29 de diciembre de 2010

Ahora los Padres son Ellos y Fanboys. Sesión Doble. Reseñas de actualidad
























Ahora los Padres son Ellos de Paul Weitz (Little Fockers, 2010) y Fanboys de Kyle Newman (2009).

Dos comedias, muy diferentes entre ellas pero a la vez muy parecidas. La primera, es la tercera parte de uno de los mayores éxitos en el terreno de la comedia de los últimos 10 años, gracias sobre todo a la pareja formada por Robert de Niro y Ben Stiller. que desde un principio destila química. Por supuesto, esta es un verdadero "crowd pleaser" como llaman los yanquis. Una película sencilla, inocua e inocente que da lo que promete y deja al espectador medio satisfecho por sus 7,80 euros gastados.



La segunda película, también una comedia, tiene un target de audiencia completamente diferente (curioso que en España no se haya distribuido ni en cines ni en el mercado doméstico). Su audiencia es un grupúsculo concreto, un nicho de mercado que es el de los llamados "freaks and geeks". La premisa de la película no tiene desperdicio. En 1998, un grupo de amigos que rondan la treintena y están viviendo su primera crisis existencial, deciden ir al rancho de George Lucas para robar una copia de Episodio 1, ya que uno de ellos tiene cáncer y no llegará al estreno.



Os preguntaréis porqué he decidido mezclar dos películas que tan poco tienen en común. El motivo, que ambas son dos películas fallidas. Por supuesto que no se les puede pedir peras al olmo a dos productos que dan lo que prometen, pero si se les puede pedir que pase algo en los dos filmes.

En la de Stiller y DeNiro, hay que avisar que todos los chistes (o la gran mayoría de ellos) están ya en el trailer. La película se deja ver, pero no pasa absolutamente nada en ella, los conflictos de los personajes no tienen ningún tipo de peligro para ellos y el filme se sustenta por la química entre DeNiro y Stiller (aunque a este le veo excesivamente comedido, ya que ha demostrado de lo que es capaz, sobre todo en los filmes dirigidos por él). DeNiro, al igual que Dustin Hoffman y Barbra Streisand en sus respectivos cameos, cumplen sin currárselo demasiado, inflando un presupuesto hasta los 100 millones de dolares con unos sueldos estratosféricos que les aseguran una lujosa jubilación.



El caso de "Fanboys" es muy parecido. Película que llega con 15 años de retraso, heredera de un Kevin Smith primigenio, al cual los años le han pasado factura. Filme repleto de guiños y chistes a costa de los tópicos del género (enfrentamientos con Trekkies, problemas con las mujeres, difícil salto a la madurez,etc...) y por supuesto llena de cameos (el propio Smith y Jason Mewes, Carrie/Leia Fisher, Danny Trejo, William Shatner) pero que se desinfla por un guión excesivamente endeble y deudor de otros éxitos de antaño, pero que no se estrella por su falta de pretensiones, su escasa duración y un toque nostálgico que llegará en algún momento a los fans de la saga de Lucas, entre los que me incluyo.

En definitiva, dos comedias visibles pero que dejan algo frío. Ni recomendables, ni detestables. Si las ves no te pasará nada, pero si te las pierdes tampoco.

La Habitación Nº 26 cumple un año


Hace un año comenzó la andadura de este blog. 365 días después y una cantidad aproximada de 30.000 visitas durante todo el año y 305 entradas solo puedo dar las gracias. Gracias a los 30 seguidores de la página, a los 121 seguidores de Facebook y a todos aquellos que os habéis molestado en escribir y habéis enriquecido el blog con vuestros comentarios.


Gracias también a todos aquellos blogs y páginas que me habéis linkado y recomendado: Destino: Placer, Pájaros y Servilletas, Camisetas BeFriki, Cineliga, DDFCO, El Hijo del Relojero, Series Planet, Tengan Mucho Cuidado Ahí Fuera, Vas Tu Listo y El Hijo del Relojero. Y no puedo olvidar a las páginas Suite 101 y Mucho Cine, que me han dado la oportunidad de colaborar con ellos en calidad de articulista y a los que espero proveer de un mayor número de contenidos en 2011.


