Siempre es un placer leer un nuevo cómic salido de la mente del genial escritor Alan Moore, y más si es una nueva historia de sus creaciones más queridas y que más mimo ha puesto en la última década, La Liga de los Caballeros Extraordinarios.
Para todo aquel que no lo sepa, la Liga, es el mejor homenaje que ha podido hacerse a la historia de los pulps. Moore mezcló a los personajes más famosos de la literatura fantástica de finales del siglo XIX y a los héroes de las primigenias novelas pulp de principios del siglo XX, juntándolos en una sociedad heroica que bien podría ser el primer supergrupo de héroes de la historia del cómic. A través de sus dos primeros volúmenes y una posterior novela gráfica llamada "The Black Dossier", inédita en nuestro país por problemas de derechos, conocemos la formación de este grupo variopinto formado entre otros por Mina Murray, exnovia Drácula, el aventurero Allan Quatermain, El Hombre Invisible de HG Wells y el Doctor Jekkyl de Stevenson por decir unos cuantos nombres, todos ellos rodeados de un ambiente steampunk, demostrando en cada número el conocimiento absoluto y la cultura tanto pop como histórica que atesora este genio del cómic.
En esta nueva aventura, de la que solo ha aparecido un volumen de tres anunciados, nos encontramos con algunos viejos conocidos, otros nuevos personajes sacados de la literatura, como el inmortal y andrógino Orlando, y herederos de personajes ya conocidos por el lector, como la hija del Capitán Nemo, a principios del siglo XX, en una aventura que por su título nos hará viajar por diferentes épocas de nuestro recientemente pasado siglo.
Moore sigue demostrando su capacidad para entretener de forma inteligente, escribiendo un genial guión de aventuras que para el lector más erudito y versado en estos personajes clásicos será una recompensa doble debido al gusto de plagar el cómic y sus páginas de pequeños detalles que harán la delicia y el disfrute del entendido. Doble placer porque Moore es un erudito de la historia inglesa, planteando su historia fantástica en un Londres real e históricamente documentado. Un Londres, que ya en su maravillosa y tétrica From Hell, plasmó a la perfección, describiendo un Londres que se puede palpar, oler y sentir.
A los lápices tenemos al feísta pero genial dibujante Kevin O'Neill, que plasma a la perfección los detallados guiones del sr. Moore, con un estilo que recuerda a las ilustraciones de las novelas de finales del siglo XIX y principios del XX.
Por lo que las aventuras de esta liga de hombres extraordinarios siguen en plena forma, Moore después de 30 años sigue dando lo mejor de si mismo sin parecer agotado o falto de ideas, al contrario que otros contemporáneos suyos. Cómic de pura diversión, pero diversión inteligente, algo difícil de encontrar en la actualidad, y que hace aún más necesario que existan genios como Alan Moore. Lo único malo es que no se sabe todavía cuando saldrá el segundo volumen, este data de abril de 2009. Moore se toma las cosas con tranquilidad, pero siempre entrega un buen trabajo. Espero ansioso su continuación.
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