30 de enero de 2012

Steve Rogers: Supersoldado de Ed Brubaker y Dale Eaglesham


Steve Rogers: Supersoldado de Ed Brubaker y Dale Eaglesham (Steve Rogers: Super Soldier 1 al 4 y I Am an Avenger 2 USA)

Sería absurdo ponerme ahora a loar las maravillas del Capitán América de Ed Brubaker en su ya larga etapa de más de 7 años. Un antes y un después del personaje, a la altura de etapas míticas del mismo como las de Steve Englehart, la corta pero intensa de Steranko o la más reciente de los años 90, guionizada por Mark Waid y dibujada por Ron Garney y posteriormente por Andy Kubert.


Incluso sería posible aventurar que Brubaker ha superado a todos estos grandes autores en una etapa llena de sobresaltos, sorpresas y evolución. Este tomo, que se me ha resistido su lectura desde que lo comprara a principios de septiembre del año pasado, se sitúa justo en el principio de la Edad Heróica, cuando Steve, recientemente vuelto al mundo de los vivos tras su viaje temporal muy parecido al que ha hecho Bruce Wayne por las mismas fechas, ha asumido el control de Shield y la seguridad de Estados Unidos.


Porque Brubaker no quiere abandonar al personaje que le ha dado más reconocimiento entre los fans de los superhéroes, aunque personalmente prefiera al Brubaker noir de títulos como Sleeper o su fastuosa Criminal. En el Capitán América, Brubaker ha tenido sus altibajos, como cualquier autor que lleva tanto tiempo al frente del personaje y esta miniserie que aparece en un tomo recopilatorio es uno de sus bajos.


Eso no quiere decir que sea un mal tebeo. Tenemos una historia del pasado de Steve, relacionada con el suero del supersoldado, su creador, un amor del pasado y un villano clásico. Además, esto le sirve a Brubaker para dejar abierto un sub-argumento para ser recuperado en algún momento más adelante en su legendaria etapa. 


Pero este tebeo podía haber aparecido perfectamente en la serie regular, como una saga más de la misma, y no siendo una de las mejores. Así que ya sabéis, interesante para los lectores de la colección regular, no por lo que cuenta sino más por lo que sugiere para un futuro próximo. Para el resto de lectores prescindible.

29 de enero de 2012

The Batman Files de Matthew K. Manning


The Batman Files de Matthew K. Manning

Este libro de sobria pero contundente portada que veis en la imagen superior  es ni más ni menos que el diario de Batman. Un regalo navideño inesperado y genial que recomiendo a todos los fans del murciélago que se precien de serlo.


Porque tras su excelente y cuidada edición (portada que asemeja cuero y un logo del símbolo de Batman plateado y en relieve que sirve como cierre del voluminoso tomo de más de 300 páginas, nos encontramos con un repaso de la carrera de Batman desde sus inicios hasta los últimos acontecimientos de la etapa de Morrison, Batman Incorporated.


La originalidad del asunto es que en vez de convertirse en una historia ilustrada o libro de fichas. está contado como si el propio Bruce Wayne llevara un libro de notas y recortes donde almacenar todas sus hazañas para un posible sucesor tras su muerte. Por lo tanto tenemos de todo dentro del libro, desde fichas de los villanos provenientes de Arkham Asylum y firmadas por Jeremiah Arkham, a recortes de periódicos escritos por periodistas como Alexander Knox (genial el guiño a los seguidores del Batman de Tim Burton) o planos de la Batcueva, Arkham Asylum o los diseños de los diferentes Batmobiles y Batwings que han pasado por la historia del personaje.


También hay que reconocer a Manning el equilibrio y la congruencia que ha conseguido al convertir la confusa cronología del personaje, llena de contradicciones tras más de 70 años de aventuras en un todo compacto con lógica y sentido. Por supuesto hay que decir que se centra sobre todo en la visión del personaje desde el Batman Año Uno de Miller y Mazzuchelli en adelante, aunque por supuesto no olvida y coloca en su justo lugar etapas previas del personaje tan importantes y míticas como la de Denny O'Neill y Neal Adams o la de Steve Englehart y Marshall Rogers.


Pero muchos fans del personaje dirán, ¿qué me aporta un libro que aunque de bonito envoltorio no hace más que narrarme de nuevo lo que he leído en los tebeos?. Mi respuesta es que la brillantez de esta joya del coleccionismo es que todo está contado en primera persona desde el punto de vista de Batman. Y el libro alcanza sus mejores momentos cuando oímos de boca del propio Bruce su dolor y fracaso por la muerte de Jason Todd, el orgullo que siente por Dick Grayson o Tim Drake o la amistad que le une con Alfred.


