29 de julio de 2010

Pesadilla en Elm Street: El Origen de Samuel Bayer. Reseña de actualidad.



Pesadilla en Elm Street de Samuel Bayer (A Nightmare on Elm Street (2010)).

En 1984, Wes Craven, director de cine de terror con películas como "La Última Casa a la Izquierda" y "Las Colinas Tienen Ojos" (ambas con su remake correspondiente en esta última década) además de posteriormente la famosa saga "Scream", revolucionó el subgénero de los "slasher" en la década de los 80, con una película de bajo presupuesto pero toneladas de ingenio con la historia de un asesino fallecido que se vengaba de los hijos de aquellos que le mataron, asesinándolos en sus sueños. La película inmediatamente se convirtió en un éxito popular, generadora de 7 secuelas y un crossover inclasificable con Jason (el de Viernes 13), convirtiendo a Freddy Krueger en un icono del cine de los 80 y de la cultura popular. Por supuesto, cada secuela fue peor que la anterior y la saga fue bajando su calidad, aunque merecía la pena verlas por los avances que cada película tenía en cuestiones de efectos protésicos, cuando el cine no había sido inundado por los efectos digitales.



El original visto en la actualidad sigue aguantando el tipo, gracias a ese ambiente onírico e irreal que Craven consiguió imprimir en la producción, destacando a Robert Englund recreando a un terrorífico Freddy antes de que las secuelas le convirtieran en un payaso, la efectiva dirección de Craven y una memorable y escalofriante banda sonora de Charles Bernstein, además de un puñado de imágenes para el recuerdo.



Ahora en el 2010 y tras los éxitos de los remakes de La Matanza de Texas (la única buena del lote), Terror en Amityville y Viernes 13, el inefable Michael Bay a través de su productora, intenta asustar a los jóvenes del siglo XXi, con una nueva aproximación a la figura de Freddy Krueger, supuestamente más acorde con los tiempos que corren y más oscura y realista.



El resultado es un remake excesivamente fiel al original en cuanto a estructura y desarrollo, tanto que el seguidor de la saga y sobre todo de la primera parte verá como el remake calca sin ningún tipo de reparo las escenas más memorables del clásico de los 80 (la muerte de la primera víctima de Freddy en su habitación volando por los aires, la escena del cadáver en la bolsa en el instituto, el "susto final" que es idéntico al del final del original).



Pero todo esto lo hacen sin ningún tipo de originalidad, sin gracia, sin ganas. Es patético que 25 años después de la original no hayan sido capaces de intentar algo novedoso, con un personaje y una situación (el mundo de los sueños) que en manos competentes podría dar mucho de si. No hay una sola idea original a lo largo de toda la trama, todo discurre sin ningún tipo de pasión, eso sí, con un estilo videoclipero totalmente cuidado marca de la casa Bay pero artificial como pocos. Por supuesto intentan "asustar" al espectador con golpes de efecto basados en el sonido, sustos baratos que provocan en el espectador la misma reacción que cuando ves la televisión y te sobresaltas por el sonido de los anuncios que siempre está más alto. El director desaprovecha escenas a priori terroríficas, ya que el espectador está cien pasos por delante de él, con un Freddy Krueger que mata a sus víctimas antes de aburrimiento que con sus garras, por las largas parrafadas que este Krueger le suelta a sus presas.



Porque este remake también falla en la recreación del famoso asesino. El encargado de interpretarlo es el magnífico actor Jackie Earle Haley (el famoso Roscharch de la adaptación de Watchmen), pero poco puede hacer con unos diálogos y situaciones tan endebles y un maquillaje supuestamente más realista pero infinitamente peor y menos icónico que el de la saga original.

El único toque original del relato es contarnos en profundidad el origen de Krueger, algo que se contaba en off en la Pesadilla original, convirtiendo a Krueger no solo en un asesino de niños sino que también en un violador, además de que las víctimas del asesino de los sueños fueron ya víctimas del Krueger del mundo real, cosa que en el original no, ya que este se vengaba de los hijos de aquellas personas que le quemaron.



El resto de la película lo único que hace es dilapidar los aciertos del filme original. En el original de Craven, el hogar de la virginal heroína Nancy se convierte en la versión de barrio residencial de la casa encantada, opresiva y angustiosa jugando un papel crucial en el desarrollo de los acontecimientos, además de convertirse a lo largo de las secuelas en un icono de la mitología de la serie. En el remake es un elemento más de la película sin ningún valor. La figura de la madre de Nancy, elemento fundamental en el original, en esta se convierte en un elemento casual, sin ningún tipo de valor para el desarrollo de la trama, pero que han incluido porque sus artífices no se han atrevido a eliminar a ninguno de los personajes del original, pero sin saber el porqué de la necesidad de dichos personajes.



Mención aparte a las escenas de los asesinatos de Krueger en el mundo de los sueños, siendo en la saga original los puntos álgidos de los largometrajes por su originalidad y puesta en escena, convertidos en el remake en rutinarias escenas de asesinato sin tener en cuenta el potencial de que estos ocurran en los sueños, como si conseguían en las películas originales.

En definitiva, un remake innecesario y aburrido, que convierte a Freddy Krueger en un asesino vulgar y que no aporta nada nuevo a una franquicia excesivamente explotada. Miedo 0, bostezos 10.

2 comentarios:

  1. mira que soy "cagueta" pero hay que reconocer que miedo poco....al principio con la historia de la rubia si, mucho susto también (hubo quien me dijo que iba a desatornillar la butaca) pero este Freddy...nop! me quedo con el antiguo!!!! ese si que daba miedo y era más susto y menos charla!! además, este actor no me pega nada! sus ojos no son los de Freddy en mi opinión!
    genial reseña! muuuak!

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