Espero seguir contando con vosotros el año que viene. Muchísimas gracias a todos

27 de diciembre de 2010

Smallville Temporada 10: 1ª parte. Series de Televisión


La décima y última temporada de la serie que cuenta y reinterpreta con acierto la clásica historia de Superman, acaba de terminar su primera mitad de temporada en Estados Unidos, y no ha podido hacerlo de la mejor manera.



A riesgo de equivocarme, he de decir, sin terminar de ver la temporada, que esta es posiblemente la mejor temporada de toda la serie, y la que más gustará al lector de cómics aficionado al universo DC. Las semillas que se han ido plantando a lo largo de toda la serie, sobre todo en el magistral episodio doble de la novena temporada, "Absolute Justice" han dado sus frutos y aquí vemos el gran potencial de la historia que nos están contando.



Si en la anterior temporada veíamos a Clark caer a su más que segura muerte, en esta asistimos a su renacimiento, al descubrimiento de Lois de la identidad de Clark, la revelación de los orígenes de Tess Mercer (un personaje que mejora a cada episodio), el regreso de Lex Luthor (más o menos, con un recurso algo manido, lo peor de la temporada) y sobre todo la cada vez más cercana posibilidad de la creación de la JLA con el regreso de Hawkman, Stargirl, Canario Negro o Aquaman, en lo que es de verdad un tebeo de superhéroes hecho y derecho, por supuesto dentro de las limitaciones del presupuesto de la serie.



El núcleo central de la historia es la persecución de los héroes, convertidos en terroristas y amenazas a ojos de la opinión pública, en una línea argumental basada en la clásica saga "Legends" publicada en 1986, guionizada por Len Wein y dibujada por John Byrne. Por supuesto, eso implica la aparición de Darkseid (visto brevemente) y su cohorte de villanos como Desaad, Abuela Bondad o Gordon Godfrey, por supuesto adaptados al serial y con tintes también de la saga más reciente, "Final Crisis", de Grant Morrison. Mi corazón de fan se ha emocionado con la posibilidad de la Ecuación de la Anti-Vida, la aparición de la sanción Omega de Darkseid y mi creencia de que Chloe Sullivan (desaparecida desde el primer capítulo de esta temporada), volverá como la nueva Dr. Fate, creencia que se reafirma al ser el Doctor Fate, pieza fundamental del final de "Legends", historia en la que se basa esta temporada.



Más motivos para la alegría: la proposición de matrimonio de Clark a Lois (también sospecho que eso será el episodio final de la serie, la boda de Clark y Lois y la puesta del traje de Superman para acabar los diez años), el sacrificio de Hawkman, la aparición de Mera, la mujer de Aquaman y el décimo episodio de la serie, que juega con el concepto de las tierras paralelas, tan característico de DC, con la presencia de Ultraman, el Superman corrupto de Tierra 3 en los cómics.



En general, 11 episodios más que buenos, particularmente excelentes los dos últimos, y un final de mitad de temporada que recuerda a los mejores continuará de un cómic, con una imagen clásica para los lectores de tebeos, con los héroes caídos por una amenaza desconocida. Chapeau. Como regalo, un breve adelanto de lo que veremos a partir de finales de Enero.



23 de diciembre de 2010

The Walking Dead vol.13: Too Far Gone de Robert Kirkman y Charlie Adlard. Reseñas comiqueras de actualidad


The Walking Dead vol. 13: Too Far Gone de Robert Kirkman y Charlie Adlard (The Walking Dead 73 al 78 USA).

Otro nuevo volumen de una de las mejores colecciones de la actualidad y otro volumen más en el que se mantiene el excelente nivel de la serie. En el volumen anterior, el status quo del elenco protagonista cambiaba radicalmente y se "integraban" en una nueva comunidad lo más cercana a la vida pre-infección que tenían. El final, un continuará magnífico, donde el lector no sabía en que lugar posicionarse, podía hacer prever lo que ocurriría en el siguiente volumen de la colección.



Nada más lejos de la realidad. Kirkman vuelve a demostrar que sabe como darle la vuelta a la tortilla en un ejemplar donde lo que creíamos que ocurriría no es lo que ocurre, pero el resultado final es aún más satisfactorio, sin tener que andar el camino más trillado.



