31 de enero de 2013

Superman: El Hombre de Acero vol.2 de John Byrne


Superman: El Hombre de Acero vol. 2. Grandes Autores de Superman John Byrne (Action Comics 584-587, Superman 2-4 y Adventures of Superman 426 USA)

ECC Ediciones continúa con este segundo volumen de la colección Grandes Autores, la recopilación imprescindible del que para mi es el Superman definitivo, el Hombre de Acero de John Byrne.



Si en el primer volumen, ECC recopilaba la miniserie original donde Byrne reactualizaba al mito para la audiencia de los años 80 e incluía como aperitivo el primer número de la nueva serie titulada simplemente Superman, aquí ya entramos directamente en el desarrollo que tuvieron las tres series regulares del último hijo de Krypton.



Siendo John Byrne el autor estrella de los 80 y viendo que su llegada a Superman vino recibida por unas ventas masivas, DC decidió darle tres títulos, dos ya existentes y uno nuevo.


El más importante de todos ellos fue la títulada sucintamente Superman. Una nueva serie que fue la niña mimada de John Byrne y donde dio muestra de su verdadero talento. En este tomo vienen incluídos los números 2 al 4 de la colección, siendo el 2, el mejor de todos ellos, con ese fascinante relato protagonizado por Lex Luthor, donde este busca la relación entre Clark Kent y Superman y donde Byrne demuestra que su Lex Luthor (aunque realmente fue Wolfman el que lo ideó) no es un villano de opereta, sino un hombre de negocios sin escrúpulos que es capaz de todo para conseguir sus objetivos. Como muestra, la tortura a Lana Lang, explícita para lo que se estaba acostumbrado en la época.


El tercer número de la serie Superman entra de lleno en el crossover con Legends, el siguiente evento de DC Comics tras sus Crisis y que trajo de vuelta a Darkseid y el universo creado por Jack Kirby, además de servir de lanzadera a las excelentes etapas de la Wonder Woman de George Perez y la Liga de la Justicia de Giffen y DeMatteis. 


Para terminar el repaso con la serie regular Superman, debemos hablar del villano presentado por Byrne en su cuarto número, Bloodsport, un personaje con muchas similitudes con los personajes trastornados post-vietnam que tan famosos se hicieron en los años 80 como Rambo y que aquí le sirve a Byrne para entregarnos un alegato en contra de lo que significo esa guerra para el pueblo americano. Lo triste es que esto sirviera para que un joven Rob Liefeld no entendiera el concepto e inundara el mercado unos años después, de personajes armados hasta los dientes y nombres tan poco inspirados como Bloodstrike y destrozara el género.


La siguiente colección a tratar y de la que este volumen contiene cuatro ejemplares es la longeva Action Comics, que no fue renumerada, pero que cambió su status quo, convirtiéndose en un Team Up entre Superman y los héroes de la editorial, en concreto en este volumen con los Nuevos Titanes, El Fantasma Errante (que tuvo inmediatamente una miniserie guionizada por el desaparecido Paul Kuperberg y un novato Mike Mignola) y Demon, que también tuvo inmediatamente una miniserie guionizada y dibujada por un recién llegado Matt Wagner). Queda un cuarto número, el 586, que aunque es un Team Up con Orion, pertenece al crossover interno entre las tres colecciones del Hombre de Acero perteneciente a la historia relacionada con Legends y del que este es el tercer y último capítulo.


Action Comics era y es un trabajo secundario de Byrne. Su trabajo artístico no brilla tanto como en Superman, aunque también es verdad que no es lo mismo que te entinte Terry Austin que Dick Giordano y sus historias autoconclusivas poco hacen por desarrollar al personaje y las tramas, algo que Byrne centró en la serie de Superman, pero es un entretenimiento simpático, donde Byrne demuestra que aprendió mucho de su etapa con Claremont en Marvel Team Up. Incluso en el prólogo de la historia junto al Fantasma Errante, podemos ver un homenaje soterrado al clásico team up que realizaron Claremont y Byrne entre Red Sonja y Spiderman.


