7 de julio de 2012

The Amazing Spiderman de Marc Webb


The Amazing Spiderman de Marc Webb (2012)

Ya ha llegado a nuestras pantallas el precipitado reboot de la franquicia arácnida, tras la huída/despido/cabreo de Sam Raimi con los dirigentes de Sony Pictures, tras la fallida artística, que no comercialmente tercera entrega del Hombre Araña.


Pero como Spiderman ha sido la gallina de los huevos de oro de Sony, no podían dejar pasar la ocasión de que siguiera en nuestras pantallas y precipitadamente decidieron que el personaje se merecía un reinicio al estilo del que tuvo Batman con Christopher Nolan en el año 2005.


La diferencia era, que entre el Batman de Tim Burton y Batman Begins habían pasado 16 años, y entre la infame Batman y Robin y la primera de Nolan 8 años. Entre Spiderman 3 y este Amazing Spiderman solo han pasado 5 y en el fondo ni ha habido un cambio generacional que lo justifique ni la gente se ha olvidado de la en líneas generales magnífica trilogía del clásico personaje creado por Stan Lee y Steve Ditko, máxime cuando los problemas de la tercera entrega no eran achacables a Raimi, sino a los directivos de Sony, los mismos que ahora han dado la espalda a Raimi y le han culpado de todos los males de esa tercera entrega.


La papeleta de maravillar de nuevo al público le ha tocado a Marc Webb, director que asombró a todos con su excelente comedia agridulce "500 días juntos". Si en esa película demostró que era el director indicado para presentar y mostrar la vida personal y amorosa de Peter Parker, había que ver que tal se desenvolvería con un gran presupuesto, escenas de acción y muchos efectos especiales. Hay que reconocerle a Webb que pasa la prueba con buena nota.


El gran problema está en el libreto y en la visión de este nuevo Spiderman, más cercano al "realismo" de Christopher Nolan en Batman, que a los tebeos originales. En esta ocasión, y obligados a enfocar de manera diferente el origen del héroe para justificar ante los espectadores el precio de la entrada, barroquizan un origen en el que su sencillez es el mayor de sus aciertos.


Cierto es que en los tebeos se descubrió muy posteriormente que los padres de Peter eran espías de Shield y que en Ultimate Spiderman Oscorp y Norman Osborn estaban detrás del experimento que le dio a Peter sus poderes. Y aunque todo esto son aportaciones en la historia del personaje, este pasó su mejor etapa (la era Lee/Ditko y Lee/Romita) sin todas estas aportaciones. Su sencillo origen es perfecto, y no necesita de más adornos para hacerlo grande. Todo se resume en la muerte de Tío Ben y la gran frase (que lamentablemente no suena en el filme) "Un Gran Poder Conlleva una Gran Responsabilidad". Ya está, no hace falta más. Ni ser un elegido, ni conspiraciones corporativas, ni nada por el estilo.


El resto del origen del personaje, interpretado eso si de manera excelente por Andrew Garfield, actor que ha nacido para ser el Hombre Araña y que supera con creces el trabajo del también excelente Tobey Maguire, porque en el fondo, el Spiderman de Raimi era el de Ditko y el de Webb es el de Romita. Webb además demuestra su habilidad con los amoríos en la relación entre Peter y Gwen, aunque en honor a la verdad me quedo con la de Peter y Mary Jane en la trilogía Raimi.


Y en una película de Spiderman no puede faltar la imagen del padre perdido y la de los padres sustitutos, que aquí son Tío Ben y Curt Connors o lo que es lo mismo El Lagarto, como en la primera entrega de Raimi lo eran el ya mencionado Tío Ben y Norman Osborn, alias El Duende Verde. El Tío Ben de esta entrega, interpretado por Martin Sheen hace un buen trabajo, pero la calidez del Ben de Raimi y su bella relación con Peter es insuperable, sobre todo esa última conversación frente a la biblioteca de Nueva York, aunque aquí se intente superar con un insuficiente mensaje de móvil. 


Y llegamos al mayor problema de esta nueva versión, que es su acercamiento al realismo y oscuridad que tan bien le han sentado al Batman de Nolan. La diferencia es que a este último le viene como anillo al dedo y a Spiderman le chirría, haciendo que este Spiderman no es mi Spiderman. No hay ni una escena a la luz del día del personaje, todo ocurre de noche, o en la oscuridad de las alcantarillas (escena excelente por cierto, que trajo a mi memoria la clásica "La Última Cacería de Kraven" de De Matteis y Zeck). Me falta el "sense of wonder" que transmitía por todos sus poros la trilogía de Raimi, al igual que me falta un mayor desarrollo del entorno familiar y de amigos de Peter Parker, por mucho que Tía May le pida en esta entrega que le traiga unos huevos. Es todo demasiado, como dirían los americanos "gritty". Y eso que Garfield y los guionistas bordan la excesiva verborrea de Spiderman cuando se enfrenta a los villanos.


Otros aciertos del filme es el regreso de los lanzarredes de toda la vida, la química entre Garfield y Watson y la excelente imagen del trepamuros y lo bien que da el pego Garfield enfundado en el traje. Pero su obsesión por reiniciar, por alejarse de la trilogía Raimi y el exceso de realismo hacen que la experiencia no sea del todo satisfactoria. No es el desastre que muchos auguraban, pero algo ha perdido este Peter Parker en su nueva traslación cinematográfica. Por el momento, y en espera del estreno de próximas secuelas, me quedo con el trabajo de Raimi en su irregular pero entrañable primera entrega del Hombre Araña.

1 comentario:

  1. Sigo pensando q era muy pronto xa volver a ver a Spiderman en la gran pantalla y, evidentemente, eso hace q haya q forzar la historia. Y entiendo q la frase de Stan Lee se pueda echar de menos pero Raimi la utilizo muuuuuchas veces e iba a llevarnos a recordarlas...

    A mi, q no me he leído un comic de Spiderman en mi vida me ha gustado mucho! y esq este Spiderman mola, con el traje o no y no como el otro q tenia una cara de lerdo ( con perdón) q no podía con ella!

    Me apetece ver q hace con la siguiente entrega :D

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