Que Brian Michael Bendis ha cambiado la Casa de las Ideas es evidente. Solo hace falta mirar los tebeos que se hacían en la década de los 90 y lo que se hace ahora tras la llegada de Bendis en el año 2001 a Marvel, con tebeos como Alias, su Daredevil junto a Alex Maleev o Ultimate Spiderman. Que guste a muchos y lo odien otros tantos es cuestión de gusto, donde todo depende de lo que te guste sus excesos y su descompresión narrativa. Pero ha demostrado ser un guionista la mar de versátil y por supuesto mucho mejor y más influyente que un contemporáneo suyo, Mark Millar, que quitando tres o cuatro tebeos muy buenos que tuvo, ha demostrado que aparte de demostrar que es un genio de las relaciones públicas y el marketing, sus tebeos y su aportación al género superheróico ha sido un verdadero bluff.
Pero Bendis se dio a conocer de verdad ante el gran público con su larga etapa al frente de Los Vengadores. Se puede decir mucho sobre su trabajo al frente de Los Vengadores y todas sus series en paralelo (que no tenía nada que ver con Los Vengadores de toda la vida, que que pintaban Lobezno y Spiderman por ahí o que estiraba las tramas hasta el límite y más allá), pero lo que nadie puede negar es que puso de nuevo a los Héroes Más Grandes de la Tierra en el candelero, los convirtió en los superventas de la editorial y recuperó un título que languidecía entre los puestos más bajos de ventas de la editorial y entre los intereses del fándom. Cierto es también que su etapa se alargó demasiado en el tiempo y que después de Asedio, que debía haber sido su canto del cisne, sus Vengadores ya no fueron lo mismo.
¿Y qué personajes le quedaban por tocar dentro del universo Marvel? La antigua niña bonita de la editorial, allá por los años 80 y 90, porque a partir del siglo XXI y quitando etapas tan famosas como los Nuevos X-Men de Morrison o Astonishing X-Men de Whedon, las series regulares de los mutantes no le importaban al público, por mucho que Matt Fraction y Kieron Gillen recuperaran un poco la fe en unos personajes que llevaban quemados mucho, pero que mucho tiempo. Los primeros visos de que algo se movía en el horizonte mutante fue Cisma, el evento mutante donde se separaron Cíclope y Lobezno, y con ellos la raza mutante y el pedazo de serie que es y sigue siendo Lobezno y los X-Men de Jason Aaron.
Pero Bendis y compañía tenían un plan para volver a poner a los mutis en la primera línea de popularidad. Y ese plan fue Vengadores contra X-Men. Un crossover que quizá pecó de longitud, pero que en su segunda mitad demostró como tenía que ser un evento editorial marvelita. Que los Vengadores aparecieran primero en el título de la saga era una mera maniobra económica al ser la niña bonita de la editorial, porque los verdaderos protagonistas de la saga fueron la Patrulla X y las consecuencias de lo que ocurrió les devolvió de lleno a la primera página del universo Marvel.
Y así Bendis, con la misma maniobra que realizó con Los Vengadores, se saca de la manga dos series de su puño y letra para contar las andanzas de los mutantes: La Nueva Patrulla X y La Imposible Patrulla X, donde el truco es que te puedes leer cualquiera de las dos series por separado y disfrutarlas como un enano, pero si te lees las dos, el goce ya es completo.
La primera de ambas series en aparecer fue La Nueva Patrulla X y su premisa no podía ser más polémica: traer de vuelta a la Patrulla X original, la de Stan Lee y Jack Kirby. Las alarmas comenzaron a sonar. ¿Bendis está loco?¿Qué es esto?¿Marvel la ha vuelto a liar, ya no sabe que hacer y esto va a dejar en nada el Mefistazo?
Y Bendis, listo como el solo, demostró no solo que no teníamos nada de que preocuparnos, sino que la magia Marvel había vuelto, y el retorno gracias a la Bestia del quinteto mutante original tras viajar en el tiempo a su futuro, nuestro presente, para que Cíclope se diera cuenta del error que está cometiendo con su radicalismo exacerbado, ha sido la mejor idea que ha tenido la Casa de las Ideas en mucho tiempo, entregando a cambio el mejor tebeo de la editorial y también el más adictivo.