La tercera serie del héroe de Krypton fue Adventures of Superman, antigua Superman, que cambió su título por petición del que sería su guionista, Marv Wolfman y que fue dibujada por Jerry Ordway. ECC ha tomado la osada decisión de prescindir de este título en esta recopilación. Con lógica, porque lo que están recopilando es el Superman de Byrne y además y esto es opinión personal, el título no estaba a la altura de lo que hacía Byrne. Aburrido en el momento de su publicación y peor envejecido. Habrá que ver que decide ECC cuando Byrne tome las riendas de la colección, únicamente como guionista, más adelante. Señalar que en este volumen si que se incluye un número de la colección, el que está relacionado con el crossover de Legends, ya que es el nexo de unión entre el ejemplar de Superman y el de Action Comics.


Y para finalizar, decir que la edición de ECC está muy pero que muy cuidada, exceptuando un detalle que llama la atención a gritos, la reproducción del número 2 de Superman, el cual está completamente empastado y se pierde todo el trazo de la línea de Byrne. Un problema que no se le puede achacar a ECC, ya que la edición del coleccionable de Planeta del año 2006 tiene el mismo problema que este, por lo que seguramente es un error que viene de la edición americana en el momento que arreglaron el color original. Aquí os dejo una comparativa entre la página de ECC y la página original sacada de mi volumen de Las Mejores Historias de Superman editado por Ediciones Zinco en 1990 para que veáis las atroces diferencias.

La original

La "restaurada"
En definitiva, una colección imprescindible para cualquier aficionado al género, en una edición muy cuidada por ECC. Espero con ansias el siguiente ejemplar.

28 de enero de 2013

Etapas Infravaloradas del Cómic Americano: Batman Streets of Gotham de Paul Dini


Batman Streets of Gotham 1 al 21 de Paul Dini y Dustin Nguyen (Junio 2009-Abril 2011)

Si en la entrega anterior dedicada al Batman de Paul Dini dejamos al personaje muerto tras las historias perpetradas por Morrison en Batman RIP y Crisis Final y a nuestro guionista perdido en el limbo de los buenos autores desaprovechados por injerencias editoriales, en el verano de 2009 nos encontramos una situación muy pero que muy diferente, ya que DC Comics revitalizó todos los títulos del murciélago a la sombra del trabajo de Morrison y una miniserie llamada "La Batalla por la Capa".


"La Batalla por la Capa" es una prescindible miniserie de tres números realizada como autor completo por el incompetente Tony Daniel, cuya única razón de ser e interés es ver como todos los vigilantes a la sombra de un desaparecido/muerto Batman pueden ser posibles candidatos para tomar el manto del murciélago. Por supuesto, y sin mucha sorpresa, el elegido es su verdadero sucesor, Dick Grayson, antiguo Robin y Nightwing, que se viste las mallas del Caballero Oscuro, en una historia que trae al recuerdo la tampoco muy lograda Batman: Prodigio, saga englobada en las series regulares de Batman en los años 90 y que transcurría en el periodo de tiempo en el que Bane le partió la espalda al hombre murciélago.


Terminada la miniserie de marras, DC Comics renovó equipos creativos en todas las series de la franquicia. En Detective Comics se deshizo del señor de la noche y puso en su lugar a una de las mejores ideas salidas de la serie 52, la nueva y remozada Batwoman con un equipo creativo de auténtico lujo, Greg Rucka y J.H. Williams. En la serie regular de Batman, lamentablemente, los elegidos fueron unos poco inspirados Judd Winick y Tony Daniel. El primero duró unos pocos números, siendo sustituido en los guiones por un Tony Daniel que aunque puso todo su escaso talento para realizar algo medianamente interesante, fracasó estrepitosamente.


