace querer a un grupo de chavales comandado por el nuevo trío carismático de Marvel formado por Ms. Marvel, Nova y Miles Morales, en un tebeo que derrocha frescura por todos sus poros, que apetece que salga el siguiente ejemplar y donde el arte de Ramos vuelve a derrochar carisma por todos sus poros.
Waid continua en el título principal de Los Vengadores, tras una irregular primera temporada, con aciertos aislados, convirtiéndolo de nuevo en el título épico que debe ser, sumando a Peter Parker y Hércules como miembro del grupo de los adultos, donde de la mano del excelente artista Mike del Mundo -extraña pero sugerente elección gráfica- continúa con su historia de Kang el Conquistador que a priori puede entregarnos una saga memorable en la historia del supergrupo.
Para terminar, no podemos olvidar a Clint Barton, damnificado ex-vengador tras matar a Bruce Banner y que se convierte en protagonista principal de Vengadores Indignados, título que pretende emular al clásico Green Arrow/Green Lantern de O'Neill y Adams en los 70 y cuyo primer número no me ha llegado a enganchar del todo, por la excesiva premura del guión de David Walker, aunque bien merece la pena por el siempre excelente y clásico arte de Carlos Pacheco.
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