Así que ya sabéis Batmanófilos. No dejéis pasar la oportunidad de conseguir uno de los mejores objetos de coleccionismo de todo el merchandising publicado del hombre murciélago. No os arrepentiréis. 

J. Edgar de Clint Eastwood


J. Edgar de Clint Eastwood (2011).

El biopic es un género complicado. Intentar plasmar en dos horas o tres a lo sumo la vida y milagros de un personaje histórico es tarea harto compleja. Y el nuevo proyecto del veterano Eastwood es un claro ejemplo de ello, porque fracasa tanto narrativa como históricamente. Y no es porque el proyecto no sea jugoso a priori. La vida del director y creador del FBI, J. Edgar Hoover (personaje oscuro y polémico donde los haya) podría haber sido una de las mejores películas de la carrera del cineasta, una visión del siniestro siglo XX de la historia de los Estados Unidos.


Pero ya históricamente Eastwood patina, no se bien si por una falta de valor, una inocencia que raya la estupidez o directamente porque Clint es un republicano como la copa de un pino y en el fondo está de acuerdo con que el fin justifica los medios, al estilo de su famoso e icónico personaje Harry Callahan. Eastwood reduce la siniestra figura de Hoover como un pobre hombre acomplejado, dominado por su autoritaria madre (Judi Dench) que quiere imponer la seguridad en sus querida América teniendo controlados a todos los ciudadanos con avances que actualmente utilizan todas las fuerzas del orden. Por supuesto todo se le va de madre y se queda casi solo, no porque él sea un desgraciado, sino porque nadie le comprende.


Podría estar de acuerdo hasta cierto punto con esa visión, al estilo de lo que hizo Oliver Stone con la estimable y reivindicable Nixon. Porque aquí Stone intentaba humanizar a Nixon, pero sin obviar todo lo malo que hizo. En cambio Eastwood se salta pasajes fundamentales de la vida de Hoover, casi haciendo como si no existieran las décadas de los 50 y los tumultuosos años 60 (McCarthy, la Caza de Brujas, la crisis cubana, el asesinato de Kennedy) en un ejercicio de síntesis por lo menos sospechoso.


Por supuesto que Eastwood plantea de manera excesivamente sutil el mal ambiente que se respiraba entre los hermanos Kennedy y Hoover, la posesión de material comprometedor de todos los altos cargos y presidentes de más de cuatro décadas de la historia americana, igual que su racismo reflejado en la figura de Martin Luther King. Pero todo visto desde la comprensión: él no es malo, lo que pasa es que está equivocado y obsesionado. Igual que el tema de la homosexualidad, quizás de lo más correcto del filme, pero que choca con la visión de un Hoover mucho más promiscuo. De nuevo, un lavado de imagen de la figura histórica.


Pero la película podría ser buena incluso si obviamos el punto de vista histórico con el que no estoy de acuerdo. Quitando la dirección de Eastwood y la reconstrucción histórica que es estimable (aunque adolece de exceso de post-producción digital no del todo conseguida en algunos pasajes) el resto de elementos del filme están muy mal. Lo primero de todo el guión, estructurado a la Iñarritu, es decir, tiro todo el metraje y lo coloco de la manera que me da la gana. De esa manera los saltos temporales no están bien estructurados, profundiza en exceso en aspectos superfluos (como ejemplo el caso del secuestro del hijo de Charles Lindberg) y pasa de refilón aspectos mucho más interesantes y jugosos como su relación con su secretaria (una poco aprovechada Naomi Watts) o su relación con su madre, además del sospechoso salto de dos décadas ya comentado.


Para terminar habría que hablar del mayor espectáculo de la función, Leonardo DiCaprio y su interpretación de Hoover. Lo primero, decir que el esfuerzo es estimable, pero su actuación queda dilapidada por un exceso de intensidad, en algunos momentos altamente cómica, reforzada por un horrible maquillaje que en muchos momentos aparenta ser un sketch de Joaquín Reyes en Muchachada Nui.

En definitiva, una película tibia, cobarde y excesivamente lenta y morosa. Eastwood debería comenzar a plantearse la jubilación, porque con obras como esta o su reciente "El Intercambio" (otra comedia involuntaria), demuestra que el cineasta está muy lejos del autor que nos brindó obras tan memorables como "Sin Perdón", "Un Mundo Perfecto" o "Mystic River".