Pero lo mejor estuvo en las dos nuevas series regulares que DC creó para la ocasión. En primer lugar Batman y Robin, la serie estrella del relanzamiento, que continuaba las historias de Morrison y era el centro de la franquicia, con un Dick Grayson como Batman acompañado por el mejor Robin de la historia, su hijo Damian. Morrison, acompañado a los lápices por autores de tanto talento y perfectos para la prosa de Morrison como Frank Quitely, Cameron Stewart o Frazer Irving, realizaron una etapa tan polémica y original como memorable.


La otra gran serie del relanzamiento fue por supuesto Batman Streets of Gotham, guionizado por Paul Dini y dibujado por Dustin Nguyen, que continuaba allí donde este equipo creativo había dejado al personaje y su mundo en Detective Comics. Por supuesto, la libertad de Dini no era total, ya que tenía que lidiar, al igual que en su etapa anterior, con el status quo propuesto por Grant Morrison (un Gotham sin Batman, Dick Grayson y Damian como los nuevos protectores de Gotham). Pero Dini supo salirse por la tangente y realizar un título completamente personal.


El primer paso que dio, fue traer de vuelta a un personaje que aunque no había sido creado por él, había convertido en propio, Thomas Elliot, también conocido como Silencio. Y la manera de devolverlo no pudo ser más inteligente. Si Bruce Wayne está muerto y él tiene el rostro de Bruce Wayne, ¿por qué no aprovecharlo a su favor?

Porque Silencio es el verdadero protagonista de esta colección. Por supuesto que salen Batman y Robin, pero esta colección es más cercana a otros títulos de la Bat-Franquicia como la olvidada miniserie de John Ostrander llamada Gotham Nights o a la magistral Gotham Central de Brubaker y Rucka. Aquí el murciélago es más una sombra, un icono que planea por una Gotham tomada por los criminales, más que el protagonista de la misma.


Así, Dini crea a un nuevo vigilante que tiene una muy dura aventura con el nuevo Robin. Una historia que trata el secuestro de niños por el psicópata Zsas y su uso en peleas ilegales que acaban solo con la muerte de uno de los dos contrincantes. Porque aquí nos encontramos con un Dini más oscuro, más turbio, quizás más pesimista que en su etapa de Detective Comics, más cercano a lo mejor al Denny O'Neill de The Question, quizás otro referente para esta etapa.


Pero por supuesto, DC Comics no se lo iba a poner fácil a Paul Dini de nuevo en esta etapa. Los fill- in volvieron a aparecer, aunque de mucha mayor calidad que en su etapa en Detective. El primero en los números 5 y 6, guionizado por el Marveliano Chris Yost, aunque dibujado eso si por Nguyen. Un Team Up entre La Cazadora y Man Bat que se deja leer con agrado. Más interesante sería el fill-in de los números 8 y 9 guionizado por Mike Benson y dibujado de nuevo por el regular Nguyen, con una historia de serie negra protagonizada por un Dick Grayson sin el traje del murciélago adentrándose en el sexo más perverso, que podría haber hecho las delicias de Ed Brubaker o incluso Howard Chaykin.


Y en el número 14 llegó la gloria, aunque este número en particular demostró el poco apoyo y respeto que la cúpula editorial de DC tenía sobre el excelente trabajo de Paul Dini al frente de este título. Hay que comenzar diciendo que Streets of Gotham traía desde su número 1 una historia de complemento, la continuación del Manhunter de Marc Andreyko, que aunque tenía una calidad extrema, nunca consiguió unas ventas suficientes para mantenerla como título regular. Pero sus fans, entre los que me incluyo, eramos tal vez lo suficientemente pesados como para que Andreyko terminara la historia que tenía entre manos, lo cual hizo en el número 13 de Streets of Gotham.


