10 de abril de 2014

Ojo de Halcón de Matt Fraction y David Aja: Con tebeos así, uno recupera la fé en los cómics de superhéroes


Que difícil es hablar de un tebeo del que todo el mundo ha hablado maravillas. Y mucho más difícil es el leerlo, ya que la mayoría de las veces es complicado estar por encima de las expectativas y quedarte satisfecho ante el enésimo tebeo que es catalogado como la nueva octava maravilla del noveno arte. Pero lo mejor del caso es cuando dicho tebeo está por encima de las expectativas creadas y anticipadas.



Digámoslo sin más dilación. El nuevo y mejorado Ojo de Halcón de Matt Fraction y David Aja (no puede considerarse el trabajo de uno sin el otro) es una de las mejores cosas que le han pasado a los tebeos Marvel en los últimos tiempos. Un tebeo original, fresco, divertido, artísticamente innovador y lo más importante de todo, entretenido como pocos. Un tebeo que lees con detenimiento y de manera pausada para deleitarte tanto de los inteligentes y acerados guiones y diálogos de Fraction, como con el apabullante despliegue visual del que hace gala David Aja, heredero del trazo limpio y elegante de David Mazuchelli, mezclado con el arrojo y el atrevimiento estructural de Chris Ware.



Y no nos olvidemos del protagonista del tebeo, Ojo de Halcón, uno de los mejores personajes de Marvel y más querido por los aficionados de toda la vida. Para el gran público serán más famosos y mediáticos Iron Man, el Capitán América o Thor, pero para los verdaderos fans de Los Vengadores, Ojo de Halcón es el Vengador por antonomasia, sobre todo si te enganchaste a los tebeos en los años 80.



Por eso este revival del personaje lo hemos recibido con los brazos abiertos. Porque Ojo de Halcón había sido desperdiciado en los años 90 y entrado el nuevo siglo y tras la versión hard boiled ideada por Mark Millar en sus famosos Ultimates había quedado irreconocible. Tan irreconocible que la version Bendisiana de Los Vengadores del universo tradicional o la aparecida en la genial Los Vengadores de Joss Whedon habían dejado irreconocible al personaje.



¿Dónde estaba nuestro arquero favorito?. ¿Dónde estaba se personaje encantador, falible pero tremendamente humano que había enamorado a los lectores de los 80 y que se había convertido en un personaje unidimensional con nula personalidad? Estaba esperando a dos autores del calibre de Fraction y Aja para devolverle mejorado.



Porque seamos sinceros. Los verdaderos fans del universo Marvel no los llevamos siguiendo década tras década porque estamos enganchados a los grandes eventos multicrossover, las batallas épicas repletas de explosiones y grandes onomatopeyas y héroes de piedra con mandibulas apretadas y músculos en tensión. No, seguimos leyendo a estos personajes porque nos preocupa que Peter Parker llegue a fin de mes, lloramos con Matt Murdock cuando pierde a Elektra,  el gran amor de su vida o debatimos quien sería mejor pareja para Jean Grey, si Logan o Scott Summers.



Nos importan los momentos íntimos, cotidianos, las relaciones entre seres humanos aunque estén en cuatricomía. Para mi siempre lo mejor de un tebeo Marvel ha sido cuando Peter quedaba con sus amigos en el Village neoyorkino, cuando Harry Osborn caía en los brazos de las drogas psicodélicas de los 60, o si hablamos de momentos tebeísticos más recientes, cuando Scott Summers y Emma Frost comenzaban su relación tras la muerte nuevamente de Jean Grey.



Y eso es lo que nos entrega Fraction en esta nueva colección. Personas de carne y hueso, con conversaciones de verdad. Y no solo me refiero a su protagonista, sino también a su nueva compañera, esa nueva Ojo de Halcón salida de las páginas de los Jóvenes Vengadores de Allan Heinberg y que se convierte desde ya en mi secundario favorito del cómic de superhéroes americano actual. Y no solo de la pareja protagonista del serial vive Fraction, sino también de un reportaje de personajes secundarios (los vecinos del bloque de Clint) reales como la vida misma, con problemas reales (glorioso el episodio dedicado al último huracán que vivió la costa este americana). Tan bueno es su reparto, que el mejor personaje de la colección es el perro recogido en acogida por Clint que protagoniza incluso un número de la colección, quizás el mejor, más original y arriesgado.



Y algo más importante y que cada vez han perdido más los tebeos actuales. La sensación de que cada número importa y no son una excusa estirada hasta el infinito para poder recopilar sagas en bonitos hardcovers. Eso no quita para que haya una trama que continúa número a número, pero el valor del comic book como unidad independiente se había perdido.



Ya he hablado antes del trabajo apoteósico que realiza David Aja en esta colección. Mis palabras se quedan cortas y torpes para poder expresar lo que este autor de talento superlativo realiza en cada página. Lo que si puedo decir es que los autores que colaboran en la colección no se quedan atrás. Javier Pulido, Steve Lieber o Francesco Francavilla dan lo mejor de si mismos, sobre todo porque quieren mantener el listón que ha puesto Aja.



Y si, el tebeo ha sido reconocido con miles de premios. Y bien merecidos. No es un tebeo sobrevalorado, no es un tebeo para lectores indies que reniegan de los tebeos de superhéroes. Es un tebeo, simple y llanamente, para todos los que adoramos este fantástico medio y que demuestra que no todo está inventado y que no hace falta ir de pedante y pseudointelectual para entregar un tebeo que desde ya ha pasado a los anales de la historia del cómic.

1 comentario:

  1. Muy guay el post. Desde hace un par de meses que me los quiero comprar y me terminaste de convencer. Estaría bien que hicieras una entrada con lo mejor de ojo de halcón porque es un personaje que me gusta mucho y del que he leido poco y quiero que eso cambie.
    Sigue así, un saludo.

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