5 años después de que Canales y Guarnido publicaran la tercera entrega de uno de los cómics europeos de referencia de la última década, nos llega el cuarto volumen, siendo uno de los cómics más esperados del año. Tras leerlo, solo puedo decir que gustará a sus incondicionales y que mantiene el mismo nivel que las anteriores entregas, ni mejor ni peor.
Para aquel que no lo conozca, "Blacksad" es una serie donde se homenajean los tópicos de la serie negra, en un entorno de realidad animalizada (animales humanizados) en historias donde contrasta el estilo con el contenido, negro y deprimente.
En esta ocasión, las aventuras del detective gatuno nos llevan al Nueva Orleans de los años 50, post-segunda guerra mundial, en un entorno donde el diablo,la magia negra, los clubs de jazz y los músicos acabados debido a los abusos de la heroína, traen a la memoria uno de los títulos cinematográficos más conocidos de los años 80, "El Corazón del Ángel" de Alan Parker.
En el momento que comienzas a leer este cuarto tomo, la sensación de deja vú, con el clásico de los 80 de Alan Parker se va haciendo evidente, aunque a la mitad, la trama toma otros derroteros más de denuncia social. Y ahí creo que está el problema en este volumen. La resolución final, siendo lógica con lo contado, tampoco deja con la boca abierta, ya que podría haber sido eso o cualquier otra cosa. Hay leves apuntes a medida que la historia es desarrollada de hacia donde va a tirar la trama, pero tampoco son tan importantes y relevantes para que la resolución final te marque.
Pero si el guión de Canales es correcto pero nada del otro mundo (en general como en los tres volúmenes anteriores) aquellos que no hayan leído la obra, se preguntarán el porqué del éxito de estos álbumes. La respuesta es su dibujante, el maestro Juanjo Guarnido.
Guarnido consigue levantar una historia correcta pero corriente a los altares del noveno arte con su excelente dibujo y puesta en escena. Guarnido, profesional curtido en la animación (en Disney ni más ni menos) entrega página tras página que merece ser enmarcada y colgada en un museo. Es un maestro de la caracterización, de la composición, de los detalles, de la iluminación y por supuesto de la narrativa. Es un verdadero placer deleitarse en cada página, en cada viñeta, haciendo de la lectura de Blacksad un verdadero placer, solo por su parte gráfica.
Tienes toda la razón, sin el fascinante trabajo de Guarnido este cómic pasaría totalmente desapercibido. Pero con el dibujante a los lápìces, "Blacksad" se torna en una obra imprescindible para los amantes del género, pues su trabajo es una absoluta delicia.
ResponderEliminarA falta de leer esta última entrega, la que más que gustó fue la segunda (que abordaba el tema racial). Pero es verdad, son historias de género negro bastante normalitas, que se olvidan al instante.