Código Fuente de Duncan Jones. Reseña de actualidad

Código Fuente de Duncan Jones (Source Code, 2011).

La segunda película del hijo de David Bowie, Duncan Jones, tras su laureada ópera prima "Moon", es un ejercicio de estilo que mejora sustancialmente los logros de su primera obra, pero que queda lejos de segundas películas de monstruos como Christopher Nolan o Darren Aronofsky.

Jones en su segunda obra, y utilizando la ciencia ficción como excusa (un hombre tiene la habilidad de viajar al pasado durante únicamente ocho minutos para averiguar las causas de un atentado en un tren), nos cuenta realmente el valor de la vida y la importancia de aprovechar todos los momentos, por triviales que sean.

Durante 90 escasos minutos, Jones demuestra un nervio en la dirección fuera de duda, ya que la película se pasa volando, pero tropieza levemente con una premisa inicial que está por encima de su resultado final, aunque este no es despreciable ni mucho menos.

A lo mejor el "error" de Jones es mezclar varios elementos de la ciencia ficción, sin tener el suficiente tiempo para desarrollarlos todos como se merecen y de los que no hablaré aquí para no estropearle la película a aquellos que no la han visto todavía. Eso, y el exceso de almibar de algunas escenas (para ser justos las pocas) hacen que una película que podría ser muy grande, se queda en un entretenimiento muy digno, pero lejos de obras de otros directores actuales como los ya mencionados, que dejaron a los espectadores con la boca abierta (Memento, Requiem por un Sueño).

En definitiva, Jones progresa adecuadamente, pero le falta todavía un "punch", para convertirse en un autor imprescindible de la cinematografía actual, aunque ya ha entregado dos obras que están por encima de la media de lo que Hollywood entrega últimamente.