Los mutantes en Enero de 2012


Patrulla X 73 de Kieron Gillen y Terry Dodson (Uncanny X-Men 536 y 537 USA) 

Número doble donde nos encontramos con dos capítulos de la primera historia de Gillen como autor completo en la serie, en concreto los episodios 2 y 3 de Punto de Ruptura, una saga que sirve como secuela de la última historia de Joss Whedon en su laureada etapa al frente de Astonishing X-Men. Si el primer episodio incluido parece hundirse en la rutina de pueblo alienígena exiliado, el segundo capítulo del ejemplar consigue romper con todo eso y deleitarnos con el enfrentamiento entre Krun y Coloso, o el de Lobezno con Krun. Todo ello adornado con el fantástico trabajo de Dodson y una viñeta final con un gancho genial. 


Astonishing X-Men 22 de Daniel Way y Nick Bradshaw (Astonishing X-Men vol.3 39 USA) 

Y si antes hablábamos de la época Whedon, aquí tenemos la colección donde se inició. Una colección que no ha conseguido levantar cabeza desde su marcha. Este tebeo es un buen ejemplo. Daniel Way entrega un guión correcto pero insulso, cuyos únicos aspectos destacables son los sentimientos de Logan hacia Armadura y las conversaciones entre Cíclope y Lobezno. En cuanto al dibujo de Nick Bradshaw, con claras referencias al trabajo de Arthur Adams, decir que personalmente no me llega a cuajar. Su estilo cuasi cartoon me saca completamente de la historia y no tiene un trazo limpio o un estilo tan marcado como un Bruce Timm o un Darwyn Cooke como para que me pueda llegar a interesar. Además, sus representaciones de Cíclope, Lobezno y la Reina Blanca parecen más los Bebés X de Arthur Adams que adultos hechos y derechos. Un tebeo y una colección actualmente prescindible. 


X-Men 10 de Victor Gischler y Al Barrionuevo (X-Men vol.2, 11 USA) 

Epílogo de la primera saga de la colección, “La Maldición de los Mutantes” donde Júbilo tiene que comenzar a aceptar en lo que se ha convertido y vivir con ello. Pero esto es mera excusa para que Victor Gischler cuente un aburrido flashback del aún más aburrido Charles Xavier cuando era joven. Lo único que se salva del tebeo es el dibujo de Al Barrionuevo, al que conoceran los seguidores la extinta colección Batman Gotham Knights. 


Lobezno 8 de Jason Aaron y Jefte Palo (Wolverine vol.4, 5.1 USA) 

El Point One para Lobezno le sirve a Jason Aaron para tomar aire de la gran historia que está contando con Logan y poder narrar una aventura autoconclusiva que sirve tanto para presentar a unos nuevos y “cómicos” villanos como para hacer disfrutar al lector con un relato (el cumpleaños de Logan) que recuerda a esos tebeos de Claremont de los 80 donde los personajes vivían historias cotidianas. Impagable la llegada de Luke Cage y Jessica Jones al cumpleaños y la interacción del resto de superhéroes Marvel invitados que traen al recuerdo la Justice League de Giffen y DeMatteis.

28 de enero de 2012

Deadpool Max 2: Involuntary Armageddon de David Lapham y Kyle Baker


Deadpool Max 2: Involuntary Armageddon de David Lapham, Kyle Baker y Shawn Crystal (Deadpool Max 7 al 12 USA)

Si hay un guionista al que se le ha ninguneado relativamente en los últimos años ha sido a David Lapham. Este ha pasado del aplauso unánime de los lectores ajenos al mainstream por la excepcional Balas Perdidas a ser obviado por estos mismos fans en el momento en el que Lapham se pasó a las dos grandes, realizando obras fallidas como su etapa en Detective Comics junto a Ramón Bachs, a trabajos tan reivindicables y originales como sus dos obras para la línea Vertigo como Silverfish y sobre todo Young Liars.

Mientras tanto, Lapham ha pasado desapercibido para el lector mainstream. Así que su oportunidad de hacerse notar le ha llegado con su peculiar visión del famoso y sobreexplotado mutante Masacre junto a otro talento que se merece también mucho más reconocimiento que el obtenido, Kyle Baker.