Creo que el seguidor de una serie regular compra un título por la serie principal, no por sus complementos. Si ese complemento, como en el caso de Manhunter, le gusta, mejor que mejor. Pero que le metan un complemento muy irregular y que tenga más peso que el título principal no es de recibo. Y eso ocurrió en el número 14 de Streets of Gotham. En dicho número. Dini comenzaba la saga "La Casa de Silencio", una historia igual de importante que su "Corazón de Silencio" con la que culminó su anterior etapa en Detective Comics y que servía como fin de fiesta a su ya larga trayectoria con el personaje. ¿Y qué decide DC Comics? Incluir únicamente 12 páginas del Batman de Dini y meter una historia de complemento de ¡¡18 páginas!! de Dos Caras que no le interesa a nadie.


La afrenta fue mucho mayor en el número 15, donde el tebeo completo continuaba la historia de Dos Caras sin haber ni rastro de Dini y su historia de Silencio. A partir del 16 las aguas se encauzaron, ya que sin interrupción continuó la historia de Dini. Una historia memorable que continúa dándonos más retazos del pasado trágico de Thomas Elliot y mucho más, ya que Dini nos dará a conocer a unos jovencísimos Thomas y Martha Wayne antes de que salieran juntos y su relación con el submundo de Gotham, demostrando que la familia Wayne llevaba arrastrando la fatalidad mucho antes de que naciera Bruce.


Pero no solo de flashbacks memorables vive esta última historia de Paul Dini hasta la fecha, sino que también lidia con el regreso de Bruce Wayne al mundo de los vivos, entregándonos momentos tan memorables como su reencuentro con Catwoman, culminando con el enfrentamiento definitivo entre Bruce y Thomas, convirtiendo esta " Casa de Silencio" en el mejor canto del cisne que Paul Dini podía haber entregado a los seguidores de su Batman. 21 números casi perfectos que demostraron y demostrarán a sus futuros lectores que Dini es uno de los mejores autores que se han podido tocar con el Caballero Oscuro y que si no hubiera sido porque desde un principio su etapa no hubiera sido tratada como un segundo plato, estaría ahora enmarcada entre una de las mejores aportaciones al mundo de Batman que jamás se han hecho. Si tenéis oportunidad, no la dejéis pasar, porque seguro que no os defraudará.

20 de enero de 2013

Etapas Infravaloradas de la Historia del Comic Americano: Detective Comics de Paul Dini


Detective Comics 821 al 852 y Batman 685 (Julio 2006-Enero 2009)

Si un aficionado al Caballero Oscuro le nombran a Paul Dini, lo primero que le vendrá a la cabeza es la excelente serie animada que apareciera en el otoño de 1992 que fue creada por el propio Dini junto al excelente Bruce Timm. Una versión del hombre murciélago que para muchos es la interpretación definitiva e imperecedera del personaje creado por Bob Kane en mayo de 1939. Una serie que aunaba todas las versiones de Batman y que traspasó las barreras de lo que era una serie animada en televisión, disfrutable por todo tipo de público, desde el más infantil al más adulto y que fue el origen de lo que ahora mismo es la sección animada de DC Comics.

Pero Dini también se introdujo en el universo DC tradicional, como en la serie novelas gráficas de formato gigante junto a Alex Ross con los héroes más tradicionales del universo DC. Solo le faltaba la oportunidad de traer su talento a las series regulares del Cruzado de la Capa.


La oportunidad le llegó en el año 2006, concretamente en el verano, con la reestructuración de la línea Batman dentro de un universo DC convulso que acababa de sufrir una Crisis Infinita, y estaba inmersa en el estimable evento 52. Gracias a estos dos eventos, las series habían dado un salto en el tiempo de un año y DC confío en Grant Morrison para tomar las riendas de la serie Batman, una etapa que ahora mismo está culminando en la miniserie Batman Incorporated y de la que ya hablaremos en profundidad en el momento de su culminación y en Paul Dini en Detective Comics. El problema es que la editorial se volcó en el Batman de Morrison y Paul Dini y su etapa se quedó en un lamentable segundo plano.