Kirkman sigue describiéndonos una sociedad supuestamente normal, hipócrita hasta la médula, que tiene mucho que ocultar para poder mantener el bien común y como la llegada de Rick y los suyos lo desestabiliza, no sabemos todavía si será para bien o para mal, teniendo en cuenta lo ocurrido en las páginas finales y el extraño final que es una mezcla de un prólogo de acontecimientos venideros, pero también el final de un ciclo.



El autor sigue ahondando en la relación paterno-filial entre Rick y Carl, aunque evolucionándola donde los roles de padre e hijo están más desdibujados que nunca. También nos muestra un Rick que cada vez está más alejado de su humanidad y del propio grupo, luchando aún por no dejarse arrastrar por la muerte de su mujer y su hija recien nacida. Lejos queda el Rick inocente de los primeros capítulos del cómic, convertido ahora en un hombre frío y despiadado que no dudará en cometer actos o decisiones terribles sin casi pestañear.



En definitiva, otro 10 para Kirkman y compra asegurada para todo fan de las buenas historias.

22 de diciembre de 2010

Batman 80 Page Giant 2010. Reseñas comiqueras de actualidad


DC Comics acaba de publicar un curioso especial para despedir el año, en el que jóvenes promesas del mundo del cómic dan su visión del hombre murciélago y su universo, en siete historias cortas de desigual factura.

Hay que partir de la base de que son promesas del cómic, novatos que están empezando y a los que DC les da una primera oportunidad, al estilo de los recopilatorios de Popgun de la editorial Image Comics. El mayor defecto que se les podría achacar a todos los autores y todas las historias reunidas, es una excesiva dependencia hacia el Batman de Nolan, dando una imagen del murciélago excesivamente realista, deprimente y algo falta de diversidad. Son historias que quieren ser más profundas y serias de lo que realmente son.



A destacar, dos de las siete historias. La primera, con la que curiosamente comienza el ejemplar, centrada en el Joker, cuyo título es "Reality Check" y los autores son: Peter Miriani como guionista y Szymon Kudranski como dibujante. Ambos autores están muy inspirados en la obra de Alan Moore y Brian Bolland, Arkham Asylum en su atmósfera y por supuesto la obra de Nolan. La otra historia a destacar, por su originalidad, es la centrada en Killer Croc, convertido en un serial killer de película de terror, con equipo de reporteros a lo REC, en la historia corta llamada "The Crocodile Hunter", guionizada por Mandy McMurray y dibujada por Matt Southworth, con un estilo inspirado en Michael Lark.



Estas dos historias son las únicas que, con sus imperfecciones, más profesionales parecen del total contenido en el especial. Al resto les falta experiencia, y les sobran ambiciones de trascendencia mal entendida. En cuanto al apartado gráfico, mucho emborronamiento y poco detalle en los fondos, intentando cubrir esas carencias con efectos digitales de mala calidad.

En resumen, un especial curioso, una propuesta interesante con una portada excelente de Dustin Nguyen, y dos jóvenes parejas de artistas que destacan sobre el resto.

Parker The Outfit de Darwyn Cooke. Reseñas comiqueras de actualidad


Darwyn Cooke es un fuera de serie, sobre todo en su faceta gráfica. Primero animador, luego autor de cómics, tiene en su haber algunos de los tebeos más bonitos de los últimos años, por no decir los que más. Desde su etapa en Catwoman con Ed Brubaker a los lápices, a su Spirit o sobre todo a su DC The New Frontier, Cooke se ha convertido en uno de los mejores autores completos del panorama comiquero. Su amor por los años 50 y 60, el glamour y sobre todo la serie negra clásica, además de su decepción por el panorama superheróico actual de las dos grandes, ha hecho que su nueva obra la edite en una editorial indepediente, IDW y el proyecto sea la adaptación del famoso personaje de serie negra, Parker, cuyas novelas las escribió Donald Westlake bajo el seudónimo de Richard Stark.



