23 de junio de 2012

Before Watchmen: Minutemen y Silk Spectre 1


Este mes de junio han llegado a las librerías americanas los primeros números de lo que es el acontecimiento más polémico del mundo del cómic de los últimos tiempos, las precuelas de Watchmen sin Alan Moore y Dave Gibbons.


Todos sabemos las impresiones y declaraciones que Moore ha hecho sobre este tema, así que no voy a ahondar en algo que es vox populi, así que habiendo leído el primer número de las dos primeras series aparecidas, Minutemen y Silk Spectre, os daré mis impresiones acerca de ellas.



La primera impresión al leer ambos tebeos, los Minutemen guionizado y dibujado por Darwyn Cooke y Silk Spectre guionizado también por Cooke pero dibujado por Amanda Conner (The Pro) es que son tebeos en los que los autores han dado lo mejor de si mismos y no son malos tebeos. El problema es su referente. Y ahí si que fracasan estrepitosamente.


Minutemen es una miniserie de seis números que nos narrará la era dorada de los héroes del universo Watchmen. No hay nadie mejor actualmente para eso que Darwyn Cooke, como demostró en la excepcional The New Frontier. El problema es que el enfoque es erróneo para los Minutemen.


En Watchmen, mal que le pese a Zack Snyder, no hay ni un solo momento que se aplauda la vida de los vigilantes enmascarados. Al contrario, Moore los representa como personas con unas carencias muy evidentes y un desequilibrio emocional que los impulsa a hacer el ridículo en pos de un vigilantismo ridículo. Aquí Cooke, al contrario, utiliza el mismo tratamiento que usó con los héroes tradicionales de DC Comics y esa fórmula no sirve, porque no hay componente nostálgico en Watchmen al que agarrarse, sino todo lo contrario.



La situación se agrava, por lo menos en este primer ejemplar, en que lo que nos cuenta no es nada nuevo que Moore no reflejara en su obra magna, tanto en conversaciones de los personajes, en flashbacks o el los extractos del libro de Hollis Mason, "Bajo la Máscara", que complementaba los tres primeros números de la maxiserie.


Por supuesto, el nivel gráfico de Cooke está a la altura de lo que se espera de él, convirtiéndose en uno de los tebeos gráficamente más bonitos y agradables del mercado actual. Pero eso no basta.


Más de lo mismo ocurre en la miniserie de Silk Spectre. Todo lo que nos redunda Cooke en la relación entre Laurie y su madre, la primera Espectro de Seda, ya nos lo dejó ver Moore en el original, y lo que nos cuentan de nuevo de la adolescencia de Laurie es prescindible y no aporta nuevas capas al personaje, al menos por el momento.


Una pena que Amanda Conner esté tan limitada al seguir a rajatabla la composición de 9 viñetas del original, no dejando explayarse a la artista como debiera. Y ahí está el gran problema de esta nueva visión de los personajes de Moore y Gibbons, que es el excesivo servilismo de unos grandísimos autores que están atemorizados y a la vez honrados de trabajar con tan excelso material de partida, cuando ellos mismos deberían estar revolucionando el medio como hicieron en 1985 Moore y Gibbons.




Así que en definitiva, tenemos por el momento dos tebeos de unos autores excelentes y que dan lo mejor de si mismos, pero que se convierten en prescindibles y sin valor, que no aportan nada a la historia y a los personajes y que no cuentan nada nuevo, al vivir a la sombra de lo que fue un antes y un después para el medio y el género. En dos semanas, El Comediante de Azzarello y Jones y Búho Nocturno de Stracinsky (que miedo) y Andy Kubert. Veremos que tal.

1 comentario:

  1. Soy nuevo en los cómics pero me gusta este sitio, se me ha hecho muy fácil de leer.

    Un saludo, te sigo!

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...