El primer número de la etapa Dini, el Detective Comics 821, empezó con fuerza y parecía que DC apostaba fuerte por ella. Dini a los guiones y el grandioso J.H. Williams a los lápices, prometía una etapa grandiosa para el personaje. Una historia autoconclusiva,la especialidad de Dini visto su pasado en la serie de animación, nuevos villanos y el fabuloso arte de Williams dejaron un magnífico sabor de boca entre los fans.


Pero los problemas empezaron en el siguiente número de la colección. Williams ya había desaparecido tras un único número y nunca volvió, y su sustituto fue Don Kramer, un dibujante que siendo suaves lo llamaríamos correcto sin más. Kramer acompañó a Dini hasta el número 837 de la colección y Dini dio todo lo que pudo para que el lector se olvidara del espantoso dibujo que acompañaba a la primera y estimable etapa de Dini en la colección.

Dini continuó con su estructura de episodios autoconclusivos a lo largo de su trabajo con Kramer, pero con un plantel de personajes secundarios que acompañarían a Batman a lo largo de estos episodios. Porque el talento de Dini conseguía lo que todo guionista de series regulares debería hacer en la actualidad y que pocos consiguen: ser accesibles a lectores casuales y recompensar al lector regular con detalles y personajes que se irán desarrollando a lo largo de la colección.


Entre los triunfos de Dini en esta primera etapa que va desde el Detective 821 al 837, es la creación del club de un Oswald Cobblepot semi-reconvertido a la legalidad, un nuevo Riddler del lado de la ley como detective privado y extraño compañero de aventuras de Batman, la vulnerable interpretación de Poison Ivy, el regreso del nuevo y más femenino Scarface a través de una antigua mujer del pasado de Bruce (porque ese es otro de los grandes aciertos de esta etapa, la preponderancia de Bruce Wayne por encima de la fiugra de Batman, su círculo de amigos y conocidos y su pasado) y sobre todo su relación con Zatanna, amiga de la infancia y donde Dini demuestra (al contrario que la mayoría de los hot-writers de la actualidad) que se conoce tanto el pasado del personaje, como el pasado reciente del mismo y que se lee lo que sus compañeros de trabajo han hecho, están haciendo y harán con el personaje. Por eso mismo, Dini soluciona la marchita relación entre Zatanna y Bruce tras descubrir este último la traición de ella al manipular su memoria en la exitosa Crisis de Identidad de Brad Meltzer, además de darnos a conocer los sentimientos de Zatanna hacia Bruce, los cuales no son recíprocos por parte de Bruce.

El problema de este primer año y medio de la etapa es que Dini fue interrumpido una y otra vez por molestos números de relleno que entorpecían la lectura mensual de su narración. Seis números de relleno en diecisiete números son excesivos, máxime cuando también le involucras (número 835) con el execrable Countdown. Así es imposible desarrollar lo que un guionista tiene entre manos. En honor a la verdad, reconocer que uno de los fill-ins merecen la pena, el correspondiente a los números 835 y 836, guionizada por John Rozum y dibujada por el veterano y excelente Tom Mandrake y que nos entrega una de las mejores y más terroríficas aproximaciones al Espantapájaros de toda la historia del personaje.


Si Dini no tenía suficiente con las intromisiones editoriales, en los números 838 y 839, tuvo que entrar en otro crossover que da vergüenza leerlo, La Resurrección de R'as al Ghul, una de las peores historias de uno de los mejores villanos de Batman y que también interrumpió la etapa Morrison y de la que ni merece la pena hablar. Pero a partir de aquí empezaría la gloria para Dini, por supuesto con alguna que otra interrupción editorial, como no podía ser menos en su etapa y que le acompañaría hasta el final de la misma.

En el número 840 llegó la salvación para Dini, el dibujante Dustin Nguyen, conocido sobre todo por su excelente etapa al frente de la infravalorada Wildcats 3.0 junto al guionista Joe Casey. Con él, los excelentes guiones de Dini que habían quedado dilapidados por los dibujos de Kramer brillarían con la intensidad que se merecían. Pero había que lidiar primero con los flecos autoimpuestos por la editorial. 