Si la primera novela gráfica era un prodigio de adaptación, con un equilibrio perfecto entre lo que era el paso de una novela al cómic, sin olvidar que este es un medio visual, en esta segunda ocasión el resultado no es del todo perfecto.



Por supuesto, es imposible reprocharle algo a la parte gráfica de su última obra, porque como siempre en Cooke es perfecta. Incluso en esta ocasión, el resultado es mejor de lo esperado, ya que experimenta con el lenguaje del cómic, usando más de un estilo, adaptándolo a las necesidades de la obra, ya que esta contiene un relato liustrado, y un tercer bloque que rompe en ritmo y tono con el resto de la obra.



Y en este tercer acto es donde está el problema desde el punto de vista del guión y de adaptación. Cooke hace que la lectura de esta segunda parte se haga cuesta arriba. Comete el mismo error que lo visto en adaptaciones cinematográficas del mundo del cómic, como 300 o Watchmen, y es el intentar ser demasiado fiel a la obra reverenciada, sin pensar que muchas de las soluciones que aparecen en una novela, no funcionan en el traslado de la misma a otro medio.



Hay demasiados textos de apoyo, incluye un capítulo entero de una novela ilustrada que ralentiza la lectura del ejemplar. La obra gana muchos puntos cuando Cooke se deja llevar por su arrollador estilo artístico, donde la historia fluye a través solo de sus poderosas y perfectamente planificadas imágenes. Pero se hunde en el fango del tedio cuando el texto inunda y ahoga sus imágenes.



La obra, aunque algo fallida, hay que reconocerle el trabajo y mimo que Cooke ha puesto en todas y cada una de las más de 150 páginas que la obra contiene. Esperemos que la tercera parte del misógino, brutal y despiadado Parker, que vuelve en 2012, pula estos defectos que han hecho que no disfrute la obra como se merece.

20 de diciembre de 2010

Smallville Temporada 9. Series de Televisión


Si la octava temporada de Smallville empezaba muy mal, haciendo esperar al aficionado un desastre como el de la séptima temporada, poco a poco fue levantando el vuelo para convertirse en una temporada que aunque no conseguía estar a la altura de los grandes momentos de la serie, si que por lo menos tenía algún episodio para el recuerdo (Legión) y una trama que se hacía más y más interesante a medida que la temporada avanzaba.



La novena y penúltima temporada de la serie es igual, pero al revés, con una primera mitad de temporada entretenida y con un gran potencial (la llegada de los kriptonianos de Kandor, comandados por un joven Zod, clon del original y un futuro postapocalíptico que es representado en todo su esplendor en uno de los mejores episodios de la temporada). Pero la segunda mitad de la temporada pierde fuelle, con un Zod especialmente repugnante, poco creíble como el archivillano de Krypton y sus seguidores de Kandor son tan divertidos como los habitantes de Zion en las secuelas de Matrix.



Eso no quiere decir que no haya cosas buenas a lo largo de 21 episodios. Uno de los puntos fuertes de este año de la serie es la relación de Lois y Clark, algo que incluso hace soportable episodios nefastos como el de la pócima de enamoramientos. En esta temporada se introduce a Amanda Waller y su grupo secreto gubernamental bien conocido por los seguidores del universo DC, Checkmate. Pero el problema es que como siempre, quieren abarcar demasiado y los guionistas no saben darle el tiempo suficiente a cada personaje y tramas que se desarrollan, quedando todas al final algo desdibujadas, sin saber explotar todo su potencial, como el personaje de Tess Mercer, que llega un punto, en el que ni los propios guionistas, no digamos ya los espectadores, comienza a actuar de una manera tan irracional y fuera de personaje, haciendo que en un episodio pertenezca a Checkmate, otro esté aliado con Zod y cinco minutos después es la mayor protectora de Kal-El. En definitiva un despropósito de personaje.



Pero esta temporada tiene una verdadera joya, quizás el mejor episodio de toda la historia de Smallville, el capítulo titulado "Absolute Justice". Episodio doble, guionizado por el gran Geoff Johns y que introduce en el universo de Smallville al primer supergrupo del universo DC, la JSA. Un episodio, donde el fan veterano disfrutará cada segundo viendo pasar ante sus ojos a personajes como Wesley Dodds, el Sandman original, Hawkman, Stargirl y el Doctor Fate, todos ellos perfectamente caracterizados y representados. Una delicia de episodio, que sabe transmitir el significado de legado y tradición, tan arraigados en el universo DC.



