Capitán América: El Primer Vengador de Joe Johnston (Captain America: The First Avenger, 2011).
Al fin ha llegado a nuestras carteleras el cuarto filme de superhéroes del verano de 2011, tras tres filmes de desigual factura como han sido Thor, X-Men Primera Clase y Green Lantern, demostrando que Marvel en versión cinematográfica está ganando por goleada a su rival DC Comics en adaptaciones cinematográficas, exceptuando el Batman de Nolan y en espera de lo que Zack Snyder hará con el último hijo de Krypton.
Quizá este Capitán América era la adaptación a la que más miedo le tenía, debido a su director, Joe Johnston, que en los principios de su carrera era técnico de efectos especiales y dibujante de storyboards para la factoría Lucas y que dio su salto al largometraje con la olvidada, excelente e incomprendida Rocketeer, filme que adaptaba con gran éxito el famoso cómic del fallecido Dave Stevens y que supo devolver a las salas el espíritu inocente de los seriales cinematográficos de los años 30 a unas audiencias que por desgracia estaban más interesadas en espectáculos con revolucionarios efectos especiales digitales de última generación como fue Terminator 2 de James Cameron.
Johnston, tras este su primer largometraje, realizó películas de bajo calibre como Jumanji, hasta que tocó fondo el pasado año con su decepcionante versión del Hombre Lobo protagonizada por Benicio del Toro. Pero Johnston cual ave fénix ha resurgido volviendo a traer a la gran pantalla a un héroe de otra época. Y lo ha conseguido con gran éxito.
Porque este Capitán América es un triunfo en toda regla y una "rara avis" en los estrenos de este pirotécnico verano cinematográfico. Su ambientación, sus personajes y su estilo nada tienen que ver con los megasaturados y cínicos espectáculos del cine actual. Al contrario, Johnston nos devuelve a una época que parece ya muy lejana donde los buenos eran muy buenos, los malos muy malos, las relaciones sentimentales puras y castas y donde el concepto de patriotismo no se miraba con malos ojos.
A lo largo de dos largas horas que se hacen muy cortas, asistímos a un espectáculo que trae de vuelta al niño que todos llevamos dentro, con una de las adaptaciones de un personaje Marvel más fieles, por no decir la que más, de todas las que ya se han realizado, demostrando que Marvel Studios sabe muy bien lo que hace y que exceptuando tropezones puntuales (El Increíble Hulk, Iron Man 2) está sabiendo trasladar de manera excepcional su universo de papel a un conjunto de largometrajes que se disfrutan de la misma manera que el aficionado al cómic lee las aventuras serializadas en su versión en papel.
Todo está cuidado hasta el más mínimo detalle en una producción donde todo está perfecto, desde un tremendo Chris Evans que da el do de pecho tanto como el escuchimizado Steve Rogers al ya transformado en forma pero no en fondo héroe de las barras y estrellas. Igual de excepcional está Hugo Weaving como el maléfico criminal Cráneo Rojo y el resto del reparto está igualmente a la altura como Tommy Lee Jones o Stanley Tucci y un guión que sabe sacar partido de todas las épocas y encarnaciones del personaje, desde los clásicos ejemplares de Stan Lee y Jack Kirby, la moderna encarnación del guionista Ed Brubaker (el guiño al Soldado de Invierno promete secuelas más que interesantes) y la estética sacada de la referencial The Ultimates de Mark Millar y Bryan Hitch.
La clásica dirección de Joe Johnston, que ha mejorado todos los aciertos de su ya estimable Rocketeer, lleva al espectador sin prisa pero sin pausa, a lo largo de todo el metraje, aunque en honor a la verdad, en algunas escenas le falta ese empujón para llevar a la película a la gloria, como en la transformación de Rogers en el Capitán América o el clímax de la escena del tren, pero eso no empaña su más que correcta realización tras las cámaras, que deja también grandes momentos como el excelente prólogo y epílogo, que enlaza la película con el proyecto más ambicioso de Marvel Studios, Los Vengadores, o el hilarante y divertido número musical con doble guiño a los fans más veteranos del personaje, o esa persecución en moto que parece sacada de la tercera entrega de Indiana Jones o la persecución en moto-jet por el bosque de Endor en el Retorno del Jedi.
Porque al final esos son los referentes de Johnston, un tipo de cine que ya casi no se estila y que se echa de menos. Un cine para disfrutar, sencillo que no simple, cuyo único objetivo es entretener, fascinar y hacer olvidar a los espectadores sus problemas cotidianos, inmersos en una aventura atemporal, repleta de héroes sin doble rasero, aventuras, emoción y maravilla. Excelente.
corre que se las pela!! jejeje me ha encantado la peli!
ResponderEliminarJohnston es director de una obra maestra: Cielo de Octubre.
ResponderEliminarUna entretenida y emocionante película. En mi lista de las que más me gustan de supérheores se encuentra ésta y Avengers , esta última vaya que tiene momentos llenos de emoción, para disfrutarse en compañía de la familia, su éxito en la pantalla grande habla mucho de la gran producción que ofrece.
ResponderEliminar