Una apreciación: Todo aquel que sea fan del Masacre de Nicieza, Liefeld y cía, o de la espantosa versión del mismo por autores tan poco hábiles como Daniel Way, que se abstengan de leer esta colección. El Masacre de Lapham y Baker es un oasis dentro del cómic actual. Un tebeo que recupera la subversión inteligente de autores como Miller o Chaykin y los excesos gráficos de un Bill Sienkiewikz, sobre todo porque Baker ha abandonado su estilo cartoonesco de obras como Plastic Man o You Are Here, para volver a sus inicios sucios como Justice Inc.


Esta última obra con bastantes puntos en común con este Masacre. Agentes dobles y triples, organizaciones y gobiernos conspiradores y terroristas y una visión negra de la naturaleza humana. De obras anteriores de Lapham también podemos encontrar muchos puntos en común. Protagonistas masculinos convertidos en peleles de mantis religiosas (aquí sería Bob, el agente de la CIA y verdadero protagonista de la colección) como en su Balas Perdidas o sobre todo Young Liars. Pero también tenemos esas figuras infantiles completamente alejadas de la inocencia que se les presupone como en Balas Perdidas y aquí encarnadas en el penúltimo episodio del tomo.


Todo ello aderezado por supuesto con mucha violencia, mucho sexo y mucha pero mucha mala leche. Pero todo ello tomado con un humor negro que te distancia muy mucho de lo ocurrido ante los ojos del lector y que emparenta con el absurdo de los hermanos Marx (no es casualidad que Masacre esté viéndo una película de ese trío de genios en uno de los capítulos del recopilatorio).


Divertida, crítica y caustica y sobre todo muy atrevida. Ingredientes a los que se le suma la inteligencia de lo contado y planteado y que se aleja mucho tanto en intenciones como resultados de obras supuestamente polémicas pero excesivamente pueriles, como por ejemplo los últimos trabajos de autores como Garth Ennis o Mark Millar.

26 de enero de 2012

Miedo Encarnado 2, Iron Man 12, Thor 9 y Capitán América 12


Miedo Encarnado 2 de Matt Fraction y Stuart Inmonen (Fear Itself 2 USA) 

Mis expectativas ante este nuevo evento anual de Marvel eran escasas, sobre todo a las malas críticas y el recibimiento que tuvo al otro lado del Atlántico. Todo puede ser debido a que en los últimos años nos hemos acostumbrado a los trabajos de Millar y sobre todo Bendis, donde cada evento prometía y en cierta parte cumplía el dicho de que el universo Marvel no volvería a ser el mismo. Y Miedo Encarnado juega en otra liga. Una liga donde lo importante es la diversión y la pura acción como objetivo final. Este segundo número es buena prueba de ello. Muchos personajes de la factoría, escenas cortas pero intensas para demostrar lo bien cohesionado que está el mundo Marvel y pequeñas joyas como ese enfrentamiento entre Thor y Odín en las primeras páginas del tebeo, el picnic fallido de Bruce Banner y Betty o el ataque orquestado y brutal de las páginas finales. Un tebeo divertido con regusto a saga de los años 80. Y solo por el excelente trabajo de Stuart Inmonen merecería la pena. 


El Invencible Iron Man 12 de Matt Fraction, Stuart Inmonen y Howard Chaykin ( Invincible Iron Man 503 USA) 

Apunte importante. Si pensáis comprar este ejemplar por pertenecer a la saga Miedo Encarnado, no lo hagáis. Su relación con el evento es completamente tangencial y se circunscribe a las últimas tres páginas del tebeo. Porque este número termina con la corta historia del Doctor Octopus y que nos cuenta el resentimiento desde que eran jóvenes entre este y Tony Stark. El final del enfrentamiento es original pero algo anticlimático, a lo que no ayuda el pobre trabajo artístico de Larroca. Más interesante es la historia de complemento llamada “Como Conocí a Vuestra Madre” en clara alusión a la genial comedia televisiva y que tiene como invitado especial al veterano y actualmente prolífico Howard Chaykin. 


El Poderoso Thor 9 de Matt Fraction y Olivier Coipel (The Mighty Thor 2 USA) 

Fraction empieza a pillarle el punto al personaje de Thor y su mundo, aunque la trama se desarrolle con excesiva lentitud. Eso no quiere decir que el tebeo aburra ni muchísimo menos, sino que deseas que las cosas arranquen de una vez. Aunque es posible que Fraction necesite situar el contexto de sus historias como ya hiciera en su etapa en la Patrulla X. Lo bueno, que mientras tanto podemos disfrutar de un Olivier Coipel más inspirado que nunca, que da todo lo que se espera de él y más. Muchas ganas de leer el próximo ejemplar de la colección, donde tendremos una presumiblemente épica batalla entre Thor y Estela Plateada y la llegada de Galactus, esto último razón suficiente para comprar cualquier cómic. 