La temporada acaba en un cliffhanger apoteósico y con la entrega a Clark de una pieza icónica fundamental para el último hijo de Krypton. Una temporada que podría haber sido una de las mejores de su historia, con un gran potencial, pero que al perder fuelle a la mitad se queda en correcta sin más, a la altura o bajura (según se mire) de la octava o sexta.

Tron Legacy de Joseph Kosinski. Reseña de actualidad


Tron Legacy de Joseph Kosinski (2010).

Al fin ha llegado la supuesta película de las navidades, el estreno Disney rodeado del mayor hype del año, la secuela de la irregular pero mítica (por temática y por técnica) Tron de 1982. El resultado: no es tan mala como dicen por ahí, pero tampoco es una buena película. Comencemos.



Hay que partir de la base, de que la nostalgia mal entendida hace mucho daño. Yo vi el filme original en 1982, a la edad de siete años y salí asombrado del cine. Muy posiblemente, no entendí casi nada de lo que hablaban (realidades virtuales, programas, usuarios, memorias ram, etc...) como casi nadie por esa época (acababa de salir el Spectrum) pero si que salí entusiasmado por su estética, y sobre todo por la espectacular (para entonces) carrera de motos. Vista en la actualidad, es un filme al que hay que aplaudir por su riesgo y por sus avances, pero cinematográficamente deja mucho que desear. Cero en interpretación y dirección, y sobre todo  un ritmo nulo que hace que sus ochenta y pocos minutos de duración se hagan eternos.



Y ahí es donde radica el relativo fracaso de esta nueva propuesta, que durante todo su metraje no se sabe si es un reboot de la obra original o una secuela. Argumentalmente es una secuela, pero el desarrollo de los acontecimientos sigue la misma pauta que en el original. Y lo peor del caso es, que el ritmo y el tono de esta secuela ha imitado el de su lamentable original, haciendo parecer, que para el novel director Joseph Kosinski, el primer filme es una obra perfecta a la que no hay que cambiar casi ni una coma.



Por supuesto que visualmente es arrebatadora (que no original, porque continúa con los aciertos de diseño del filme primigenio, sin casi aportar nada nuevo) y que el ritmo es algo mejor que en la primera, pero el guión está tan cogido con alfileres, las caracterizaciones y diálogos de los personajes tan de pena, que lo que le ocurre a todos y cada uno de los personajes le importa más bien poco al espectador.



Los efectos visuales están a la altura de lo que se espera en una producción de estas características, sobre todo con el dinero invertida en ella (aunque el Jeff Bridges rejuvenecido y virtual da mucha grima, sobre todo en primeros planos) y hay algunas escenas de acción que levantan el ritmo moroso de la película (en particular,la carrera de motos y la pelea en el bar, un remedo, igual que el personaje interpretado por Michael Sheen, del Merovingio y el club Inferno de Matrix Revolutions) y he de reconocer, no se si por nostalgia, o porque tras ver el pase previo de 25 minutos hace un mes y medio me temía lo peor, que por lo menos no se me ha hecho pesada.



En definitiva, una película que dudo que se convierta en un éxito de taquilla, sobre todo porque es muy adulta para los niños y muy infantil para los adultos (los diálogos en general son de verguenza ajena y no os quiero contar los momentos íntimos e introspectivos) pero que si no vas con muchas expectativas, ofrece un espectáculo audiovisual correcto y que puede ser disfrutado si obvias el guión y las malas interpretaciones. Por cierto, que se me olvidaba, excelente la banda sonora de Daft Punk, una mezcla entre Giorgio Moroder y la música de los videojuegos de la edad dorada de los 8 bits, altamente disfrutable y compra segura.

18 de diciembre de 2010

Balada Triste de Trompeta de Alex de la Iglesia. Reseña de actualidad


Balada Triste de Trompeta de Alex de la Iglesia (2010).

