Continúo la lectura de la segunda parte de siete de la gran saga del maestro del suspense Stephen King. La obra magna de King, y alejada del terror al que nos tiene acostumbrado continúa su camino lento pero seguro. Esta segunda parte, publicada ocho años después de la primera entrega cambia de registro tanto en forma como en contenido.
Si "El Pistolero" se centraba completamente en la figura de Roland, el pistolero del título, y su camino en busca de la torre oscura en su mundo, el cual no sabemos todavía donde está, esta segunda parte deja a Roland en un segundo plano, para contarnos la historia de los tres individuos que se citan en el título, que casualmente pertenecen a nuestra tierra en distintos periodos temporales, lo que hace intuir al lector, que la tierra de Roland parece ser un vórtice temporal desde el cual se puede acceder a la Tierra desde cualquier punto del tiempo, asemejándose a la isla de Perdidos, cuyos autores siempre han reconocido que esta obra es una de sus fuentes de inspiración.
La novela se divide en tres actos, uno por cada uno de los Tres que nombra el título de la obra, donde la acción se traslada a nuestro mundo real, Nueva York para ser más exactos, mientras los interludios entre acto y acto, transcurren en el mundo del pistolero, que al igual que su protagonista quedan en esta obra en segundo plano. El estilo pulp de la novela anterior, dividida en cinco capítulos, complementarios entre sí, pero que por si mismos son una aventura cerrada, al estilo de los relatos de Robert E. Howard y otros autores pulps para la revista Weird Tales de los años 30, queda abandonado, para dar paso a una novela en toda regla.
King sigue demostrando su habilidad como gran narrador cuando está inspirado, aquí lo está, dejando las descripciones extensas y banales a un lado, y dejando que los propios personajes y sus acciones hablen por sí mismos y sean ellos quienes describan al lector el mundo fantástico que su creador ha imaginado. Los misterios siguen creciendo, las respuestas son las justas, pero la lectura de sus casi 500 páginas se pasan como un suspiro, deseando devorar el siguiente volumen de las aventuras de Roland y sus extraños compañeros de andanzas en busca de la misteriosa Torre Oscura.
Ahora...¿la torre está más cerca? no lo se pero los personajes si.
ResponderEliminarMe ha encantado esta novela. El ritmo que tiene, los giros, todos y cada uno de los personajes... El principio es un poco flojo pero, con el resto, hace que se te olvide.
Roland! espérame! que te acompaño en la tercera parte! :)