John Carter de Andrew Stanton

John Carter de Andrew Stanton (2012)

100 años después de su primera aparición en la novela "Una Princesa de Marte", llega a nuestras pantallas la primera adaptación de la creación de Edgar Rice Burroughs, producida por Disney, dirigida por uno de los genios de Pixar y con visos de convertirse en una nueva y supertaquillera saga.

Mis primeras impresiones a los trailers vistos no eran muy esperanzadoras. Más cercana al Príncipe de Persia que a las novelas pulp en las que se basaba y mi temor a la infantilización del personaje y su universo estando Disney de por medio, más la llegada de un director de animación al que le podía venir grande el salto a la imagen real (recordando el caso de Brad Bird y su nefasta Misión Imposible: Protocolo Fantasma), hacía que mis expectativas estuvieran algo bajas, aunque mi interior deseaba que Stanton hubiera dado en el clavo.

Y así ha sido. Porque John Carter versión fílmica son 133 minutos de pura diversión y aventura, imaginación y fantasía, donde el espíritu de Burroughs, las ilustraciones de Frank Frazetta y los mejores medios de los que dispone el cine actual, consiguen una mezcla explosiva, creando el mejor entretenimiento familiar que se recuerda desde la trilogía original de Indiana Jones y la saga galáctica de George Lucas.

Porque John Carter es una película que enamorará a todo aquel que ha soñado siempre con otros mundos, con ser un héroe a su pesar, con salvar bellas princesas de galaxias muy lejanas y de vivir aventuras solo posibles en la imaginación. Stanton y su equipo técnico y artístico, demuestran su cariño a la creación de Burroughs desde el primer hasta el último plano, en su diseño de producción, en su épica dirección, en los momentos emotivos, en el bello homenaje al creador del personaje y en unas escenas de acción donde el alma de Alex Raymond, Harold Foster e incluso John Buscema está presente.

Carter es el héroe del que vienen todos los héroes. Sin él, no existiría Flash Gordon, ni Superman, ni Luke Skywalker, Han Solo o Indiana Jones, por mencionar a unos pocos. Y gracias a la retroalimentación de las artes, este John Carter cinematográfico, bebe de los sucesores del John Carter literario. Las motos voladoras que recuerdan a la moto de Anakin Skywalker, el circo que inspiró a Lucas en Episodio 2 y aquí es traído de vuelta a lo grande y mejorado o las peleas de espadas, puro Errol Flynn, Douglas Fairbanks o el Principe Valiente.

Taylor Kitsch, que encarna a Carter, está perfecto en su papel de héroe a su pesar que resurge de sus cenizas y encuentra un nuevo hogar para expurgar su culpa. Lynn Collins, que interpreta a Deja Thoris, la Princesa de Marte que da título a la novela de Burroughs que sirve como base para esta primera adaptación de las nueve novelas del personaje, está cómoda y creíble como princesa guerrera y la química entre ambas es total desde el primer momento en el que se cruzan sus caminos.

Realza la excelsa dirección de Stanton, el fantástico score de Michael Giachinno, quizás uno de los mejores que ha compuesto y los impresionantes efectos visuales de ILM que llevan un paso más allá la perfecta integración de personajes y entornos de carne y hueso con sus réplicas digitales.

Las críticas se están cebando sobre todo con el guión a tres manos donde destacan el propio director Andrew Stanton y el escritor Michael Chabon. Es cierto que a lo mejor hay aspectos de la trama que son excesivamente liosos para lo sencillos que en un principio son, pero creo que esto es debido a que Stanton está presentando un mundo y un universo nuevo en dos horas, por lo que algo más de metraje habría servido para profundizar en algunos aspectos que quizás quedan algo cojos, pero explicados al fin y al cabo.

Pero lo más importante para mi han sido las sensaciones que me ha dejado la película tanto durante su proyección, como cuando he salido de la misma. Magia, emoción, un regreso a la infancia y a las sensaciones de adentrarse en un universo mágico al que nunca has viajado. Eso, y la sensación de querer saber más sobre John Carter y sus aventuras. Un John Carter que comienza la película como un hombre y termina como una leyenda. No os la perdáis bajo ningún concepto.