Es difícil analizar o explicar la sensación que provoca este nuevo trabajo del director de "El Día de la Bestia", es tal el torrente de sensaciones que deja el filme tras su visionado. La primera impresión que deja, es que a De la Iglesia le ha salido una película desde las vísceras, no del cerebro. 



Si pudiera buscar un símil cinematográfico a esta nueva propuesta, la primera película que podría venírseme a la cabeza sería "Inland Empire" de David Lynch, aunque ambos filmes no tengan nada que ver el uno con el otro. El director vasco ha acometido su obra más radical, extravagante y difícil en sus ya casi 20 años de carrera. Un largometraje que se lo pone muy difícil a un espectador acomodado y acostumbrado a un tipo de cine inocente y nocivo.



Mucho se ha hablado de la carga salvaje y violenta de muchos momentos del largo, pero tras ese despliegue de violencia visual, nos encontramos con un componente violento que subyace bajo la superficie de cada uno de sus fotogramas y es una violencia y un pesimismo  interno que acompaña a su director, los personajes y la obra, que por supuesto recibe el espectador.



De la Iglesia, ambicioso como el que más, retrata un fresco histórico que comienza en la guerra civil española y culmina en el tardofranquismo, con el asesinato de Carrero Blanco. 35 años de historia española, que condensa en 105 minutos de metraje, mezclando cine bélico, el mundo del circo con su claro homenaje al clásico "Freaks" de Tod Browning, con esa extraña familia disfuncional que es el elenco del grupo circense, con el gore y violencia más extrema salida del cine oriental de Takashi Mikee, o propuestas tan salvajes como "A'l Interieur", "Martyrs" o "Irreversible" provenientes de Francia.



El triángulo amoroso, viciado y condenado que sostiene la trama, se complementa con una visión negra no, negrísima de los traumas provocados por la guerra civil, un conflicto que creo monstruos, encuadrado todo en un Madrid de pesadilla, cuyo centro e imagen del mal es ese tenebroso Valle de los Caídos, que se erige como puerta del infierno tanto externo como interno para los protagonistas de nuestra obra, en clara alusión a esas infernales Torres Kio del clímax de "El Día de la Bestia".



Alex de la Iglesia demuestra de nuevo que es el mejor director vivo del panorama patrio, con una ambición y un oficio que solo tienen los genios. Desde el fascinante prólogo inicial, o la escena que sirve como punto de giro a la historia, de una violencia inusitada, o el castigo autoinfligido por un Carlos Areces sorprendente como actor de múltiples registros en una "tour de force" actoral que raya lo excelente, hasta un clímax final absolutamente épico y bello.



Pero si su labor como director consigue la excelencia, no se puede decir lo mismo de su guión. A partir del punto de giro de la historia, que por supuesto no voy a desvelar y hasta su excelente final, la película se acelera, se convierte en muchas películas en una y de la Iglesia no deja respirar su película, lo que provoca unas cuantas escenas atropelladas y un desarrollo de los acontecimientos, que en algunos momentos exceden la credibilidad de una historia y unos personajes ya de por si excesivos.



El reparto está a la altura de las circunstancias. Su trío protagonista está espléndido, desde el ya mencionado Carlos Areces, a un Antonio de la Torre escalofriante y la nueva musa del director, Carolina Bang, perfecta como objeto de deseo y motivo de la perdición de los personajes. Del amplio cast de secundarios de lujo, destacar para lo bueno a un inmenso Fernando Guillén Cuervo en su breve pero intenso papel, y para lo malo al "amiguete" Santiago Segura, que vuelve a demostrar sus limitaciones como actor.



En definitiva, una película irregular pero apasionante y diferente. Una bocanada de aire fresco dentro de un panorama cinematográfico desierto de propuestas que se salgan de la norma y la demostración de que Alex de la Iglesia ha vuelto con más fuerza que nunca y las pilas bien cargadas, con un filme que no dejará a nadie indiferente y que muy posiblemente se convierta en pieza de culto con el paso del tiempo.

16 de diciembre de 2010

Asombroso Spiderman 50, Capitán América 62, Astonishing X-Men 9 y Patrulla X 60. Reseñas comiqueras de actualidad


Asombroso Spiderman 50 (Amazing Spiderman 625 al 629 USA).