Capitán América 12 de Ed Brubaker, Jackson Guice, Mike Deodato y Chris Samnee(Captain America 617 y 618 USA) 

Tras el parón que fueron los dos anteriores números de la colección en cuanto a la trama principal, volvemos a la saga carcelaria de Bucky Barnes. Una historia donde Brubaker juega con todos los tópicos carcelarios para subvertirlos y poner a Bucky contra las cuerdas. Pero lo mejor se encuentra en sus historias de complemento, protagonizadas por Sharon Carter y la Viuda Negra (Brubaker se debería plantear crear una serie regular para las dos) donde ambas espías intentan demostrar la inocencia de su aliado, amigo y amante. Y si Jackson Guice se luce y sorprende con su trabajo artístico en la historia de Bucky, Mike Deodato y Chris Samnee lo bordan en el complemento de las dos espías.

25 de enero de 2012

Gotham City en el cuarto mes de "The New 52": Segunda parte


Batman 4 de Scott Snyder y Greg Capullo 

Al igual que la Wonder Woman de Azzarello, el Batman de Snyder no deja de sorprender y mejorar número a número. Este cuarto ejemplar se centra sobre todo en la primera investigación de un joven Bruce Wayne tras la muerte de sus padres. Snyder consigue transmitir la desazón y el escalofrío que “La Corte de Los Búhos”, el misterioso grupo que domina Gotham desde tiempos inmemoriales domina la ciudad que Batman ha jurado proteger. En definitiva, una línea argumental que demuestra las ambiciones de Snyder y que desde ya se está convirtiendo en una de las mejores historias del personaje. Además, Greg Capullo mejora mes tras mes, convirtiendo su representación del murciélago y de la ciudad de Gotham en el modelo a seguir por las nuevas generaciones de autores. 


Batman The Dark Knight 4 de David Finch y Paul Jenkins 

Sorpresa agradable en el cuarto número de una colección por la que no daba dos duros tras unos comienzos titubeantes siendo bondadosos. Es posible, vistos los resultados del primer volumen de esta colección y los primeros pasos de esta, que Finch haya ido abandonando las labores de escritura y haya ido delegando más y más en Jenkins, guionista irregular con algún trabajo destacable. Un número divertido de leer, con subtramas prometedoras si son llevadas a buen puerto y un buen trabajo de Finch a los lápices. 


Catwoman 4 de Judd Winick y Guillem March 

Una de las series más vapuleadas por los aficionados de este reinicio sigue su correcta trayectoria en las librerías, gracias sobre todo al inmenso arte de nuestro Guillem March que engrandece los guiones de un Judd Winick que no es tan malo como se dice. Si te gusta Selina Kyle no te puedes perder esta colección.

24 de enero de 2012

Wonder Woman 4, Flash 4, Action Comics 4 y Superman 4: The New 52


Wonder Woman 4 de Brian Azarello y Cliff Chiang 

De los 52 títulos aparecidos en los últimos meses quizás sea este el mejor de ellos. En sus cuatro primeros números la colección no ha hecho más que mejorar, sabiendo darle Azzarello un toque que la colección nunca había tenido (una mezcla de la tragedia familiar y shakesperiana que tan buena fortuna le dio en 100 Balas, con unas gotas de los Eternos del Sandman de Gaiman y sobre todo de esos dioses exiliados y contemporáneos de la novela American Gods del propio Gaiman). Y aunque la trama avanza con lentitud, eso no quita para que disfrutemos de momentos tan logrados como la conversación entre Apolo y Ares o el encuentro de una Hera furiosa ante la amante de su marido Zeus, la reina Hypolita, todo ello aderezado con el fantástico arte de Cliff Chiang. Pesadillas tengo pensando el día que abandone la colección, ya que es el complemento perfecto para los guiones de Azzarello. 


The Flash 4 de Francis Manapul y Brian Buccellato 

Un número en el que el protagonismo de Barry Allen queda en un segundo plano y todas las miradas se centran en su némesis y amigo de la infancia, Manuel Lago. Este cuarto ejemplar también sirve para demostrar que la colección no hace más que mejorar mes a mes. Sobre todo el dibujo de Francis Manapul, en concreto su original composición de página. Atentos a este dibujante que no ha hecho más que comenzar a demostrar su potencial. Y la historia, sin ser ni de lejos una obra maestra que va a revolucionar el mundo del noveno arte, tiene más enjundia de la que aparentaba a primera vista.

