13 de enero de 2014

Green Arrow de Jeff Lemire y Andrea Sorrentino. Los mejores tebeos de la nueva DC


Al pobre Flecha Verde le tocó bailar con la más fea con la llegada de la nueva DC. Si en las tres últimas décadas había sido un personaje mimado por la editorial, con etapas tan interesantes como la realizada por Mike Grell entre finales de los 80 y principios de los 90, o ya en el nuevo siglo con el relanzamiento que supuso la nueva serie regular comenzada por  el mediático Kevin Smith y continuada con brío e ingenio por Brad Meltzer y el olvidado Judd Winick.

Pero no, Dan Didio decidió que Green Arrow no era un personaje interesante y con potencial, porque si Wonder Woman tenía a Azzarello y a Chiang, Flash a Manapul y a Buccellato y Aquaman a Geoff Johns e Ivan Reis, Green Arrow se merecía a DAN JURGENS.


Si Jurgens ya era un autor pasado de rosca en los años 80 y 90, mediocre como pocos y que de chiripa tuvo la suerte de estar dentro de La Muerte de Superman, todos sabíamos que su calidad tiraba a media/baja. Y eso es lo que fueron sus pocos números de este relanzamiento del personaje, del que creo que leí un par de ellos y la llegada de una Ann Nocenti muy por debajo del nivel que tuvo en la Marvel de los 80 (Longshot o su Daredevil con Romita Jr. por poner un par de ejemplos), tampoco tuvo la relevancia que Oliver Queen se merecía.

Casualidades de la vida, la división de televisión de DC Comics si que confío en el personaje al estrenar a finales de 2012 la serie Arrow, una revisitación y rejuvenecimiento del personaje muy influenciada por el Batman de Nolan y el Smallville televisivo que hizo saltar las alarmas de la editorial. Green Arrow gusta si está bien hecho y ahora no tenemos un producto comiquero a la altura de las circunstancias.

Dicho y hecho, en febrero de 2013, la editorial rebooteo al personaje en el número de 17 de su nueva colección, casi empezando de cero, con un equipo artístico a la altura de la nueva fama televisiva del personaje: Jeff Lemire y Andrea Sorrentino.

Lemire, un escritor proveniente del sector independiente, fue uno de los autores dentro de los nuevos 52 que sorprendió a propios y extraños con su Animal Man, que aunque bebía de conceptos inventados en los 90 por autores como Jamie Delano y Peter Milligan, era capaz de mezclar dichos ingredientes y entregar un producto contemporáneo y parcialmente novedoso. Y lo mismo ha hecho con Green Arrow.


Porque no nos engañemos, su Green Arrow bebe de muchas fuentes, fácilmente reconocibles si eres un devorador de cultura popular. La primera de ellas es la propia serie de televisión Arrow, seguida por un concepto que se ha repetido hasta la saciedad, como es el "back to the basics" que pusieron de moda Miller y Mazuchelli con la seminal Born Again, donde desnudaban al personaje de todos sus elementos característicos y de un mundo demasiado familiar y rutinario tanto para el personaje como para los lectores, para darle un nuevo impulso y hacerle renacer. Y eso es lo que va a vivir este joven Oliver Queen (sigo echando de menos al Oliver cuarentón y mujeriego de toda la vida), aderezado con unos toques de mitología y misterios digna de Lost (esa isla repleta de secretos).

Pero no solo eso es meritorio dentro del tebeo de Lemire, sino que este con gran facilidad comienza a utilizar personajes y conceptos de la historia de la editorial, modernizándolos e integrándolos sin que chirríen nada, como la introducción de Shado, Richard Dragon o The Butcher, personaje olvidado, creado por el también olvidado guionista Mike Baron en una miniserie de 5 números que publicó DC en el año 1990 si la memoria no me falla. Sin olvidar que el autor se ha tenido que comer dos eventos absurdos de DC Comics, el mes de villanos e integrar con calzador a Green Arrow dentro del Año Cero de Batman, sin que eso dañe al arco argumental que el escritor está intentado narrar.


Y lo mejor de todo esto es que el trabajo gráfico está a la altura de la adictiva lectura que nos propone Lemire, Andrea Sorrentino, dibujante italiano que tras su magnífico trabajo artístico en el por otra parte prescindible tebeo Yo, Vampiro, llena las páginas de composiciones arriesgadas, un uso del color basado en las emociones del relato y de los personajes, entregando uno de los trabajos más bellos que se pueden encontrar en un tebeo mainstream, junto al trabajo de Pulido y Aja en Ojo de Halcón para Marvel, curiosamente otro tebeo de un arquero.

El Green Arrow de Lemire y Sorrentino no es un tebeo que vaya a reinventar el género, ni falta que le hace, porque es un tebeo condenadamente divertido y que esperas con ganas cada mes. ¿Qué más le puedes pedir a un tebeo de superhéroes?


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