En 1994, un joven Kevin Smith irrumpió en el mercado cinematográfico internacional, gracias a un largometraje realizado con poco dinero (el director vendió su colección de cómics y rodó en el establecimiento en el que trabajaba cuando este estaba cerrado) pero con mucha ilusión, talento y originalidad. Esa película fue Clerks, icono de la década de los 90 y de una forma de entender el cine, apartado de las grandes productoras, al igual que Tarantino hizo en 1992 con su ópera prima, Reservoir Dogs. La receta del éxito de Clerks, fue un divertido guión, destacando sus ingeniosos diálogos (un Woody Allen para la generación X) y un reflejo perfecto de las inquietudes y problemas de los jóvenes de esa época, aderezado con referencias al mundo del cómic y la ficción popular (sobre todo de la saga de George Lucas, Star Wars), en un momento, no como actualmente, que ese mundillo no estaba al alcance de la sociedad en general. Los aficionados a esos géneros, aplaudimos su largometraje y acerco al público general un mundo que desconocían. La película ganó diversos premios en varios festivales y amortizó con creces su exiguo presupuesto, lo que convirtió a Smith en estandarte (con perdón de Tarantino) de una generación de cineastas.
Su segunda película, Mallrats, esta vez financiada por un gran estudio y estrenada a lo grande en 1995 fue el primer tropezón de Smith debido a las injerencias del estudio. Tropezón en mi opinión económico que no artístico, ya que consiguió una película aun más divertida e ingeniosa que su predecesora, cargando las tintas en sus aficiones ya mencionadas, consiguiendo una de las comedias más divertidas de los 90 y dándonos a conocer al genial Jason Lee.
En 1997, volvió al redil del cine independiente con la que es hasta la fecha, su mejor película, Persiguiendo a Amy. Esta película alabada por la crítica, nos mostró a un Kevin Smith más maduro, al igual que sus personajes con una historia de amor personal, triste y con un magnífico final, que hacía albergar que nos encontrábamos a un cineasta que estaba evolucionando y del que se podían esperar grandes obras.
Pero esto no fue así. En 1999, y con una campaña publicitaria más agresiva que cualquiera de sus películas anteriores y metido de lleno en la fama (en esa época Marvel Cómics había puesto en sus manos la colección de Daredevil para darle un empujón a un personaje que desde la marcha de Frank Miller en 1986 había estado dando tumbos), presentó en sociedad la obra que el creía que sería lo que Pulp Fiction había hecho por Tarantino, es decir, una obra que reuniera todas sus filias y fobias con un reparto de primeras estrellas (Matt Damon, Ben Affleck, Salma Hayek, Alan Rickman, además de sus habituales). El resultado, un fiasco absoluto, una comedia indigesta, absurda y sin gracia que empezó a demostrar las carencias de Smith tanto como guionista (en el momento que se le saca de New Jersey, su ciudad natal, se pierde), como de director (no sabe, con una película arrítimica, que parece dirigida por un principiante). La crítica le masacró, pero el hype consiguió que el merchandising se vendiera muy bien (en ese momento, sus personajes Jay y Bob el Silencioso (interpretado por él mismo, y que habían aparecido en todas sus películas como secundarios se habían convertido en iconos de una generación). El desastre continúo en 2001 con su siguiente película, Jay y Silent Bob Contraatacan, donde Smith creyó que su pareja de personajes, que funcionaban como estrellas invitadas, podían soportar el peso de un largometraje. Obviamente no, y menos en un filme que recurría a los mismos chistes facilones sobre sexo, cómics y cine, sin la gracia y la originalidad que destilaban sus primeros largos. La fórmula se había quemado.
Por lo que de nuevo, y con pelea de por medio con Tim Burton por un supuesto plagio de Burton en el final de su nefasta El Planeta de los Simios, que Smith dijo que le había plagiado de un cómic de Jay y Silent Bob (aunque el fondo de la cuestión venía del año 1998 cuando Burton iba a dirigir una película de Superman con guión de Smith y que después de leer el guión abandonó el proyecto, con toda la razón del mundo, una vez leído "eso"), Smith dio otro paso en falso en su carrera y dirigió la horripilante comedia romántica Jersey Girl, con Ben Affleck y Liv Tyler. Una de las peores películas de la historia del cine, donde Smith demuestra que bajo esa capa de provocador es más blandito que las niñatas seguidoras de la saga Crepúsculo, con un concepto del amor almibarado que sonrojaría incluso a Corín Tellado. La película fue un fracaso de los que hacen época y el poco prestigio que le quedaba a Smith con sus últimos largos quedó sepultado, aunque el dinero no le faltó, ya que Clerks y Mallrats y todo el merchandising que había alrededor iba viento en popa y DC Comics, después de los buenos resultados del Daredevil de Marvel, le ofreció revitalizar a Green Arrow, que estaba igual de capa caída. El objetivo lo cumplió de nuevo.