 
Action Comics 4 de Grant Morrison y Rags Morales 

Nos encontramos con el peor número de la colección hasta la fecha. La batalla entre el ejército de esta nueva versión de Brainiac y Superman, junto a un nuevo y remozado Steel está carente de la fuerza y épica que debería transmitir. Morrison no está muy inspirado y lo mismo habría que decir del arte de Rags Morales, que palidece tras ver de lo que es capaz cuando le pone ganas como en el primer número de esta colección. El tebeo se complementa con una historia, la batalla entre Corben y Steel, que queda fuera de cámara en la historia de Morrison. Decepcionante y con esperanzas de que la cosa mejore. 


Superman 4 de George Perez y Jesús Merino 

La corta etapa de Perez y Merino, que termina en el número 6 para dar paso a los temibles Giffen y Jurgens, continúa sorprendiendo por su modestia y por una historia bien narrada y un reparto de personajes bien caracterizado, donde destaca un Clark Kent muy diferente al que estamos acostumbrados a ver. Merino sigue entregando un trabajo competente, aunque sus rostros sean algo rígidos y artificiales. Una buena lectura que no pasará a los anales del cómic pero que hace pasar un rato agradable.

23 de enero de 2012

Asombroso Spiderman 63, 4F 49 y Shield 5


Asombroso Spiderman 63 de Dan Slott, Christos Gage, Stefano Caselli, Mike Mckone y Reilly Brown (Amazing Spiderman 659 al 662 USA) 

Un número completito, dividido en dos partes bien diferenciadas y que sirven como reposo para la llegada dentro de dos meses de Spider-Island, la gran saga del trepamuros aparecida el pasado verano en Estados Unidos y que tan bien recibida ha sido. De los cuatro números que componen el ejemplar, los dos primeros corresponden a Dan Slott, donde este demuestra de nuevo su amplio conocimiento de Marvel trayendo de vuelta un concepto que apareció en las páginas del Fantastic Four número 5. Dos números repletos de magia, que demuestran de nuevo el amplio papel de Peter en el universo Marvel y que sirven a Slott para demostrar que el otro título que podría estar realizando serían Los 4 Fantásticos, con perdón de Jonathan Hickman que está haciendo un trabajo estupendo. La segunda parte del ejemplar sirve de descanso a Slott, ya que el guionista encargado es Christos Gage, colaborador de Slott en Vengadores La Iniciativa. Una aventura ligera e intrascendente con los personajes de Academia Vengadores de invitados que no está mal pero que queda algo empañada por el dibujo poco inspirado del desconocido Reilly Brown. El ejemplar finaliza con una pequeña historia guionizada por Frank Tieri e ilustrada por Javier Rodríguez, muy original y tremendamente emotiva. 


Los 4 Fantásticos 49 de Jonathan Hickman y Steve Epting ( FF 2 y 3 USA) 

Dejamos atrás la muerte de Johny y la Fundación Futuro mira hacia delante. Y frente a ellos Hickman ha planteado un sinfín de líneas argumentales y conflictos que nos tendrán a los aficionados enganchados como pocas series en la actualidad lo consiguen. Este número doble de la edición española lo tiene todo. El Doctor Muerte como aliado no deseado, una Valeria Richards inteligente y manipuladora que se ha convertido desde ya en el mejor personaje de la etapa Hickman, Ben Grimm y Susan Storm que no se han recuperado de la muerte de su amigo y hermano y que se sienten desplazados de un grupo y una familia que no es la que era y la amenaza latente de un ejército de Reed Richards ya conocido por los lectores de la era Hickman y que demuestran lo que todos sabíamos, que Reed Richards es en el fondo un mal bicho, igual que el Profesor Xavier. Lo único que se le puede achacar a este tebeo es el trabajo a medio gas del excelente dibujante Steve Epting, que ni de lejos alcanza la magnificencia de su etapa junto a Brubaker en Capitán América. 


