Este 2013 que se acaba ha sido un buen año para el Dios del Trueno y sus aficionados. Lo más importante de todo ha sido el estreno de la secuela cinematográfica, Thor el Mundo Oscuro, un digno entretenimiento y una buena aproximación al dios Marveliano y para el lector de toda la vida, la reedición por parte de Panini de dos etapas fundamentales del personaje, en ediciones a todo lujo como han sido el Omnigold con los primeros y fundacionales números de la etapa de Stan Lee y Jack Kirby y sobre todo los dos volúmenes en la colección Marvel Héroes, donde se reedita la fundamental etapa de Walter Simonson, en una cuidada restauración del material original, recoloreada para la ocasión por el gran Steve Oliff.
¿Pero y la actualidad del personaje? Tras unas cuantas etapas con buenas ideas pero resultados irregulares (Stracinsky, Fraction o Gillen), nadie sabía sacarle el punto a Thor y al igual que comentaba ayer con los 4F, desde Simonson nadie había sabido sacarle provecho a un Dios nórdico en un mundo superheróico.
Era necesario un revulsivo, y ese revulsivo ha sido la llegada del guionista Jason Aaron para que Thor vuelva a a vivir una era dorada. Los que somos seguidores de Aaron, sabemos que es un autor polifacético y capaz de insuflar nueva vida a series y personajes que andan un poco perdidos, y como ejemplos podemos recordar su alabada etapa al frente de Lobezno y la que es, con el permiso de La Nueva Patrulla X y su guionista Brian Michael Bendis, el mejor tebeo que se ha escrito sobre La Patrulla X desde los tiempos de Chris Claremont, Lobezno y los X-Men.
¿Y qué ha hecho Aaron que otros autores de similar calidad no han sabido llevar a buen puerto? Lo primero, el adentrar al personaje y a la colección en el ámbito de la fantasía heróica más hard boiled que puedas encontrar en un tebeo mainstream actual, donde el espíritu de Robert E. Howard y su Conan el Bárbaro, el trazo de Frank Frazetta y el tono de aproximaciones más contemporáneas a la fantasía heróica como Juego de Tronos, se dan la mano en un tebeo que se devora y se disfruta como pocos lo consiguen hoy en día.
En la primera gran saga de la colección, que ocupa los primeros 11 números de la serie, el lector debe olvidarse de lugares comunes y personajes conocidos como el reino de Asgard, el puente Bifrost, Loki, los tres guerreros, Sif y un sinfín de conceptos que son los habituales en la colección del hijo de Odín.
En cambio, el lector se maravillará con una historia que juega con el concepto de la existencia o no de los dioses, la necesidad de ellos en nuestra cultura, un nuevo "villano" llamado Gorr, el Carnicero de Dioses, que desde ya entra en el panteón de mejores y más peligrosas némesis a las que se ha enfrentado el Dios del Trueno y sobre todo, la aparición de no uno, sino de tres Thors, venidos cada uno de un momento en el tiempo.
El primero y más importante es el Thor del presente, nuestro Thor, el Thor superheróico, miembro de Los Vengadores. Pero también tenemos al Thor del pasado, un Thor arrogante, algo torpe, bebedor, mujeriego y al que le falta todavía mucho para ser valorado por su padre Odín. Y para terminar, el mejor de todos, Thor Padre de Todos, sustituto de Odín y que vive en el fin de los tiempos en una Asgard derruida y en la que vaga solo con sus recuerdos y sus lamentaciones, de todo aquello en lo que se equivocó.
Gracias a esta Trinidad, las posibilidades que tiene Aaron de jugar con la figura del dios Asgardiano son ilimitadas, al igual que la imaginación del lector, disparada por las múltiples posibilidades que el serial tiene si no es estropeado por injerencias editoriales.
Tras la magnífica saga de Gorr, tenemos un número de descanso, un tebeo muy intimista, donde vemos como interactua Thor con los humanos y lo que significa ser un Dios, además de descubrirnor el guionista la triste enfermedad que sufre uno de los personajes más famosos y queridos por el aficionado, además de introducirnos de una manera maravillosa la que quizás pueda ser el nuevo interés amoroso del dios vengador. Tras este fantástico ejemplar, llegamos al último número publicado en nuestro país, donde comienza la nueva etapa de la colección, con el regreso de Malekith, el villano de la etapa de Simonson y además némesis de la nueva película del Dios del Trueno, que según los planes que ha avanzado Aaron, se perfila fascinante.
Y no puedo acabar de hablar de esta imprescindible colección, sin alabar el trabajo artístico del que es por el momento el dibujante regular de la serie, Esad Ribic, que imbuido por el espíritu de Frazetta, complementa a la perfección este Thor violento, épico y lleno de humanidad que transmiten los guiones de Jason Aaron.
Una colección que no debe faltar en la tebeoteca no solo de los aficionados a Thor, a Marvel o a los superhéroes, sino en la de cualquier aficionado del noveno arte. Un must have.
Una maravilla. Una de las mejores series regulares de la industria. Disfruto de ella mes a mes, grapa a grapa.
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