26 de abril de 2011

Starman de James Robinson: Parte 3 de 3. Reseñas comiqueras de actualidad


Starman Omnibus 5 y 6 (Starman 47 al 81, Starman 1.000.000, Stars and Stripes 0, All Star Comics 80 page giant 1 y JSA All Stars 1 USA).

Obra maestra. Esta es la sensación que se me ha quedado tras finalizar de leer los dos últimos y voluminosos tomos Omnibus de una de las mejores series de superhéroes jamás hecha. El mérito, conseguir que tu serie vaya de menos a más y en segundo lugar, pero no menos importante, que cuando el lector acaba de leer la totalidad de la obra quede completamente satisfecho, sabiendo que no se puede ni debe contar más.


Estos dos últimos volúmenes incluyen las dos sagas más importantes y grandes (tanto en longitud como en importancia) de la colección: "Las Estrellas, Mi Destino" y "Grand Guignol". La primera, una space opera en toda regla, deudora y modernizadora del mejor Flash Gordon, el de Alex Raymond, consigue devolver al lector talludo el "sense of wonder" perdido en la miriada de lectura que sus ya veteranos ojos han disfrutado. Un mérito que no solo es obra de Robinson, sino de también su colaborador y salvador David S. Goyer, cuyo amplio conocimiento del universo DC hace traer a la colección a todos los héroes olvidados del universo DC a primera plana.


La segunda saga, ya perteneciente al último volumen, es "Grand Guignol", donde Robinson echa el resto y entrega al lector una macrosaga de 12 números que se devoran de una sentada, ya que es imposible dejar de leer la historia hasta su final, donde Robinson ata todos los cabos sueltos que ha ido desperdigando a lo largo de casi 80 números, con pericia de cirujano, dando una lección magistral de como se debe hacer un buen tebeo de superhéroes. Los seis números finales son un largo y bello epílogo, con viaje al pasado incluído, donde el lector pasa lentamente las páginas para que esta obra de disfrute absoluto nunca termine.


Estos dos volúmenes también son la bienvenida al nuevo dibujante de la colección, Peter Snejberg, el cual está algo verde en la saga espacial, pero cuando llega a "Grand Guignol" estalla, entregando maravillosas páginas una detrás de otra, haciendo olvidar al añorado Tony Harris.


Un tebeo que no puede faltar en la comicoteca de todo fan que se precie, a la altura de las grandes obras del género como La Cosa del Pantano de Moore, o Animal Man de Morrison. Hasta la vista Jack y Ted Knight, The Shade, Hermanos O'Dare, Mikaal y demás personajes que Robinson hizo suyos y llevó al cielo. El viaje ha sido un verdadero placer y como toda buena historia, te deja con la melancolía de los grandes momentos pasados y las ganas de volver a adentrarse en esa Opal City que Robinson entregó al mundo.

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