Y llegamos a 2006, en un nuevo paso para atrás y en un ir a lo seguro, cuando estrena la secuela de su ópera prima, Clerks. Clerks 2 es una correcta comedia, con momentos divertidos y una visión de la madurez y del paso del tiempo que nos retrotrae al mejor Smith, al de sus inicios, pero que demuestra que es un autor al que le falta mucha cultura, salir de sus cómics y de Star Wars y sobre todo de Nueva Jersey, su ciudad natal, porque aunque Clerks 2 es divertida y muy superior a sus últimas películas es un más de lo mismo, no hay evolución, es un cineasta y un ser humano con unas miras intelectuales tan bajas (igual que Tarantino, pero este lo suple con un conocimiento y unas habilidades para el medio cinematográfico sobrenaturales) que quedan reflejadas en la pantalla. Kevin Smith es un freak orgulloso de serlo (y bien que hace), pero que necesita viajar, leer otras cosas que no sean tebeos (periódicos, libros de historia, algo) y ver otro tipo de cine que no sea Star Wars, Indiana Jones y El Señor de los Anillos. En 2008 vuelve por sus fueros, con una comedia supuestamente provocadora (provocadora para él y para estudiantes de secundaria), en la que nos vuelve a colar sus fantasías adolescentes no superadas. El argumento, dos amigos (chico y chica), él feo y gordo (Seth Rogen) sin éxito con las mujeres (como Kevin Smith) y ella guapa y simpática pero un poco tonta (Elizabeth Baks) deciden hacer cine porno para poder pagar el alquiler y que no les echen. Por supuesto vuelve a meternos personajes sórdidos pero entrañables y un final azucarado y edulcorado, además de la enésima referencia a Star Wars (el primer proyecto porno es una parodia X de Star Wars). La película se puede ver, es mejor que la santísima trinidad de la basura (Dogma, Jay y Silent Bob y Jersey Girl), pero todo lo innovador y audaz que tenían sus tres primeros filmes ha quedado enterrado bajo una capa de autocomplacencia patética.
Y este año, aun no estrenada en España (creo) nos llega la obra más patética de su carrera (si eso es posible), en la que Smith ya no guioniza (el único talento que tenía). Una buddy movie con Bruce Willis y Tracy Morgan (actor afroamericano supuestamente gracioso), de la que no he podido soportar más de 10 minutos sin tener ganas de arrancarme los globos oculares. Smith vuelve a sorprender, demostrando que lo puede hacer aun peor de lo que ya lo ha hecho.
Triste, muy triste que uno de los autores más relevantes de los 90 (aunque vistos los resultados fue una camiseta de moda), con una película, Clerks que es y será una referencia para entender el auge del cine independiente en los años 90 y la aparición de una serie de autores que retaron a los grandes estudios, demostrando que se podía triunfar sin fórmulas estereotipadas, termine como ha terminado. La pena es que dudo que resurja del pozo en el que se ha metido.
Totalmente de acuerdo. Para mí la única que se salva es Mallrats pero creo que tampoco soporta demasiado bien el paso de los años...
ResponderEliminarAbrazo!
Javi
Yo me quedo con "Chasing Amy"!!! eso si, todo hay q decirlo, con Mallrats, Clerks y la de ¿Hacemos una porno? también me he reido bastante :)
ResponderEliminarJavi, la última vez que vi Mallrats (que no acabé), si que me pareció que había perdido un poco, pero me encanta el personaje de Jason Lee (es como verse reflejado en el espejo, jejejejeje).
ResponderEliminarMarta, estoy contigo. Persiguiendo a Amy es la gran película de Kevin Smith. Una pena que no supiera continuar el camino que el mismo se trazó con ese filme. Dio todo lo que pudo con esa peli y se quedó sin nada más que ofrecer.
Gracias a los dos por escribir!!
Gran artículo!!Jersey Girl es el mayor bodrio de la historia del cine (y pensar que pagué por verla...). Mallrats me sigue encantado!
ResponderEliminarBesos Felipe
Hola Señor,
ResponderEliminarQue grandes recuerdos, esas tardes Pseudosegovianas,(más bien Rozeñas)...
Viendo los comentarios, quizás deba dejar en el recuerdo MallRats y Chasing Amy (nunca me llegó a entusiasmar Clerks), Dogma ya me dió muestras de ir a lo fácil, Jay & Silent, más de lo mismo..., me quitaron las ganas de ver el resto.
De las que sólo destaco con un poco de frescura la de Zack & Miri, pero eso sí muy poquito...
Me asalta la duda ¿Nos hacemos mayores?
Iñaki, claro que nos hacemos mayores y ahí es donde se diferencia a los grandes directores y a las grandes películas. Cuando eres jovencito, te asombran con cuatro chorradas, pero cuando eres mayor y ya has visto mucho cine te das cuenta de lo que realmente vale y lo que no. El gran problema de Smith es que él es que no ha crecido ni como artista ni como individuo y quiere seguir siendo un Peter Pan (que no es malo), pero es como ver a un tipo de 50 años haciendo botellón con chavales de 15....da pena.
ResponderEliminarjejejje me ha encantado la imagen del botellón! jejejjee
ResponderEliminarIñaki, mayores nooooo....maduritos! :)
Sólo hay una cosa peor que pagar por ver Dogma en el cine... Tener al lado un novio con aspiraciones a director (si, incluso yo tuve uno)diciéndote lo buena que es y lo grande que es Smith... Se referiría a su volumen??
ResponderEliminarEstoy mucho más agustito en mi papel de niñata seguidora de Crepúsculo!
un besazo!!
PS: ni más mayores, ni maduritos.. más sabios!!!
Totalmente de acuerdo salvo porque no dejaría tan mal a Dogma, como su cine a partir de "Chasing Amy" fue la primera muestra de no-evolución pero no me parece carente de ritmo (aunque "mal" dirigida como el resto) y en su época seguía teniendo gancho.
ResponderEliminarSi todo lo analizas desde una posición actual puedes bilipendiar casi toda la filmografía de Kevin incluso haciendo trizas Clerks II pero creo que también hay que juzgar cada cosa en su tiempo.
Un saludo.