9 de enero de 2014

Batwoman de J.H. Williams III y W. Haden Blackman. Los mejores tebeos de la nueva DC


Si ha habido una serie extraña y diferente dentro de la DC Comics del siglo XXI ha sido Batwoman. Una nueva interpretación de un personaje casi olvidado de los inicios de la editorial y que fue reintroducido en el último crossover de DC Comics que fue aplaudido unánimemente por público y crítica, la serie semanal 52.

Rodeado de la polémica, ya que Kathy Kane, Batwoman es homosexual y los medios haciéndose eco de la noticia (a veces parece que seguimos viviendo en la Edad Media) el personaje fue recibido con agrado por el público y su historia continuó de la mano de Greg Rucka a los guiones y J.H. Williams en el arte, dentro de la colección Detective Comics, aprovechando que Batman estaba muerto y danzando por el tiempo en la etapa de Morrison.



La etapa de Rucka y Williams fue espléndida, tanto por el acertado guión de Rucka, un guionista siempre infravalorado y por el esplendoroso arte de Williams que siguió demostrando que lo realizado en Promethea junto a Alan Moore no fue fruto de la casualidad.

Pero Detective Comics volvió a ser terreno del murciélago tras su regreso de entre los muertos y Rucka abandonó al personaje y la editorial. Pero Williams que es un culo inquieto, decidió que el guionizaría a la par que ilustraría las nuevas andanzas del personaje, ayudado en los guiones por W. Haden Blackman en lo que sería la primera serie regular del personaje, con fecha de aparición Noviembre de 2010.



Y apareció en dicho mes un número 0. Pero los siguientes números presolicitados nunca aparecieron. Hasta septiembre de 2011, cuando comenzó The New 52. Que el retraso fuera por culpa de la lentitud de Williams para realizar una entrega mensual (algo lógico visto el trabajo que realiza el dibujante) o que DC decidiera tener más repercusión con la nueva etapa editorial nunca se sabrá.

Lo que si sabemos es que la colección volvió con las otras 51 series de la nueva DC y si el trabajo de Williams a los lápices es espectacular, su trabajo como guionista junto a Blackman fue irregular. Los aspectos positivos narrativamente hablando fue sobre todo la facilidad y la naturalidad con la que los autores trataron la relación entre nuestra protagonista y su nuevo amor, Maggie Sawyer, capitana de policía de Metrópolis (el personaje fue creado por John Byrne en su etapa de Superman). Una relación de pareja que no desmerece en absoluto lo que pueda ser visto en otros tebeos de corte más independiente como el alabado El Azul es un Color Cálido. Y hacerlo en un tebeo mainstream no es moco de pavo. Y seguramente les trajo problemas, de lo que hablaré más adelante.



El otro gran acierto fue la introducción de la Agente Chase (personaje cocreado por el propio Williams junto a Doug Moench en el número 550 de la serie regular de Batman en los años 90 y que tuvo una corta pero interesante serie regular propia también en los 90) y Mr. Bones y la organización para la que trabajan, un trasunto del Shield de Marvel, pero mucho más turbia. Los juegos de poder que se traen entre manos es lo que más te atrapa de la colección.

Pero las tramas principales que sustentan la colección flojean. Y flojean porque se hacen demasiado largas y a veces Williams y Blackman se lían ellos solos, con tebeos muchas veces con exceso de textos de apoyo y un trabajo pictórico maravilloso desde el punto de vista plástico de Williams, pero irregular en el aspecto narrativo.



Williams no fue capaz de mantener el ritmo mensual y la serie tuvo dibujantes de relleno para poder mantener la periodicidad mensual. La primera elegida fue Amy Reeder, dibujante a la que conoceréis si leísteis la corta pero interesante serie de Madame Xanadu que guionizó Matt Wagner para el sello Vertigo hace unos 3 años. Y si en la serie de Wagner pegaba, aquí no lo consigue. Su sustituto a los fill-in, que acabó convirtiéndose en el dibujante regular de la colección, tras el abandono definitivo de Williams en el arte de la colección tras el número 18, Trevor McCarthy, consiguió lo imposible, ser un dibujante más adecuado que el propio Williams, y no porque fuera mejor que Williams (algo practicamente imposible, ya que Williams es de lo mejor que tiene la industria en estos momentos), sino que narrativamente era mejor complemento para la colección.

El abandono de Williams de los lápices puede haber sido por varios motivos. El primero su lentitud, el segundo su incorporación a la precuela de Sandman que comenzó el pasado Octubre junto a Gaiman y el tercero y yo creo más importante, el desgaste de las decisiones editoriales de Dan Didio y compañía.



A finales de este verano y de manera repentina, supimos que Williams y Blackman abandonaban la colección en su número 25 por diferencias editoriales. Dichas diferencias editoriales fueron la relación entre Kathy y la capitana Sawyer, que parece que iban a desembocar en boda según los planes de Williams y Blackman y que debieron espantar a las "liberales" mentalidades del staff editorial de DC Comics (una superheroína lesbiana está bien para tener cobertura mediática, pero que la cosa no se ponga tan seria) y la presión de DC de incorporar cada vez más a Batman y el universo del murciélago dentro de una colección que iba a su bola completamente del resto de personajes de Gotham City

Casualmente, la última saga de este equipo creativo y de la que también casualmente Williams ya no dibujó ningún ejemplar (¿distanciamiento?) incorporaba a Batman como elemento central de la trama. Y la saga estaba muy bien. Tras las solicitaciones del Previews, descubrimos que el último número del equipo creativo sería el 24 y no el 25, ya que este último iba a estar integrado dentro del Año Cero del Batman de Scott Snyder y que el nuevo guionista iba a ser Marc Andreyko. Y al llegar al número 24, la historia queda inconclusa.


Todavía es pronto para saber si esta historia la continuará Andreyko, ya que el número 25 es una historia del pasado del personaje y el 26 no lo tengo en mi poder todavía. Pero trístemente este es un ejemplo más de la incompetencia de la cúpula editorial de DC Comics. Puede que Batwoman no fuera un tebeo perfecto, pero era diferente y original y sus virtudes eran mucho mayores que sus defectos. Desde aquí mi apoyo incondicional al trabajo realizado por Williams, Blackman y Trevor McCarthy y mis esperanzas a la etapa Andreyko, guionista infravalorado y máximo responsable de una de las mejores series que ha dado DC en los últimas décadas, Manhunter.


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