Lo que otros autores habrían convertido en una cagada editorial antológica, en manos de Bendis se convierte en el mejor tebeo mutante desde los tiempos del mejor Claremont. Original, innovadora, inteligente y muy pero que muy adictiva. Bendis entiende y comprende a todo su reparto, deja tiempo para que se desarrollen de manera convincente, en especial al mejor personaje de la serie, la joven Jean Grey, la gran revelación del tebeo y el personaje central desde el que la serie gira...y de que manera.
Pero un gran guión no consigue desarrollarse del todo si no hay un buen dibujante que lo sepa plasmar. Y La Nueva Patrulla X tiene el mejor dibujante de superhéroes que existe en la actualidad, Stuart Inmonen, viejo colaborador de Bendis y que aquí nos deja con la boca abierta página a página, demostrando que se le da igual de bien una gran pelea entre superhéroes, que una conversación de dos personajes, que un momento cómico o uno dramático. Es perfecto. Y su sustituto en ocasiones, David Márquez, no es Inmonen, pero no lo hace nada mal.
La segunda serie de la que dispone Bendis para desarrollar su historia es La Imposible Patrulla X. Y si en la Nueva, vemos todo desde el punto de vista de la Patrulla original y el bando anti-Cíclope formado principalmente por la Bestia, Lobezno y Kitty Pryde, en Imposibles tenemos el punto de vista del bando de Cíclope, formado por el mismo y otros afectados por la fuerza Fénix como Emma Frost, Magneto e Illyana Rasputin, alias Magik, un personaje que Bendis ha devuelto la importancia que tuvo en la época Claremont.
La Imposible Patrulla X es un tebeo más oscuro, más negro y también menos interesante que su colección hermana. No es un mal tebeo ni de lejos, con elementos tan interesantes como esos nuevos alumnos mutantes que Cíclope ha adoptado (aunque necesitan más desarrollo en los próximos episodios), la extraña relación que tienen ahora la expareja formada por Scott y Emma, o que demonios quiere Magneto y porqué está jugando a dos bandas con Shield y Scott. Pero no destila la magia que expulsa por los cuatro costados La Nueva Patrulla X.
Es posible que parte de ese pequeño problema sean los dibujantes elegidos para acompañar a Bendis en esta colección, Chris Bachalo y Frazer Irving. Dos pedazo de dibujantes, con un estilo personalísimo y muy interesante pero que ambos pecan del mismo defecto, un storytelling algo confuso en algunos momentos.
Pero es muy posible que si no existiera La Nueva Patrulla X estaríamos ensalzando esta otra colección. Así que mi recomendación es que si solo tienes que comprar un tebeo al mes, no dudes en comprar La Nueva Patrulla X. Y si puedes comprar dos, que el otro sea La Imposible Patrulla X. Están pasando grandes cosas en el universo mutante y no puedo estar más contento. ¿Te lo quieres perder?
Con este tebeo(que implica practicamente la primera colección mutie que sigo de forma regular)tengo sentimientos contradictorios. Por un lado me encantan todas las situaciones y dialogos que Bendis alrededor de la Patrulla X del pasado(destacando,como no,Jean Grey),pero...tengo la sensación de que falta algo.Al seguir la edición española aún me falta por leer la segunda parte de la Batalla del Atomo,pero aún así,tanto en esta como en la Imposible Patrulla X siento la falta de un rumbo y una trama, como si la colección no fuese más que el desarrollo de una situación chocante tras otra. Me lo estoy pasando muy bien leyendola,eso sí.
ResponderEliminarY donde la serie resulta espectacular es en el apartado gráfico. Immomen ya fue lo mejor del evento de Miedo Encarnado,pero aquí está impresionante, tanto en las conversaciones como en los momentos de acción. Y respecto a Bachalo, a mi personalmente me encanta, lo único que no me gusta son los rediseños que les ha hecho a Cíclope y compañia, porque especialmente en el caso del primero esos uniformes solo acaban quedando bien cuando los dibuja él