Número de aniversario para la serie en España y nada mejor para celebrarlo que el retorno de uno de los mejores guionistas que han pasado por la larga historia del personaje, Roger Stern. Para los más jóvenes, destacar que este hombre tiene en su haber, el ser el artífice de la mejor etapa del personaje de los años 80, que en España coincidió con los primeros números que publicó la desaparecida cómics Forum en el año 1983, junto al primerizo por aquellos años John Romita Jr. Stern fue el creador del Duende y su primera historia fue la titulada "¿Quién Puede Parar al Juggernaut". Su regreso al personaje (en una saga de tres partes) no podía ser de otra manera y nos narra una nueva historia con el famoso villano ahora reconvertido en extraño anti-héroe. Le acompaña en esta ocasión a los lápices el genial Lee Weeks, autor que pido desde ya una justa reivindicación, por ser uno de los mejores profesionales de la industria americana y que menos revuelo ha creado con su estilo clásico. Como puntos positivos del regreso de Stern, su capacidad para convertir la ciudad de Nueva York en un personaje más, el dominio que tiene de Spiderman tanto en reacciones como en diálogos (aprende de eso Van Lente, que tu Spiderman es forzado a más no poder) y el traer de vuelta el tono más cósmico del universo Marvel, en una colección excesivamente centrada en los últimos años en el componente urbano. Completan el ejemplar dos números de Van Lente y Kelly, que continúan la excesivamente larga saga "El Desafío". Dos números que se dejan leer, pero que se olvidan tan rápido como se leen.


Capitán América 62 de Ed Brubaker y Luke Ross (Captain America 604 USA).

La nueva etapa de Brubaker al frente del personaje tras la miniserie "Renacimiento" no puede haber comenzado más aburrida. No se si es porque esta saga es un mero trámite hasta la finalización de "Asedio" y la llegada de Brubaker a la nueva colección "Secret Avengers", pero esta saga de cuatro partes (de la que este número es la tercera) no puede ser más intrascendente. Historia con tufillo de denuncia de cómic de los años 70, al estilo del Green Lantern/Green Arrow de Denny O'Neill y Neal Adams, trata un tema actual, la crisis económica actual y la aparición de grupos ultraderechistas que quieren acabar con el gobierno actual, pero no puedo estar contada de manera más caduca. Espero que Brubaker recupere el brío en la colección y nos deleite con la calidad que atesoró esta serie en sus primeros cincuenta números.


Astonishing X-Men 9 de Warren Ellis y Phil Jimenez (Astonishing X-Men 32 USA).

Warren Ellis en su segunda incursión en esta colección, tras su irregular primera saga, ha conseguido pillarle el punto. "Exógeno" es todo lo que un tebeo de la Patrulla X (y en general cualquier cómic de superhéroes) debe ser. Espectacularidad y conceptos novedosos y originales. En esta ocasión, un centinela tecnorgánico creado a partir de mutantes muertos que harían las delicias de David Cronenberg, el regreso del Nido, la genial relación entre la agente Brand y La Bestia y el homenaje a "Días del Futuro Pasado" entre otras muchas cosas que aparecen en este ejemplar de 22 páginas repleto de acción y que se pasa como un suspiro. Lo más cercano a "The Authority" que ha hecho Warren Ellis y el mejor trabajo de Phil Jimenez hasta la fecha. Simplemente espectacular.


Patrulla X 60 de Matt Fraction, Whilce Portaccio y Phil Jimenez (Uncanny X-Men 522 USA).

Número fundamental donde Fraction devuelve pero con sorpresas a uno de los personajes más queridos de la familia mutante: Kitty Pride. Un buen número, donde comprendemos más los reparos de Scott ante la llegada de Magneto, en una magnífica conversación (casi diría monólogo) mental entre Emma Frost y Magneto. Lo único que empaña un buen ejemplar es la llegada del nefasto dibujante Whilce Portaccio, una de las lacras arrastradas de la década de los 90, que dentro de poco y trístemente se convertirá en dibujante semirregular de esta colección con Greg Land. Dodson no te vayas.
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