Que Geoff Johns está de capa caída es un hecho. Solo hace falta leerse el final de su larga etapa al frente de Green Lantern, sus Justice League o Forever Evil, un refrito en muchos aspectos del JLA Tierra 2 de Morrison y Quitely. Pero hubo un buen Geoff Johns, aquel que devolvió la frescura a supergrupos como la JSA o los Jóvenes Titanes o personajes como Flash o Green Lantern, ya que esta última fue uno de los mejores reinicios de un personaje de la historia del cómic hasta que terminó la saga de los Sinestro Corps y la serie fue decayendo proporcionalmente, a medida que aparecían nuevos anillos de colores.
Pero dentro de esta mediocridad en la que se ha asentado el escritor, todavía podemos encontrar destellos de ese buen guionista que fue, incluso dentro de los nuevos 52. Y Aquaman es una buena prueba de ello, sobre todo tras leer completa su etapa al frente del personaje menos querido de la historia de los superhéroes.
Porque seamos sinceros, a nadie le interesaba Aquaman. Un personaje que nunca ha sido un fan favourite y quizás el eslabón más débil de todos los personajes icónicos de DC Comics. Pero Johns, que ya comenzó a darle mayor protagonismo y enjundia en el último megacrossover antes de los Nuevos 52, El Día Más Brillante, consigue lo mismo que hizo Mark Waid con Kazar en los años 90 para Marvel, un tebeo muy entretenido y un personaje que bien planteado puede dar mucho de si.
La etapa de Johns, 25 ejemplares, más un número 0, se puede dividir en cuatro partes bien diferenciadas, pero que leídas en su totalidad demuestran un trabajo planteado a largo plazo. La primera saga de la colección, que corresponde a los números 1 al 6, sirve a Johns para cambiar la percepción que tenemos del personaje y su entorno, incluso se permite la licencia de reírse de la concepción que tiene el público sobre él, en una historia que tiene reminiscencias de La Niebla de John Carpenter, además de plantear la razón de ser de un personaje que se siente fuera de los dos mundos a los que pertenece y desarrollar también a Mera, la pareja de Aquaman y que ya había comenzado a plasmar en El Día Más Brillante.
Tras esta saga introductoria llegamos a Los Otros, quizás el mejor arco argumental de la colección, donde Johns hace un nuevo ejercicio de retrocontinuidad, presentando al supergrupo del que formó parte Arthur y del que fue su líder, Los Otros, un secreto que ha ocultado a Mera y a todos los que le rodean, debido a un fantasma del pasado relacionado con Black Manta.
Estos 13 números, más el consabido número 0, donde Johns aprovecha para recontar el nuevo orígen del héroe, fueron dibujados por Ivan Reis, quizás el mejor dibujante de tebeos de superhéroes en el sentido más clásico del término que tiene DC Comics en la actualidad. Y Reis da el 200% de si mismo en estos tebeos, entregando su mejor trabajo hasta el momento.
Tras un fill-in de Pete Woods, que sirve de prólogo para el crossover con la serie de la Liga de la Justicia, la saga El Trono de Atlántis, Ivan Reis abandona el título para irse con Johns al best-seller de la editorial, La Liga de la Justicia. Y El Trono de Atlantis, aunque se cruce con la Justice League, es una historia cien por cien de Aquaman. Una saga espectacular gráficamente y en la que Aquaman debe enfrentarse a su hermano, rey de Atlantis y proteger a la Tierra. Una saga que te retrotrae a las mejores aventuras-evento a la vieja usanza. El trabajo gráfico en la serie regular de Aquaman, corre a cargo de Paul Pelletier, un dibujante correcto sin más, que da todo lo que puede dar para intentar hacernos olvidar a Ivan Reis, pero no lo consigue.
Todas las tramas y subtramas que lleva desarrollando Johns a lo largo de 18 números, culminan en la última saga de la colección, donde conocemos al olvidado 1º rey de Atlantis y las mentiras alrededor de su muerte. Un final de saga que cierra todas las subtramas abiertas, coloca en una nueva posición al héroe y que deja abierta una sola trama que culminará en un futuro cercano en las páginas de La Liga de la Justicia. Una decisión absurda ya que su lugar debía ser las páginas de Aquaman, pero Johns abandona su mejor título, a favor del contenedor de eventos que es Justice League (una serie sin dirección propia). Y a lo mejor es lo mejor que le puede pasar a esta etapa, ya que alargarla hasta la extenuación podría desembocar en un nuevo Green Lantern.
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