Fábulas: Brujas y Fábulas: Rosa Roja. Reseñas comiqueras de actualidad

Fábulas 14: Brujas de Bill Willingham, Mark Buckingham y VV.AA. (Fables 86 al 93 USA).

Tras un decimotercer volumen muy flojo, quizás la peor historia de la larga colección que se acerca a su número centenario, continuamos con los preparativos de los integrantes del mundo de las Fábulas para enfrentarse al nuevo gran enemigo de la serie, Mister Dark. Un volumen, algo extenso para ser un mero preparativo, pero que se disfruta enormemente gracias al trabajo del cada vez mejor dibujante Mark Buckingham que fusiona los estilos de Chris Bachalo y el gran Jack Kirby, pero dándole su toque único e intransferible. Willingham da el protagonismo a personajes secundarios de la colección, como Bufkin el mono alado, en su enfrentamiento con la legendaria Baba Yaga, nos introduce en las luchas de poder entre las brujas del reino de las Fábulas, conocemos el estado en el que se encuentra Bella, y da un paso adelante en la relación entre Caperucita Roja y el Papamoscas. Un buen tomo, que espero sea solo un aperitivo para el volumen 15, centrado en Rosa Roja, quizá el personaje más interesante de la colección y que incluye el número 100 de la colección, convirtiéndola en la serie más longeva del sello Vértigo, solo superada por Hellblazer.

Fábulas 15: Rosa Roja de Bill Willingham, Mark Buckingham y VV.AA. (Fables 94 al 100 USA).

Este decimo quinto volumen, que llega hasta el ejemplar de aniversario número 100, es todo lo que esperaba de él y más. Desde la historia con el pasado entre Rosa Roja y Blancanieves, cinco números que se hacen cortos y que desearías que no se acabaran nunca, hasta el primer round con Mister Dark, al nacimiento de la hija de Bella y Bestia. Willingham vuelve a demostrar el cariño y amor que tiene por este universo y los personajes que el ha creado, donde cobran la misma importancia y relevancia personajes principales como secundarios y sabe como adelantarse a las expectativas del lector, trampearle y entregarle aquello que no se esperaba, y sorprendiendo al lector a cada vuelta de página. Pero todo esto no sería posible si no tuviera un compañero de trabajo como Mark Buckingham, que en estos números da su do de pecho, sobre todo en el gigantesco número 100. Porque el número 100 es un verdadero número de aniversario, final de un época y principio de otra que puede ser igual o más apasionante que los cien números anteriores.