La Torre Oscura 3: Las Tierras Baldías (The Dark Tower 3: The Waste Lands)
La tercera novela de la obra cumbre de Stephen King es quizás la peor de las cuatro primeras novelas de la saga, sin ser en ningún momento un mal libro. El problema de este tercer capítulo es que tiene grandes ideas, grandes momentos (sobre todo en la primera mitad del libro, toda la parte del personaje de Jake en Nueva York y un final trepidante y con un magnífico continuará) pero que queda empañado por una mitad de libro algo tedioso, donde el magnífico ritmo que llevaba la saga hasta el momento no había decaído en ningún momento, pero que en este volumen, quizá debido al mayor número de páginas que los dos primeros, hace que en algunos momentos (solo algunos) la lectura se haga cuesta arriba. En contraposición, las cien páginas finales no podrás dejarlas.
La Torre Oscura 4: Mago y Cristal (The Dark Tower 4: Wizard and Glass)
Este cuarto volumen, en contraposición con el anterior, es hasta el momento y dejando el listón muy alto, el mejor libro de la saga, a la espera de leer los tres restantes. En este gran capítulo, King nos adentra en la historia pasada de este universo y de nuestro protagonista El Pistolero. King nos ofrece un mundo lleno de épica, amor, terror y magia, haciéndonos devorar cada página y consiguiendo dotar a nuestro protagonista, un símbolo hasta el momento, de alma. King en el epílogo que acompaña al libro, duda de haber conseguido contar la historia de amor de dos adolescentes con la mentalidad de un adulto cínico de 45 años (edad con la que más o menos escribió el autor este volumen). Mi opinión personal: lo ha bordado. Las últimas páginas de la historia de juventud de Roland, y origen de todo lo que le ocurrirá desde entonces harán saltar las lágrimas incluso al lector más endurecido. Con este cuarto episodio de la saga, Stephen King consigue convertir este mundo y a su protagonista Roland, en algo mítico e inmortal.
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