20 de marzo de 2015

Hellblazer de Garth Ennis 1 de 3: El comienzo de la mejor etapa de John Constantine





















Si hay un personaje que ha sido querido en los últimos 20 años por los aficionados españoles, ese es John Constantine. El problema, que los lectores no hemos tenido la suerte de contar con una edición definitiva de la colección más longeva del sello Vertigo, que alcanzó la friolera de 300 números en su edición original. Dicho problema lo ha solventado ECC Ediciones con una ambiciosa recopilación en 17 volúmenes de la obra completa en voluminosos tomos de casi 400 páginas cada uno y dividida por una pléyade de autores tan importantes para el tebeo contemporáneo como Jamie Delano, Garth Ennis, Brian Azzarello, Warren Ellis o Mike Carey.



¿Y cuál es el autor y etapa con la que ECC ha decidido comenzar la reedición de un material tan demandado por los lectores españoles? Pues lógicamente con el autor y etapa más famosa, la realizada por el irlandés Garth Ennis a principios de la década de los 90 y que le llevó a firmar su mejor y más conocida obra, Predicador.



Garth Ennis recogió el testigo de Jamie Delano, tras 40 ejemplares, con la saga Hábitos Peligrosos, quizás la historia más famosa del personaje y la más definitoria. En ella, Ennis enfrenta a Constantine con su peor enemigo, su propio cuerpo, entregándole un cáncer de pulmón terminal. A partir de ahí y con un punto de partida tan sugerente, Ennis reinventa a Constantine, haciéndole más humano, más inteligente y más bastardo que nunca, en una saga que marcó como pocas la historia del personaje y que posiblemente fue más definitoria que la propia creación y primera aparición del personaje por parte de Alan Moore en la saga American Gothic de La Cosa del Pantano.



Porque si en las manos de Alan Moore y el propio Delano, Constantine era más un icono frío y calculador, en las manos de Ennis se convierte en un ser humano tridimensional. Eso no quita para que Ennis no siga mostrando a Constantine como un superviviente egoísta con una vida que está siempre al borde del abismo, pero también le aporta un lado positivo en su relación con Kit (la pareja definitiva de Constantine y un ejemplo de la asombrosa capacidad de Ennis de crear personajes femeninos de carne y hueso, que luego continuaría con la Tulip de Predicador) o en los mejores momentos de la colección, el día a día de la vida de Constantine donde los pubs, las partidas de cartas con amigos y sus conversaciones con ellos aportan los mejores y más naturales momentos de la colección.



Pero aquellos que queréis elementos sobrenaturales en la colección no tenéis de que preocuparos, porque Ennis os lo da con creces. Demonios enfrentados por el alma de Constantine, espíritus vengativos, vampiros y un sinfín de fenómenos paranormales abundan a lo largo de de los primeros 15 ejemplares de la era Ennis recopilados en este primer volumen de la edición de ECC. Y a aquellos que se les revolvió el estomago con el trabajo de John Ridgway en la etapa de Delano, no se sentirán defraudados con el desfile de sangre, visceras y turbiedad que atesora este primer volumen de la colección.



Quizás lo que más se resienta en este primer tercio del trabajo de Ennis sea su parte gráfica. Más adelante, Ennis se juntará con Steve Dillon de manera regular (en este tomo tenemos el primer ejemplo del trabajo de ambos autores juntos, que les llevará a convertirse más adelante en una pareja artística tan perfecta en su fusión, como lo pueden ser Azzarello y Risso o Brubaker y Philips) y se tiene que contentar en la gran mayoría de los números que contiene este volumen con Will Simpson como dibujante, un autor que quizás no es el más adecuado para el tono de la colección, acrecentado por un equipo de entintadores rotatorio que flaco favor le hace a los lápices de un Simpson que en honor de la verdad intenta entregar el mejor trabajo que puede realizar. El remate para el despropósito gráfico es el color de Tom Ziuko.



Una pena, porque las historias perpetradas por Ennis en este primer tercio de su estancia en la colección son excepcionales. Desde la ya mencionada "Hábitos Peligrosos", a "Jugadores", donde Ennis escupe toda su rabia hacia esa rancia aristocracia que rige los desiginios del Reino Unido, pasando por "El Pub donde nací" en el que Ennis nos cuenta la bella para triste historia de amor entre dos propietarios de un pub en Londres con dramáticos resultados.



Y es que es en el amor, la amistad, las conversaciones de barra y en el día a día donde Ennis se desenvuelve como pez en el agua y entrega sus mejores trabajos. Quizás es más conocido y adorado por una parte de los lectores por sus excesos políticamente incorrectos, pero eso es mera fachada. Porque para mí, donde más brilla Ennis es en esos momentos de cotidianidad y humanidad, donde el trabajo del irlandés se hace grande. Y de estos momentos, su Hellblazer los tiene a patadas.

1 comentario:

  1. Constantine ha sido un personaje fascinante desde su primera aparición en el Swamp Thing de Alan Moore. La etapa de Garth Ennis es extraordinaria, aunque es una lástima que no la tenga completa (en realidad, me faltan bastantes huecos por rellenar en mi colección de Hellblazer). Por cierto, me gustó mucho tu post sobre Miracleman, justo acabo de escribir sobre la obra de Alan Moore aquí:

    www.artbyarion.blogspot.com

    Espero que te animes a visitar mi blog y a dejarme un comentario.

    Saludos.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...