El 840 de Detective Comics era un epílogo forzado de la saga de R'as al Ghul, que Dini resolvió con soltura, seguramente contento ya solo por la llegada de un Dustin Nguyen resplandeciente a los lápices. Y tras un divertido número autoconclusivo con el Sombrerero Loco y sus secuaces Tweedle Dee y Tweedle Dum, llegó otro número de relleno, del que Dini se desentendió y fue guionizado por el irregular Peter Milligan que da una cal y otra de arena en el sector, aunque Nguyen si dibujó.

A partir de aquí, Dini y Nguyen hicieron la colección suya casi del todo. Primero finalizaron la subtrama de Zatanna y la nueva Scarface en los dos excelentes ejemplares que son los números 843 y 844 y en el 845 introdujeron en su etapa al verdadero amor de Bruce Wayne, Selina Kyle (con conversación imprescindible incluída entre Zatanna y Selina) y que sería de importancia suprema en la que es la gran saga de la etapa, "Heart of Hush".

Dini y Nguyen consiguieron lo imposible en este historia en cinco partes que llegaría hasta el número 850, especial aniversario de la colección, que fue poder contar lo que querían contar aunque supuestamente (y digo supuestamente porque se puede leer de manera independiente) del nuevo gran evento que removía los cimientos del personaje, el Batman RIP de Grant Morrison.

Dini cogió a Silencio, Tommy Elliot, antiguo amigo de la infancia de Bruce presentado y creado por Jeph Loeb y Jim Lee en la superventas Silencio y luego desarrollado por A.J. Lieberman en la  reivindicable etapa que realizara en la fenecida serie de Batman llamada Gotham Knights, y lo convirtió en un villano memorable y una de las némesis fundamentales del Batman contemporáneo, a la altura del Joker, pero que partía con la ventaja de conocer el pasado del protector de Gotham.


Dini convierte a Tommy Elliot en una figura trágica en los flashbacks que nos muestran su trágica existencia a la sombra de su envidiado Bruce Wayne y una autoritaria y castrante madre, además de mantener en tensión al lector mes tras mes, con su ataque al entorno cercano de Bruce, al atacar a Selina y quitarle su corazón, hasta llegar al número doble final de la saga, donde resuelve con maestría todas las tramas que ha ido desarrollando a lo largo de su accidentada etapa.

Terminada esta historia, Dini no pudo separarse de la actualidad editorial de la franquicia del Hombre Murciélago, ya que Morrison había "matado" a Batman en su superventas RIP y en el evento del año de la compañía, Crisis Final. Y tras un número, el 851, que fue guionizado por Denny O'Neill y dibujado por Guillem March, que continuaba en el Batman del mismo mes, y que servía como epílogo de RIP, Dini finalizó su etapa en Detective Comics con el personaje que sería el protagonista casi absoluto de su siguiente etapa en el universo del murciélago, Silencio. En el Detective Comics 852 y su continuación en el Batman 685, Dini nos muestra la venganza de Catwoman hacia Silencio, el cual se hace pasar por Bruce Wayne tras la muerte/desaparición de este, gracias a la operación de cirugía que se ha realizado. El destino del personaje queda en vilo, en el momento que Dick Grayson y Tim Drake le encierran en una prisión de máxima seguridad, que servirá de preámbulo del siguiente destino de Dini y Nguyen en el universo de Batman, la colección Batman: Streets of Gotham y que será analizada en la próxima entrega de esta sección.

10 de enero de 2013

Los Vengadores Vs. La Patrulla X 4: Reseña para Panini Reviews


Aunque ya dije en mi entrada celebrando el tercer aniversario de este blog que las reseñas de títulos mensuales se habían terminado, siempre hay tebeos que bien se lo merecen. Este es uno de esos casos, un tebeo con todos los ingredientes que hacen grande a la casa de las ideas y cuya reseña podéis leer en Panini Reviews, pinchando aquí.
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