Shield 5 de Jonathan Hickman y Dustin Weaver (Shield 5 USA) 

La interminable espera entre número y número (¡2 meses!), que hacen que la lectura de 22 páginas se hagan cortas no, muy cortas, no impiden que cada ejemplar sea degustado como una pequeña joya que pasará a los anales de la historia Marvel. Hickman, arquitecto creador de esta colección de estructura caótica en apariencia pero perfectamente planificada no deja de sorprender no solo por su ambición y miras, sino también por que su resolución está a la altura de lo planteado. En este número, aprendemos unas pocas cosas más acerca de los padres de Tony Stark y Reed Richards, nos encontramos con la primera aparición de Nikolai Tesla, tras Newton y Da Vinci y un vistazo al futuro del universo Marvel, donde Kang o mejor dicho Inmortus, su futuro yo, tendrán un papel preponderante. Y además el trabajo de Dustin Weaver, su dibujante, no hace más que mejorar.

20 de enero de 2012

Justice League, Green Lantern y Aquaman: Mes 4 de las series de Geoff Johns. The New 52


Justice League 4 de Geoff Johns y Jim Lee 

Este tebeo lo puedes ver desde dos puntos de vista, constructivo o negativo. Desde el punto de vista constructivo es un tebeo espectacularmente dibujado por Jim Lee (por supuesto si te gusta el tebeo de superhéroes vigoroso e hipervitaminado) y narrado con fluidez y soltura por Geoff Johns. Desde el punto de vista negativo, podemos decir que esta historia ya nos la han contado muchas veces, de manera más concisa y que su Ultimatización no aporta nada que no sepamos. Esta última posición sería la del lector clásico y yo por supuesto no tengo los 10-13 años que se necesitarían para disfrutar de esta reactualización como se merece. Pero si me sitúo en la mente de ese preadolescente que fui, hay que decir que Aquaman mola y mucho (Johns sigue con su proceso de revitalización del personaje, que tan bien está consiguiendo en su colección regular), la relación entre Green Lantern y Batman es divertida y que la aparición del nuevo y remozado Darkseid en las últimas cuatro páginas del tebeo es lo más parecido a una película de Michael Bay en papel. Por cierto, la imagen de la portada no es un reflejo de lo que ocurre en el interior del cuaderno. 


Green Lantern 4 de Geoff Johns y Doug Manhke 

A Johns le pasa un poco lo que le ha pasado a Jeph Loeb. Es capaz de lo mejor y de lo peor, aunque Loeb si que lleva tiempo sin entregar un trabajo digamos mínimamente correcto. En cambio, Johns sigue realizando buenos tebeos de superhéroes como este Green Lantern. En este cuarto número, Jordan y Sinestro se dan una cura de humildad tras ser capturados por los antiguos seguidores de Sinestro, los Sinestro Corps. Johns consigue sacar nuevas facetas de Sinestro y de nuevo sabe como emplazar al lector a la lectura del siguiente ejemplar con un cliffhanger de los que te hacen desear que no hubiera un continuará. 


Aquaman 4 de Geoff Johns y Ivan Reis 

Finaliza la primera aventura de la colección, pero sobre todo finaliza el difícil intento de convertir a uno de los emblemas de DC más menospreciados por la afición en un personaje a seguir. Misión cumplida. La saga, que comenzó pareciendo La Niebla de Carpenter, termina con un homenaje a la saga Alien, sobre todo a sus dos primeras entregas. Ivan Reis, un dibujante que en sus comienzos no era santo de mi devoción, demuestra en Aquaman su evolución y su maestría como el nuevo Neal Adams. El mes próximo comienza la gran saga de la colección, en la que Johns ya se juega todas las cartas, en una estrategia que me recuerda mucho a la realizada por Mark Waid y Andy Kubert con Kazar a mediados de los 90. Si el resultado es la mitad de satisfactorio, estaremos ante un tebeo a recordar.

CES Thunderbolts 2: Los Más Buscados del Mundo de Kurt Busiek y Mark Bagley. Colaboración para Panini Reviews


Previsto para Enero y retrasado para principios de Febrero, llega a las tiendas el segundo volumen de uno de los tebeos imprescindibles de los 90 y una de las mejores colecciones y etapas de la historia Marvel. Al igual que su predecesor, este tomo aparece en la colección antológica Extra Superhéroes que lleva publicados varios tebeos imprescindibles de los años 90 y principios de la década pasada. El lector encontrará en él el segundo año de la colección, tras la impactante conclusión del volumen anterior donde los Thunderbolts han pasado de ser los héroes más poderosos del mundo, a ser los más buscados. La reseña completa la tenéis pinchando aquí.

18 de enero de 2012

Alcatraz de J.J. Abrams


J.J. Abrams tiene la suerte de ser el creador más hypeado de los últimos tiempos. Sus series Alias y sobre todo Lost le encumbraron a la categoría de rey midas del entretenimiento audiovisual televisivo cuyas garras han llegado también a la pantalla grande. Pero Lost se ha convertido en su punto álgido, pero también en una pesada losa que le acompañará haya donde vaya.

Y en honor a la verdad hay que decir que el mérito de Abrams en Lost es relativo, ya que los verdaderos artífices de la grandeza de dicha serie fueron sus showrunners, Damon Lindelof y Carlton Cuse, ya que Abrams estuvo implicado en la primera temporada y al principio de la segunda, ya que sus proyectos cinematográficos (primero la tercera parte de Misión Imposible y después el reboot de Star Trek) le impidieron continuar en el serial.


Su implicación sería idéntica en los siguientes proyectos de su factoría, los cuales se han intentado vender como la nueva "Perdidos" o de los creadores de la misma. Y ninguna ha conseguido funcionar y levantar las pasiones que levantó la odisea de los Oceanic. Fringe vive en el filo de la cancelación, manteniéndose gracias a una pequeña pero leal base de fans (entre los que me incluyo), aunque estamos empezando a cansarnos de que no se decante por el procedimental al uso o el serial con todas sus consecuencias. Otros proyectos de Abrams posteriores no han conseguido cubrir las expectativas puestas en ellos (Undercovers, Person of Interest).

Pero eso es debido a que J.J. Abrams es una marca ahora mismo, al igual que su idolatrado  Spielberg lo era en los 80 con Amblin. Abrams pone su sello y su nombre y a otra cosa, que el hombre está que no para, sobre todo en el cine, su nuevo territorio a conquistar.


Vistos los dos primeros episodios de este nuevo y misterioso proyecto, dirigidos por Jack Bender, director de los mejores y más importantes episodios de Alias y Lost, además de otras series con tanta calidad como Los Soprano, me han dejado la sensación que me dejó el piloto de Fringe en el momento de su estreno: no está mal, pero no mata. La serie puede tener potencial, pero el factor sorpresa ha desaparecido.

Al principio de la reseña comentaba que Lost es y será en el fondo una losa para Abrams, que condiciona y condicionará todo lo que haya hecho, al igual que para George Lucas lo es Star Wars o para Coppola El Padrino. Todo producto suyo será comparado con este y todos han salido perdiendo, y Alcatraz no es una excepción.

Alcatraz arranca con una premisa atractiva a priori. En el año 1963 la prisión de Alcatraz cerró por unas instalaciones deficientes. La historia real es que en dicho año los más de 300 presos que estaban en sus instalaciones desaparecieron sin dejar rastro de sus celdas. Ahora en la actualidad comienzan a aparecer de nuevo.


La serie mezcla las organizaciones secretas marca de la casa Abrams como Dharma o Massive Dinamics, con ecos del 100 Balas de Azzarello y Risso, los flashbacks al estilo Lost y la pareja de investigadores de series como Expediente X o Fringe. La serie no aburre, sus valores de producción son excelentes y la premisa puede funcionar como caerse estrepitosamente.

Su problema, que el misterio es desvelado demasiado pronto, que las cartas se han puesto sobre la mesa con excesiva celeridad para ganar televidentes. Los personajes protagonistas, entre los que nos encontramos a viejos conocidos de Lost como Jorge García (el entrañable y orondo Hurley) o el veterano actor Sam Neill, se toman con demasiada naturalidad los extraños acontecimientos que suceden a su alrededor. Y eso chirría en muchas ocasiones.


La estructura de la serie en apariencia es la de un procedimental al uso. En cada capítulo aparece uno de los presos desaparecidos del espacio tiempo en nuestra época actual y hay que capturarle, además de introducirnos a ese preso a través de flahsbacks situados en la prisión que da título a la serie. Pero lo que la aparta del procedimental al uso son pequeños detalles, extraños misterios y pistas que hacen parecer que hay un gran plan y un gran misterio que será desvelado al espectador en un posible futuro próximo.

Ahí es donde la serie se la juega. La estructura de preso de la semana tiene los días contados para exprimir su fórmula sino tiene fecha de caducidad. Si la serie poco a poco se va alejando de eso y comienza a desvelar misterios y giros narrativos inesperados irá por el buen camino. Si por el contrario da una cal y otra de arena como Fringe, se quedará como una buena idea mal desarrollada. Esperemos que sea más de lo primero que de lo segundo.
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